Esteban ve difícil el acuerdo plural que necesita Sánchez «por nuestras rivalidades»

El PNV se queja de que el PSOE no le llama para sondear el apoyo a una investidura, al contrario que el PP «que insiste». Y considera difícil además el acuerdo a muchas bandas que necesita Pedro Sánchez «porque somos fuerzas muy variadas y tenemos nuestras rivalidades y divergencias ideológicas».

Tras no comparecer el lunes tras la reunión con el rey en la ronda de investidura, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha dado en Radio Euskadi algunos detalles sobre su contenido y sobre el momento actual del proceso. «Estuvimos hablando durante una hora de diferentes temas. Él [Felipe de Borbón] está bien informado. Me ha sorprendido ver en algunos medios que el PNV le solicita que no nombre a nadie inmediatamente. Nosotros no le hemos pedido nada, que haga lo que considere oportuno», ha matizado.

Sentado esto, lo más interesante de la entrevista ha sido su subrayado de que el PSOE no les ha llamado para negociar la investidura: «Así es, desde la constitución de la Mesa no ha movido ficha». Y, por contra, «el PP insiste una y otra vez, pero le dejamos muy claro, porque no queremos marear la perdiz, que no vamos a negociar con ellos estando Vox en la ecuación, y estando ahí no solo ya para la investidura sino para mantener un gobierno».

Radio Euskadi ha matizado posteriormente que minutos después se ha producido esa primera llamada del PSOE para empezar a negociar.

Preguntado sobre si hay entonces alguna «aproximación» con Alberto Núñez Feijóo, como especulan puntualmente algunos medios, la ha negado: «No sé a qué se refieren. No entiendo que tenga que estar una y otra vez desmintiendo esto». Ha confirmado, en cualquier caso, que el PNV «descuelga el teléfono» cuando recibe llamadas desde Génova.

Dificultades para mayoría de Sánchez

En la entrevista se ha preguntado a Aitor Esteban qué demandas trasladará cuando, como terminará ocurriendo, el PSOE llame al PNV. Se ha mostrado esquivo para precisarlo: «No, no, primero tendrán que llamar ellos y contarnos qué quieren hacer».

Ante la insistencia del entrevistador, se ha limitado a indicar que «hay determinadas cosas que no se pueden llevar a cabo». Y ha previsto lo siguiente: «El esquema en que nos tenemos que mover tiene que ser muy básico, porque las fuerzas somos muy variadas y tenemos nuestras rivalidades y divergencias ideológicas. Habrá que ir a un mínimo denominador en el que estemos cómodos todos. No va a ser fácil».

¿Debe tener la cuestión territorial un papel importante en esta legislatura, como ya han apuntado fuerzas catalanas o también Mertxe Aizpurua desde EH Bildu? «De eso también tenemos que hablar», ha asumido el portavoz jelkide, para situarse acto seguido más en posiciones defensivas que reivindicativas: «Del programa del PSOE me preocupa una denominada Ley de Cohesión Territorial que da más peso a las conferencias sectoriales, que no se encuentran ni en la Constitución».

El fluctuante peso de PNV y EH Bildu en la relación con el PSOE está continuamente en el foco. Oskar Matute señaló el lunes que el PNV no puede tener la pretensión de arrogarse el papel de «socio vip» de Pedro Sánchez. Preguntado por ello, Aitor Esteban ha dicho que «el PNV ha sido el socio más leal con el Gobierno si uno analiza las estadísticas de votación, que es el dato que hay». Pero sobre la mesa está la conocida discrepancia sobre la Ley de Vivienda, que incluso el PNV va a llevar al Tribunal Constitucional desde el Gobierno de Lakua aunque ello suponga enfrentarle a sus socios del PSE.

Querían estar en la Mesa

Otra novedad de la entrevista ha sido el reconocimiento de Esteban de que el PNV quería estar en la Mesa del Congreso, algo que pasó desapercibido en la sesión del jueves ante la centralidad tomada por la posición de las fuerzas catalanas.

Aunque no ha respondido con claridad a si hubo una propuesta real para que algún representante jelkide presidiera el Congreso, como planteó un dirigente de Coalición Canaria, Esteban sí ha admitido que «hubiera sido interesante tener presencia en la Mesa, porque ya la hemos tenido en otras ocasiones y porque habría dado un punto de garantía a las fuerzas nacionalistas para mover las agendas del Congreso. Pero no pasa nada...».