INFO

Iñigo Urkullu rebautiza a EH Bildu como «el socialismo vasco radical»

El lehendakari rebautizó a EH Bildu como «el socialismo vasco radical» al que, entre otras cosas, acusó de alentar la «insumisión» a las medidas adoptadas durante la pandemia del covid y de tener una cara «buenista» pero, junto a ELA, actuar como «contrapoder» y «acosar y desgastar» a su Gobierno.

Iñigo Urkullu inauguró el nuevo estudio principal de Radio Euskadi. (IREKIA)

El lehendakari Iñigo Urkullu aseguró ayer que «el ejercicio autocrítico es constante en el seno del Gobierno». Por ejemplo, aunque no dice que hacen cosas mal, reconoce que hay materias como la Salud en la que «tenemos ámbitos de mejora». Sin embargo, denuncia que la oposición no se lo reconoce y hace «un discurso catastrofista». Y luego están además «el socialismo vasco radical», como ha rebautizado a EH Bildu, principal partido de esa oposición, y ELA, «sindicato con representación mayoritaria en Euskadi», que se dedican al «contrapoder» para «acosar y desgastar a su Gobierno».

Y así explica el descenso en votos del PNV en dos elecciones consecutivas. El lehendakari sostuvo que ya denunció el «contrapoder al que estábamos asistiendo en Euskadi. Y creo que esta es una cuestión sobre la que la ciudadanía ha de reflexionar». Habló de una «actuación dual» entre sindicatos que ejercen como «contrapoder» y una formación que «aparentemente en el ámbito público e institucional hace un discurso buenista, pero luego hace una activación de todo tipo de colectivos con un objetivo que es acosar y desgastar al Gobierno»
 
«EH Bildu alentó la insumisión en pandemia»

Como ejemplo, aseguró que durante la pandemia del covid, una formación política (en referencia a EH Bildu) «paradójicamente, públicamente y en foro parlamentario nos apelaba a adoptar medidas más drásticas, medidas más duras» y, al mismo tiempo «activaba a todos sus enlaces con colectivos sociales para una insumisión con respecto a las medidas que en aquel momento entendíamos que eran las más beneficiosas para la sociedad».

El lehendakari fue el elegido por Radio Euskadi para inaugurar su curso radiofónico con una entrevista de una hora de duración en el programa ‘Boulevard’. En esos 62 minutos, en los que utilizó en al menos en 108 ocasiones el latiguillo verbal «lo que es» y habló de sí mismo en tercera persona varias veces, Iñigo Urkullu buscó fijar un nuevo apelativo para EH Bildu, el de «socialismo vasco radical».

Al final, el director de informativos de la radio pública quiso que precisara si con «socialismo vasco radical» quería referirse a esta formación. Y el lehendakari lo confirmó.

Respondió con un nítido «sí, sí, es EH Bildu a quien me refiero. Ellos mismos utilizan el término socialista, el término socialismo. Ellos mismos son quienes utilizan la izquierda radical, otras veces la izquierda vasca. Yo creo que no es en demérito de lo que pueda ser el planteamiento que EH Bildu haya tenido a lo largo de la historia de ser la izquierda abertzale. Yo creo que hay necesariamente también que poner en solfa lo que es el ámbito identitario frente a lo que es el ámbito también de otro tipo de discurso ideológico como es el del socialismo. Y en ese sentido creo que no pasa nada por identificarlos como socialismo vasco radical».  

Urkullu contempla el final de la legislatura como un curso escolar de nueve meses, dejando abierta la puerta a convocar las elecciones autonómicas el 9 de junio coincidiendo con las europeas. 

Contrapoder y falta de respeto a la autoridad

Urkullu volvió a quejarse de las movilizaciones sindicales y sociales. Invitó a la ciudadanía «a hacer una reflexión municipio a municipio de Euskadi, comarca a comarca de Euskadi, cuáles han sido las protestas, las manifestaciones que en cada municipio, en cada comarca hayan sido, por ejemplo, solamente de este año, desde el 1 de enero de este año hasta las elecciones municipales y plurales».  

Los entrevistadores cuestionaron al lehendakari que «ese malestar social está ligado, usted lo dice, con un contrapoder, lo que usted llama un contrapoder. ¿Quién dirige ese contrapoder? ¿Quiénes son?». Este respondió: «Yo creo que es evidente cuando hablamos de contrapoder autoproclamado, hay un sindicato que es el sindicato con representación mayoritaria en Euskadi, que así se ha definido. No tengo nada que decir más que su propia autoproclamación, su propio anuncio constante cada septiembre o cada verano en los últimos años del otoño caliente, de las huelgas preventivas. Esto es algo constatable, por lo tanto no es algo que yo tenga ni siquiera que enfatizar más allá de lo que es la constatación. Y tenemos en el ámbito de las protestas sociales también todo tipo de colectivos que no solamente desde el ámbito sindical sino también desde el ámbito político, desde el socialismo vasco radical también se implementan».

En todo caso, en opinión de Iñigo Urkullu «claro que hay un malestar y antes he hecho referencia a lo que es el malestar emocional, social, que como consecuencia de la pandemia ha existido». Pero «hay también una interpretación de lo que es el respeto a la autoridad y no solamente el respeto a la autoridad institucional, también el respeto a la autoridad familiar. Estamos asistiendo a cómo vienen formándose las nuevas generaciones, las generaciones de niños, niñas, jóvenes que, bueno, ponen en solfa ese concepto de respeto a la autoridad», tanto con respecto a la Ertzaintza como a la legislación y «quiénes son prestadores de servicios públicos, de quiénes son servidores y servidoras públicas».

Llamó a los sindicatos y plataformas de la Ertzaintza a hacer «un ejercicio de responsabilidad» para que sus protestas no «desvirtúen» su objetivo de «servicio a la ciudadanía» y advirtió de que determinadas actuaciones «merecen el reproche social, no solamente el reproche institucional».
 

La convención constitucional

Los entrevistadores quisieron más concreciones sobre la llamada «convención constitucional», que el lehendakari recordó que «tras la reunión del Consejo de Gobierno, en la rueda de prensa posterior, yo hice mención a esta cuestión. Cuestión que ese día no tuvo recorrido, o poco recorrido tuvo. Luego el recorrido ha sido como consecuencia de un artículo publicado por mí en un medio de comunicación de ámbito estatal».

Como recoge Ion Salgado en NAIZ, el lehendakari sostuvo que se trata de una iniciativa dirigida a «toda la representación política en el Estado español» que, a su juicio, debería ser convocada por el propio Gobierno español.

«Una de las posibilidades es que se articule esa convención constitucional en el marco de las Cortes Generales del Estado, y que sea abierta a la participación no solo de los parlamentarios, sino también de comunidades autónomas y expertos», manifestó

Destacó que la citada convención, en la que se tendrá que analizar el futuro de las naciones sin Estado, como son Euskal Herria, Catalunya o Galiza, «es una metodología, es una vía para el diálogo». «Hablo de un marco en el que sea posible el diálogo sosegado, una reflexión compartida, un pacto acordado», añadió.

Incidió en que se trata de una «vía que nos retrotrae también al origen de la Constitución española», remarcando que unas cuestiones que «quedaron pendientes». Señaló que «el periodo constituyente estuvo basado en la realidad de municipios, no existían las comunidades autónomas, y la Constitución tiene una tarea pendiente en orden a este modelo territorial», apuntó, en alusión a las «comunidades históricas».

El lehendakari advirtió de que «tras cuarenta años estamos viendo que hay una recentralización, un modelo de armonización autonómica», y apuntó la necesidad de abordar una «reflexión respecto al autogobierno», preguntando «qué entiende la ciudadanía vasca por autogobierno».

A este respecto, explicó que «hay planteamientos que se vienen haciendo, como es la reivindicación del modelo federal», y citó los casos de Alemania, Canadá e Irlanda.