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Cara a cara con la justicia restaurativa

LAS DOS CARAS DE LA JUSTICIA
Estado francés, 2023. 118'. Dirección y guion:
Jeanne Herry. Prod.: Alain Attal, Hugo Sélignac. Int: Birane Ba, Leïla Bekhti, Anne Benoît, Dali Benssalah, Élodie Bouchez, Jean-Pierre Darroussin, Adèle Exarchopoulos, Gilles Lellouche, Miou-Miou. Fot.: Nicolas Loir. 

Fotograma de ‘Las dos caras de la justicia’. (NAIZ)

En 2019, la directora de Baiona Maiana Bidegain rodó el documental ‘Encuentro con mi agresor, caminos de justicia restaurativa’. En él, y con ella aportando su voz en primera persona, detalló su propia experiencia como víctima de la violación que sufrió en su niñez y el encuentro que mantuvo con el que fue su agresor 33 años después.

Este encuentro se pudo hacer gracias a un dispositivo de Justicia Restaurativa, un sistema que entró en vigor en el Estado francés en 2014. Bidegain fue la primera víctima del Estado francés en emprender este tipo de encuentro de mediación restaurativa directa.

Ahora, y en clave de ficción, se estrena en nuestras pantallas la nueva película de la directora Jeanne Herry, titulada ‘Las dos caras de la justicia’, la cual, y al igual que el documental de Bidegain, aborda la justicia restaurativa a partir de los encuentros que comparten Nassim, Thomas e –sentenciados por robos con violencia– y Grégoire, Nawelle y Sabine, víctimas de ese mismo delito.

Por otro lado, la película centra buena parte de su interés en el rol encarnado por la actriz Adèle Exarchopoulos (‘La vida de Adéle’), una víctima de violación que quiere reencontrarse con su traumático pasado.

Por el camino, todos los personajes experimentan la ira y la esperanza, el silencio y la palabra, las alianzas y las rupturas. La confianza recobrada. Y, al final del camino, quizás, cierta calma interior.

Empatía y dolor

Tras optar a los premios César a la mejor película, la mejor dirección y el mejor guion original por ‘En buenas manos’, Herry ha cosechado un gran éxito de público y crítica con este proyecto, que en palabras de su autora «incide en el cara a cara que conlleva la justicia restaurativa, víctimas y agresores pueden compartir sus emociones y experiencias, y forjar una nueva relación en la que a veces la empatía prima sobre el miedo. Esta reparación mediante la acción colectiva y la recreación tiene mucho en común con la plasticidad del cerebro, que le permite repararse a sí mismo recreando conexiones».

En su exposición, la directora añadió que «durante mi investigación, una de las personas que conocí me dijo: ‘El objetivo de la justicia restaurativa es liberar emociones a través de las palabras’. Eso era lo que quería dramatizar».