Condenan a 17 años de cárcel al primer acusado por la intentona golpista de enero en Brasil
La Corte Suprema de Brasil ha condenado este jueves a 17 años de prisión al primero de los 1.390 acusados por el intento golpista del 8 de enero, cuando una horda de ultraderechistas asaltó las sedes de los tres poderes de la nación, ocho días después de la investidura de Lula da Silva.
La culpabilidad de Aécio Lúcio Costa Pereira, el primer imputado por la asonada del 8 de enero en Brasilia sentado en el banquillo, ha sido declarada por unanimidad, aunque ha habido discrepancias entre los once miembros del tribunal en relación a los cargos y la pena, finalmente fijada en 17 años de reclusión y proclamada por la presidenta de la corte, Rosa Weber.
Los hechos ocurrieron ocho días después de la investidura de Lula, quien en las elecciones de octubre había derrotado al expresidente Jair Bolsonaro, que no reconoció ese resultado, al igual que la extrema derecha que le apoya y que promovió ese atentado contra las principales instituciones del país.
El juez relator, Alexandre de Moraes, ha aceptado las acusaciones de asociación ilícita, abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, daños calificados y destrucción de patrimonio público.
El relator ha sugerido una pena de 17 años de prisión, apoyado por los jueces Edson Fachin, Luiz Fux, José Dias Toffoli, Carmen Lúcia Rocha, Gilmar Mendes y Rosa Weber.
El magistrado Cristiano Zanin, exabogado personal de Lula, ha pedido rebajar la condena a 15 años, en tanto que el juez Luís Roberto Barroso la ha situado en diez años.
La discrepancia la ha abierto el juez revisor, Kassio Nunes Marques, que ha desestimado algunos de los cargos, como la acusación de golpe de Estado, que en su opinión no podía aplicarse pues el derrocamiento de Lula no se consumó, y ha propuesto una pena de dos años y seis meses.
En un sentido similar se pronunció el magistrado André Mendonça, aunque ha propuesto una condena más dura, de siete años y once meses.
Tanto Nunes Marques como Mendonça tienen un perfil claramente conservador y son los únicos que llegaron al Supremo de la mano de Bolsonaro, quien los propuso precisamente por su alineamiento con sus ideas políticas.