Una marcha en Bilbo reclama justicia climática y el fin de los combustibles fósiles
Una manifestación ha reclamado en Bilbo justicia climática y el fin de los combustibles fósiles como «única forma de garantizar un futuro que merezca la pena ser vivido». Han denunciado el amparo institucional a compañías contaminantes como Petronor, que apuestan por el refino del petróleo.
Un centenar de personas se ha manifestado este viernes a la tarde en Bilbo bajo el lema «¡Descarbonización ya! Rápida, justa y definitiva» para reclamar justicia climática y el fin de los combustibles. Los promotores de la movilización han insistido en que «poner fin de una forma definitiva a los combustibles fósiles es la única forma de garantizar un futuro que merezca la pena ser vivido».
La iniciativa partió de Fridays for Future-Juventud por el Clima, Alianza por el Clima y otras organizaciones y plataformas internacionales con motivo de la celebración, el 20 de septiembre en Nueva York, de la Cumbre sobre Ambición Climática.
En sintonía con ese movimiento a nivel mundial que persigue un mayor compromiso gubernamental para limitar el incremento de la temperatura global, diversos colectivos han marchado desde la plaza Elíptica al Ayuntamiento de Bilbo coreando numerosas consignas, reflejo del carácter plural de la manifestación.
«Ez, ez, ez, erragai fosilik ez», «Bilbon gaude planetaren alde», «ni un grado más, ni una especie menos», «Petronor kanpora», «sin planeta, no hay futuro», «etorkizuna ez dago salgai», «los que están en la cima no se enteran ni del clima», «Amalurra defenda dezagun» o «energía, capital, alianza criminal» han sido algunos de los lemas repetidos.
El caso de Petronor
Además de la exigencia de que se ponga freno a los intereses que perpetúan los combustibles fósiles y se avance en una «descarbonización mundial rápida e inmediata», se ha denunciado a las grandes empresas contaminantes, citando en el caso concreto de Euskal Herria a Petronor.
«Aquí tenemos una de las mayores refinerías de Europa», han subrayado, «situada en medio de la población y en una marisma, con planes de producción de hidrógeno ‘verde’ que necesita para seguir refinando más petróleo, de combustibles sintéticos y de pirolisis de basuras, todo ello regado con subvenciones públicas, mientras sigue sin fecha de fin de refino de petróleo, y los incidentes se suceden sin que sea sancionada y en una situación de ilegalidad amparada por las instituciones».
Asimismo, han reivindicado que se ponga fin a las «relaciones neocoloniales» para que los países más empobrecidos del planeta puedan optar por modelos alternativos no basados en el uso de los combustibles fósiles. Lo consideran una «deuda histórica» que hay que saldar «a través de la transferencia de tecnologías, capacidades y una financiación adicional, suficiente y adecuada a la elevada deuda histórica contraída».