El protozoo cryptosporidium, a las puertas de Nafarroa
En la comarca aragonesa de Tarazona y el Moncayo no pueden beber agua del grifo y hay casi 500 personas con gastroenteritis. La razón es la presencia en el río Queiles del protozoo cryptosporidium. El Queiles llega también a Erribera, donde no se ha detectado la presencia del protozoo.
El protozoo cryptosporidium ha llegado a las aguas del río Queiles y ha provocado un episodio de gastroenteritits que afecta desde hace dos semanas a la ciudad aragonesa de Tarazona y a otras poblaciones cercanas como Torrellas, Los Fayos y Novallas. Esta última se encuentra en la muga con Nafarroa, junto a Monteagudo. El río Queiles, tras pasar por la provincia castellana de Soria y la comarca aragonesa de Tarazona y el Moncayo, entra en Nafarroa por Monteagudo y después de recorrer territorio de Tulebras, Cascante y Murchante desemboca en el Ebro en Tutera.
En la comarca de Tarazona y el Moncayo hay 468 personas afectadas por gastroenteritis y se ha prohibido el consumo de agua de boca por motivos sanitarios, después de que se detectara la presencia del protozoo que resiste los efectos del cloro en el agua del grifo. Unas 11.000 personas están afectadas por esta medida. Se considera que es uno de los brotes de gastroenteritis más grandes de los documentados en Europa.
En Nafarroa, en cambio, todavía no se ha detectado la presencia de este protozoo, aunque se han incrementado los análisis.
Así, la Mancomunidad de Aguas del Moncayo, que abastece a las localidades navarras de Corella, Ablitas, Monteagudo, Tulebras, Murchante, Ribaforada y Buñuel, comunicó el pasado viernes que el agua que se suministra a estos municipios cumple con los parámetros establecidos por la legislación vigente y descartando «inconvenientes» para el uso diario de los consumidores.
El presidente de este organismo, Tirso Calvo, explicaba que el agua que está suministrando actualmente a estos municipios proviene del llenado de los depósitos que se realizó en junio, cuando no se tenían noticias del protozoo.
En busca del origen del brote
En cualquier caso, el origen de la presencia del protozoo en las aguas del Queiles no se conoce oficialmente. Expertos como Joaquín Quílez, catedrático de Sanidad Animal en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, apuntan a que puede deberse a un arrastre de tierra provocado por las lluvias torrenciales registradas en los últimos días, según ha declarado a ‘El Periódico de Aragón’. La sequía habría contribuido provocando una mayor concentración del protozoo.
Junto a ello, señala que se trata de un organismo que actúa habitualmente como parásito en ganado bovino y ovino y que el brote debería haber comenzado ya a remitir.
Todo apunta a que el origen del foco se ubica en la zona castellana del río, donde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y la Guardia Civil ya han tomado muestras del agua. También se están analizando los tramos aragoneses y navarros.
Contaminación histórica
Las denuncias sobre la alta contaminación del río Queiles no son nuevas. Según recuerda Marea Azul de Aragón, en la cabecera castellana del río se sitúan el polígono industrial de Ólvega y la piscifactoría de Vozmediano con una actividad contaminante. Junto a ello, destacan, durante veinte años la depuradora de Ágreda ha funcionado defectuosamente, provocando afecciones en el embalse aragonés de El Val, uno de los más afectados de la cuenca del Ebro, según denuncia Arainfo en este reportaje.
El Queiles es uno de los ríos que más presión contaminante sufren desde hace años y los expertos como Quílez no descartan que episodios como el que están viviendo en Tarazona se vuelvan a repetir.