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Martínez Munuera pone su granito de arena para que prosiga la maldición colchonera (0-2)

Decisiones arbitrales determinantes y la falta de puntería han prolongado la maldición colchonera en El Sadar. Osasuna se ha merecido algo más durante una segunda parte en la que ha dominado y ha visto cómo Martínez Munuera le ha anulado un gol legal, lo que ha encendido las llamas sobre el césped.

David García ha anotado de gran testarazo un gol que tenía que haber subido al marcador. (Iñigo URIZ | FOKU)

Osasuna ha estado muy cerca de acabar con la prolongada maldición colchonera –nueve victorias madrileñas en sus últimas diez visitas–, pero lo ha impedido la falta de puntería en los metros finales y la intervención del árbitro, Juan Martínez Munuera, anulando un gol por falta inexistente en la que ni siquiera ha intervenido el VAR.

La escuadra navarra ha tenido dos caras. Agarrotada en la primera mitad, sin encontrar fluidez en su juego y atenazada por el gol de Griezmann en el minuto 20, tras el descanso ha variado completamente su imagen dominando a un Atlético Madrid que ha defendido en propia área.

De lo que tenía que haber sido el 1-1 tras gran testarazo de David García y un conjunto local en clara dinámica ascendente, la decisión del trencilla ha derivado en una gran tensión sobre el verde –expulsados Arrasate, Chimy Ávila y Morata– y el 0-2 de Riquelme en el único ataque rojiblanco de ese periodo hasta ese momento.

Como se ha mencionado, Osasuna ha estado muy incómodo desde el principio por la movilidad de Griezmann y Morata, siempre dando apoyo a la salida visitante. Los locales han intentado que se jugase lejos de su marco, pero no han podido impedir que ya para el sexto minuto Morata avisase con un primer susto al rematar fuera con el exterior.

Mejor organizados en la zaga y provocando un buen número de fueras de juego del rival, los anfitriones han dispuesto de su primer acercamiento con peligro gracias a un cabezazo de Budimir (m.13) que ha ido a las manos de Oblak, pero todavía han estado más cerca de inaugurar el marcador con un disparo raso de Torró –muy similar al gol que anotó en la final copera– que en esta ocasión se ha marchado pegado al poste (m.18).

De lo que ha podido ser el 1-0 se ha pasado al 0-1. Un mal despeje de Aitor –tampoco es que le hayan cedido la pelota en buenas condiciones– ha derivado en un centro de Lino, un despeje con el pecho del arquero guipuzcoano y un balón suelto que Griezmann ha empalmado de manera no muy ortodoxa, pero que ha botado antes y ha despistado al meta rojillo que estaba cubriendo el primer palo.

Grave error arbitral

La poca fluidez que ha tenido Osasuna en la primera parte, sin encontrar líneas de pase, se ha desvanecido tras el paso por vestuarios, apretando a un Atlético al que ha arrinconado en propia área, atacándole por derecha e izquierda, pero faltándole lo primordial, materializar.

La ha tenido por partida doble Chimy Ávila con un disparo con la zurda en posición inmejorable (m.50) y un empalme que se ha ido a las nubes (m.57). Le ha tomado el relevo Aimar entrando en el área y golpeando la pelota con su cuerpo (m.60) y, sobre todo, la ha tenido Torró con un remate casi a bocajarro que ha cerrado la rápida salida de Oblak (m.66).

Hasta que ha llegado el minuto 75 y la jugada clave del envite. Osasuna apretaba a base de aproximaciones y saques de esquina, y de uno de ellos se ha originado el grave error arbitral de Martínez Munuera.

Los empujones dentro del área han sido múltiples y uno de ellos de Giménez sobre Aimar ha derivado en que el de Arazuri, totalmente de espaldas a su rival, acabase por la inercia golpeando sin querer con la mano a Witsel, que se ha arrojado al suelo de inmediato.

Mientras tanto, David García, en una de sus características entradas aéreas, se ha sacado un testarazo inapelable que ha entrado como un obús en las mallas. En primera instancia, el trencilla ha dado gol, pero, a renglón seguido, y al ver a Witsel en el suelo, ha rectificado pitando falta y enseñando la amarilla a Aimar.

Una jugada polémica para la que se supone está ideado el VAR, que en esta ocasión ni siquiera ha sido consultado por el árbitro. Visualizada la repetición de las imágenes, el cabreo en el banquillo ha sido morrocotudo y ha supuesto la expulsión de Arrasate.

A partir de ahí, el encuentro se ha desmadrado. Demasiada testosterona y mucho en juego sobre el césped como para que los ánimos se calmasen a las primeras de cambio por la injusta decisión arbitral.

Las llamas se han encendido más todavía porque, en la única llegada ofensiva del cuadro visitante de la segunda mitad hasta ese momento, Riquelme ha anotado el 0-2 en una rápida contra y con las líneas rojillas muy adelantadas.

El pique entre Chimy Ávila y Morata, dos jugadores de sangre caliente, ha durado dos episodios, hasta que el ariete madrileño le ha dado un codazo a Iker Muñoz y el argentino ha protagonizado un feo pisotón sobre el delantero en el minuto 85.

Ambos se han marchado para la ducha antes de tiempo en un tramo final emborronado por un fallo clamoroso que ha impedido un resultado diferente que hubiera sido más acorde a los méritos de unos y otros sobre el verde.

Arrasate, obligado a morderse la lengua

Sabedor de cómo se las gasta el Comité de Competición, Arrasate ha preferido morderse la lengua en sus declaraciones post partido. «Me queréis tirar de la lengua, pero no puedo hablar. No quiero que me caigan más de dos partidos», ha señalado.

En todo caso, sí que ha querido dejar claro que en la jugada decisiva «le empujan a Aimar y le toca sin querer con la mano, no es falta en la vida, es un gol clarísimo», ha remarcado el técnico de Berriatua.

«Al árbitro le he dicho que no es nada, que no es falta, además con las manos en los bolsillos porque sé que no les gustan los aspavientos, no he hecho nada más», ha explicado sobre su expulsión.

Arrasate ha añadido, además, que a los entrenadores «no han quitado la libertad de expresión, si esta es la liga que quieren...», ha dejado caer, a la par que ha denunciado que el trato arbitral a los dos banquillos «ha sido muy diferente».

Más centrado en analizar aspectos del juego de los suyos frente a los colchoneros, ha admitido que en el primer periodo «hemos salido con mucho respeto y el 0-1 te resta confianza», para variar en una segunda parte «en la que hemos ido a por ellos y adelantado posiciones para hacer nuestros mejores minutos, pero no hemos tenido acierto», ha concluido.

Ficha técnica:

Osasuna: Aitor Fernández; Areso, Catena, David García, Juan Cruz, Mojica (Barja, m. 79); Aimar (Rubén García, m. 90), Torró (Iker Muñoz, m. 66), Pablo Ibáñez (Moncayola, m. 66); Budimir (Raúl García, m. 79), Chimy Ávila.

Atlético: Oblak; Molina (Azpilicueta, m. 61), Witsel, Giménez, Hermoso, Lino; Llorente (Riquelme, m. 66), Koke, Saúl; Griezmann y Morata.

Goles: Griezmann 0-1 (m. 20), Riquelme 0-2 (m. 81)

Árbitro: Juan Martínez Munuera (Comité valenciano), asistido por Barbero Sevilla y Martínez Munuera. El colegiado valenciano ha mostrado amarilla a Catena, Oroz y Aitor por parte de Osasuna. A Lino por parte visitante. Han sido expulsados con roja directa Arrasate (m. 78) por protestar y Chimy Ávila (m. 85) por un pisotón. Morata ha visto primero la amarilla y luego una roja (m. 84+85) por codazo sobre Iker Muñoz.

Incidencias: Partido correspondiente a la séptima jornada de LaLiga EA Sports disputada en el estadio de El Sadar ante 20.192 espectadores.