Traen al recuerdo la batalla de Belabieta, una de las más sangrientas de las guerras carlistas

El próximo 9 de diciembre se cumplirán 150 años de la batalla que libraron carlistas y liberales en Belabieta (Amasa-Villabona), donde murieron 600 soldados. Los ayuntamientos de la comarca y Aranzadi han colocado paneles y darán a conocer en diciembre el resultado de las investigaciones realizadas.

Los alcaldes de Villabona-Amasa, Tolosa y Berastegi, junto con los miembros de Aranzadi Karlos Almorza y Juantxo Agirre, han comparecido hoy en el barrio Amasa de Villabona para dar a conocer las actuaciones desarrolladas desde 2021 con motivo del 150 aniversario de la batalla acaecida en los altos de Belabieta el 9 de diciembre de 1873 y que por su envergadura, llegó a calificarse como «la batalla de Gipuzkoa».

Karlos Almorza y Beatriz Unzue, alcaldesa de Amasa-Villabona, han explicado que el enfrentamiento estuvo motivado por la necesidad de los liberales de romper el cerco al que estaba siendo sometida la importante plaza de Tolosa por parte del general carlista Antonio Lizarraga desde tres meses antes.

Para ello, el general liberal Domingo Moriones organizó lo que se consideró como «una de las marchas más atrevidas de las dos guerras» y que tuvo como resultado la apertura de un corredor para poder abastecer de víveres y suministros a los habitantes y soldados de Tolosa.

Aunque la batalla comenzó y terminó el mismo día, fue una de las más sangrientas de la Segunda Guerra Carlista y se saldó con 600 soldados muertos en ambos bandos. Almorza ha destacado que en los combates llegaron a intervenir unos 14.000 soldados, a juzgar por los documentos sobre provisiones de raciones a las tropas que han sido recopilados en estos dos años de trabajo.

De hecho, el investigador de Aranzadi ha cifrado en 4.100 los documentos hallados en los archivos de la decena de municipios implicados de una forma o de otra en la batalla, así como en el Archivo General de Gipuzkoa y en el Diocesano de Donostia o en la prensa de la época. «Aunque los combates se produjeron en los altos de Belabieta, en Amasa-Villabona, sabemos que los muertos y heridos fueron trasladados a las localidades más importantes de la comarca. Así, los liberales fueron trasladados a Andoain, luego a Hernani y Donostia e incluso embarcados a Santander», indicó, mientras los carlistas los llevaron primero a Berastegi, Leitza y Lekunberri, y después al hospital instalado en el monasterio de Iratxe.

El historiador de Aranzadi ha resaltado que el elevado número de bajas obligó a repartir los heridos en los hospitales de campaña montados en todos esos pueblos. Además, las heridas de los soldados «eran muy graves, porque eran causadas mayormente por bayoneta, ya que los soldados casi no tenían tiempo para cargar sus fusiles». Esto hizo que se movilizaran muchos recursos para atender a los heridos y enterrar a los muertos. 

Transmisión oral

Además de la vasta documentación recopilada, y a pesar del tiempo transcurrido, la transmisión oral ha sido otro de los elementos en los que Aranzadi ha apoyado sus investigaciones, ya que las personas de más edad de varios caseríos de Amasa-Villabona tenían aún en el recuerdo los relatos de sus padres y abuelos sobre lo cruento que fue la batalla.

Aranzadi también ha estudiado la zona donde se produjeron los combates, aunque Almorza ha destacado que en esta fase su objetivo no era realizar una excavación arqueológica, sino una inspección de la zona, donde sí se han encontrado algunos restos en superficie como munición y alguna bayoneta. Una labor que podrá continuarse en el futuro.

Así pues, con el fin de divulgar una de las batallas más importantes y trágicas de la Segunda Guerra Carlista en Gipuzkoa, los ayuntamientos de Amasa-Villabona, Tolosa, Berastegi y Andoain, además de colaborar con las investigaciones de Aranzadi, han colocado un total de ocho paneles donde se describe la batalla, y en diciembre organizarán un amplio programa de actos de cuyos detalles informarán en próximas fechas.