La Real quiere transportar su velocidad de crucero también a la competición continental
La Real, en un estado dulce después de sus tres victorias ligueras en apenas una semana, quiere trasladar esa misma velocidad de crucero a la Champions League, en cuya segunda jornada de la fase de grupos visita al Red Bull Salzburgo –Red Bull Arena, martes, 18.45, Movistar–.
La Real rozó con sus dedos el estreno victorioso en la Champions frente al Inter, un rival al que superó con creces en fútbol y ocasiones, pero ante el que tuvo que ceder dos puntos en Anoeta por la pegada italiana.
No quiere la escuadra guipuzcoana que se repita el mismo relato en su visita a Salzburgo, sino conseguir su primer triunfo en esta fase de grupos, apoyada en la velocidad de crucero que le han dado nueve puntos seguidos en Liga en apenas una semana.
Y, sobre todo, en su última alegría en el derbi frente al Athletic, lo que siempre supone una dosis de moral extra que les vendrá muy bien a los de Imanol Alguacil para afrontar el complicado duelo en tierras austriacas.
Un envite que tiene también tintes de revancha, pues en febrero de 2018 se midieron ambas escuadras en los dieciseisavos de la Europa League –único precedente–, una eliminatoria que cayó del lado de los centroeuropeos tras empatar a dos en Donosti y vencer el Salzburgo 2-1 en la vuelta.
Convertido ya en el técnico con más victorias a domicilio de la historia del club txuri urdin, Alguacil espera que los suyos le den una nueva alegría foránea prolongando la racha victoriosa de los últimos días.
Llega, además, con su plantel prácticamente al completo, salvo un Álvaro Odriozola que sigue arrastrando una sobrecarga en el abductor y un Kieran Tierney fuera de juego tras su lesión de la musculatura isquiosural del muslo izquierdo, al que reemplazará Aihen Muñoz.
En el otro lado de la balanza, un Arsen Zakharyan que parece haberse recuperado de una enfermedad que le ha lastrado en la última semana, al haber entrado en la lista txuri urdin para viajar a Austria.
Esa amplia disponibilidad, junto a la incertidumbre sobre qué pesará más, si el enorme desgaste físico que el equipo realizó frente al Athletic o mantener el bloque que tan buen rendimiento está ofreciendo, hace complicado desentreñar si el preparador de Orio hará o no rotaciones.
El Red Bull, líder en su competición doméstica con siete victorias en nueve jornadas, llega a la cita después de haber goleado al colista Lustenau (4-0) este pasado sábado. Una alegría para recuperarse anímicamente de la inesperada derrota en casa que sufrió frente al modesto Blau-Weiss Linz.
El cuadro austriaco también tiene algunas ausencias, las de Koita y Fernando, ambos con problemas en los abductores, además de la duda del danés Mads Bistrup, con una dolencia en la espinilla del último encuentro disputado, una baja que, si se confirma, será importante.
El Salzburgo ya venció en la primera jornada de esta fase de grupos de la Champions y lo hizo además a domicilio en el estadio del Benfica, al que derrotó por 0-2, con goles de Simic y Gloukh.
Imanol: «Son un equipo valiente y agresivo»
Imanol ha avisado en la previa de que el Salzburgo es un equipo «muy agresivo, que le gusta apretar arriba, con futbolistas muy valientes, que no tienen nada que perder y que la Champions es un escaparate para ellos».
«También les gusta jugar al fútbol, con jugadores muy jóvenes, versátiles, dinámicos y también muy interesantes, con balón y sin balón, gente que corre bien al espacio –ha añadido el técnico txuri urdin–, va a ser un partido duro y complicado, pero del mismo modo bonito y entretenido».
El oriotarra ha indicado que su equipo llega en un momento idóneo de forma. «Está muy bien, además después de ganar el derbi, y que en la primera jornada contra el Inter hicimos un gran parte, aunque no pudiésemos ganar», ha recordado.
Aventurar un pronóstico resulta tarea complicada para Imanol, dada la igualdad que existe en el grupo. «Está claro que todo punto va a ser muy importante, el Inter sufrió con la Real y el Salzburgo sorprendió al Benfica», ha señalado.
Por su parte, el entrenador austriaco Gerhard Struber se ha mostrado especialmente preocupado por anular la fantasía de Takefusa Kubo –un futbolista «muy impredecible en el regate»–, destacado dentro de un equipo «que se define muy claramente por su propia posesión del balón», ha descrito.
También ha resaltado de la Real «su poder especial en las bandas izquierda y derecha», por lo que el partido es un «desafío increíble», en el que sus pupilos tratarán de «tener el volante en nuestras manos, estar en el asiento del conductor y ser decisivos».