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El PSC sí se sumó al consenso del catalán como vehicular

En Catalunya se alcanzó un consenso transversal para aprobar una ley que contempla el catalán como lengua vehicular de uso normal y el castellano según lo decida cada centro. Votaron sí ERC, Junts, PSC y En Comú Podem. Salvador Illa la definió como «el mejor servicio que podemos hacer al catalán».

El primer secretario del PSC, Salvador Illa, junto al secretario general del PSE, Eneko Andueza, en una visita del líder catalán a Bilbo. (H. BILBAO | EUROPA PRESS)

Mientras en la CAV el PSE insiste en mantener unos modelos educativos que la comunidad pedagógica da por superados e inútiles, y lo hace evidentemente por motivos políticos y no científicos, en el Parlament de Catalunya el PSE aprobó una ‘Ley sobre el uso y el aprendizaje de las lenguas oficiales en la enseñanza no universitaria’ que señala que «el catalán, como lengua propia de Cataluña, es la lengua normalmente utilizada como lengua vehicular y de aprendizaje del sistema educativo, y la de uso normal en la acogida del alumnado recién llegado. El castellano se emplea en los términos que fijen los proyectos lingüísticos de cada centro».

El proyecto de ley fue largamente debatido y finalmente contó con el voto a favor de ERC, Junts, PSE y En Comú Podem. No es difícil hacer la analogía de que en la política vasca eso sería como si la apoyaran EH Bildu, PNV, PSE y Elkarrekin Podemos. Y si seguimos con la analogía y sustituimos catalán por euskara, no es ir muy lejos suponer que todos esos partidos lo apoyarían, salvo el PSE.

El secretario general del PSE, Eneko Andueza, se jactó después de haber registrado la enmienda sobre los modelos junto al PNV de «garantizar así que la gente tenga libertad para elegir el modelo y evitar un modelo exclusivo monolingüe que nos lleve a una inmersión impuesta», que ve como objetivo de «un proyecto soberanista». Da la impresión de que el PSE defiende el modelo A y B, que es evidente que no euskaldunizan, por no dejar a la derecha la bandera, cada vez más ajada, de la supuesta libertad de las familias de convertir a sus hijos e hijas en analfabetos en una de las dos lenguas oficiales de la comunidad en la que van a crecer.

Por contra, en el Parlament de Catalunya, el primer secretario del PSC, Salvador Illa, se encaró con el PP, Cs y Vox, y en el pleno en el que se aprobó la ley aseguró que el pacto alcanzado entre otros con los independentistas era el «mejor servicio al catalán». Tuvo un agradecimiento también muy particular al secretario de Política Lingüística del Govern, mostró su deseo de sumarse al «pacto nacional por el catalán que la consejera de Cultura está liderando» y terminó dejando claro que para su grupo «defender el catalán no es atacar el español, que también es lengua materna de muchos catalanes».

Por su parte, la también diputada del PSC Esther Niubó aseguró en su intervención en el debate que «en ningún caso la ley busca la confrontación sino soluciones y grandes acuerdos de país».

Adaptarse a la realidad actual y local

La ley catalana de 2022 parte de la constatación de «los cambios sociales, educativos y tecnológicos han introducido nuevos condicionantes que plantean retos que hay que afrontar», y de que «los flujos migratorios ocurridos durante el siglo XXI han cambiado sustancialmente la composición de los centros educativos. El actual alumnado de las aulas catalanas es portador de una gran diversidad de lenguas iniciales o habituales, lo que ha convertido a muchas aulas en realidades multilingües».

Por ello, teniendo el catalán como lengua vehicular y de acogida, señala que «la enseñanza y el uso curricular y educativo del catalán y del castellano deben estar garantizados y tener una presencia adecuada en los currículos y en los proyectos educativos a fin de que todo el alumnado alcance el dominio oral y escrito de las dos lenguas oficiales al final de la educación obligatoria». Añade que esto debe hacerse teniendo «en cuenta la situación sociolingüística general, la de los centros y su entorno», y «debe determinarse exclusivamente con criterios pedagógicos y de forma singularizada para cada uno de los centros educativos».

Según el director de programa de EH Bildu, Pello Otxandiano, «esta ley resume muy acertadamente cuál es el planteamiento que se hace en el Título IV» de la ley vasca. Y añadió que el de Catalunya es un «acuerdo moderno, vanguardista, de futuro, apoyado sobre lo que hoy en día se conoce en el ámbito pedagógico en torno al aprendizaje de lenguas en un contexto multicultural». Y por ello invitó al PNV a reconducir al PSE hacia el camino del PSC en lugar de ceder a su veto.