Ya está en marcha el primer electrolizador para producir hidrógeno renovable

Petronor ha inaugurado el electrolizador de 2,5 megavatios que produce hidrógeno renovable. Es el primer paso para alimentar el Corredor Vasco del Hidrógeno, que busca acelerar la descarbonización.

Esta mañana se ha inaugurado el electrolizador de 2,5 MW que produce el primer hidrógeno renovable de la CAV y de la nueva sede de Petronor en el Energy Intelligence Center (EIC), en el Parque Tecnológico de Ezkerraldea-Meatzaldea.

El acto ha contado con la presencia del presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra; el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz; el presidente de Kutxabank, Antón Arriola; el lehendakari Iñigo Urkullu; la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe; la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia; la primera teniente de diputada general y diputada de Promoción Económica, Ainara Basurko; el consejero delegado de Petronor, Jose Gregorio Luque; el adjunto al CEO de Petronor, Jose Ignacio Zudaire; el alcalde de Muskiz, Eduardo Briones; el alcalde de Abanto Zierbena, Iñaki Urrutia, y el alcalde de Zierbena, Eugenio Mendikote.

De momento, este electrolizador producirá 350 toneladas de hidrógeno renovable al año para abastecer al EIC y las nuevas oficinas de Petronor en el Parque Tecnológico. Además, este hidrogeno también irá destinado a los primeros autobuses y vehículos pesados de la plataforma logística de movilidad del propio parque, que contará con la primera hidrolinera (surtidor de hidrógeno) de Hego Euskal Herria, impulsada por el EVE y Repsol.

Un coche de hidrógeno. El precio de este ronda los 70.000 euroshttps://t.co/yMAJa11x0q pic.twitter.com/jyx90bvpOm

— Asier Robles (@asierrobles) October 9, 2023

La puesta en marcha de este electrolizador, fabricado por Sener y John Cockerill, así como la infraestructura necesaria para la producción y distribución del hidrógeno renovable, ha supuesto una inversión de 11 millones de euros.

Todos los hidroductos necesarios, desde la refinería de Petronor hasta el Energy Intelligence Center han sido desarrollados por Nortegas.

Este proyecto tiene por objetivo impulsar el Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C), la iniciativa promovida por Repsol y su filial vasca Petronor que, en palabras de la multinacional energética, busca «acelerar la recuperación económica, al mismo tiempo que se avanza en la descarbonización y se impulsan sectores estratégicos como la energía, la movilidad, la industria y los servicios».

Así, este consorcio aglutina a más de 80 empresas, instituciones y centros de investigación que participan en distintos proyectos y tiene previsto movilizar más de 1.400 millones de euros para posicionar a la región como referente internacional en hidrógeno renovable.

Este proyecto es el primer paso para impulsar esta apuesta estratégica, ya que en 2024, también en Bilbo, está prevista la puesta en marcha de un electrolizador de 10 MW, cuyo hidrógeno ‘verde’ abastecerá a una de las mayores plantas del mundo de combustibles sintéticos cero emisiones netas.

También en el entorno de Bilbo, en 2025, se prevé poner en marcha un tercer ‘megaelectrolizador’, en este caso de 100 MW, para abordar el proceso de descarbonización de Petronor y alimentar las necesidades del Corredor Vasco del Hidrógeno.

¿Qué es el hidrógeno verde?

La producción de hidrógeno verde se basa en un proceso innovador llamado electrólisis, que descompone el agua (H2O) en sus elementos básicos, hidrógeno y oxígeno, mediante el uso de electricidad generada a partir de fuentes de energía renovable, como la solar o la eólica. Este proceso eficiente y limpio permite obtener hidrógeno de alta pureza sin generar emisiones de gases de efecto invernadero.

Una de las ventajas más destacadas del hidrógeno verde, según sus defensores, es su impacto ambiental mínimo. Durante su producción, no se liberan emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contrasta fuertemente con el hidrógeno gris, producido a partir de gas natural, y el hidrógeno azul, que captura parcialmente las emisiones de CO2 resultantes.

El hidrógeno verde tiene una amplia gama de aplicaciones en la economía, incluyendo la movilidad, la generación de energía eléctrica, la industria y la producción de productos químicos. Puede utilizarse como combustible para vehículos de hidrógeno, como una fuente de energía para celdas de combustible, y como materia prima en la industria petroquímica.

Imaz (Repsol) carga contra la estrategia europea

Entre las intervenciones, fue la del consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, la que más destacó, que aprovechó para llevar el debate hacia sus interese y cargar contra las autoridades europeas por su estrategia de descarbonización.

«Mientras en Estados Unidos se está apostando por la neutralidad tecnológica, en Europa estamos en la prohibición, en la restricción», ha señalado poniendo como ejemplo que se esté discutiendo en Bruselas la posible prohibición del motor de combustión a partir de 2035.

Según él, estas prohibiciones, que las ha calificado como fruto de una «cerrazón ideológica», pueden hacer que los inversores claves «se vayan de Europa».

En esa línea, ha calificado de «una verdad a medias» el asociar descarbonización con electrificación renovable, asegurando que muchos sectores, como la aviación, el marítimo o los transportes pesados, entre otros, no van a poder alcanzar ese objetivo por esa vía.

Por ello, ha subrayado que será necesario el impulso de los combustibles renovables para afrontar la descarbonización de esos sectores, que representan el 50-60% de la economía mundial, y, «en estos momentos se va a decidir dónde van a invertir las empresas ingentes cantidades».

Movilización de los trabajadores contra la política de sanciones

En el marco de esta inauguración, y aprovechando la presencia de altos cargos, el comité de empresa de Petronor se ha concentrado este lunes ante el EIC para denunciar la «inaceptable» política de sanciones que aplica la dirección de la empresa a la plantilla.

Según han denunciado, durante los últimos años, la dirección de Petronor está castigando a los trabajadores por situaciones que muchas veces vienen dadas por la «propia dinámica de trabajo instaurada por la dirección, mientras que estas medidas ejemplarizantes no se toman nunca cuando son atribuibles a la dirección».

«Las sanciones no son el camino cuando existe una clara intención de hacer el trabajo encomendado y no se busca el hacer daño de manera deliberada. Ante estos casos es mucho más efectiva la prevención, la formación y el estudio de las razones profundas de los hechos ocurridos», ha señalado el comité.

Por otra parte, han señalado que la relación de la dirección con la propia plantilla e incluso con la representación de los trabajadores es «deficiente», dado que «incumplen los plazos acordados, no se facilitan las informaciones comprometidas en tiempo y forma, no hay participación efectiva en la toma de decisiones, utilizan el Comité de Seguridad, Salud Laboral y Medio Ambiente para cumplir los requisitos mínimos legales, sin querer atajar los problemas de fondo que se mantienen en el tiempo».