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La OCDE ajusta la recaudación por los impuestos a las multinacionales

Los cambios en la tributación de las multinacionales auspiciados por el G20 y gestionados por la OCDE están a punto de completarse. La OCDE ha calculado ya el impacto que tendrá en los ingresos y, a pesar de que incrementará la recaudación, su efecto será bastante limitado.

Presentación en Paris del informe de perspectivas económicas de la OCDE (OCDE)

El Marco Inclusivo creado por el G20 y gestionado por la OCDE tenía como objetivo actualizar la fiscalidad a las grandes corporaciones internacionales con el fin de evitar que siguieran eludiendo el pago de impuestos utilizando las diferencias entre jurisdicciones fiscales. El trabajo de análisis y propuestas fue bautizado con el complicado nombre de Erosión de la Base Imponible y Traslado de Beneficios (BEPS) y plantea, por un lado, una serie de reglas para gravar los ingresos que se obtienen cuando se realizan transacciones electrónicas; esta parte fue denominada Pilar 1. Por otro lado, estarían los criterios para implantar un impuesto sobre sociedades mínimo del 15%, también llamado Pilar 2.

El Pilar 1 incluye a las multinacionales con unos ingresos superiores a los 20.000 millones de euros y una rentabilidad que supere el 10% del volumen de negocio. A estas empresas se les gravaría una cuarta parte de las ganancias que superen ese 10%, y la recaudación se distribuiría en función de los países en los que se realicen las ventas. Para complicar más las cosas, el Pilar 1 tiene dos componentes: el Importe A incluye dos tipos de actividades: servicios digitales automatizados y estandarizados que se prestan a grandes clientes y la venta de bienes y servicios al consumidor final. El Importe B incluiría los ingresos por actividades de marketing y distribución.

El pasado miércoles la OCDE hizo público el Convenio Multilateral para implementar únicamente el Importe A del Pilar 1. El documento incluía algunas objeciones formuladas por India, Colombia y Brasil sobre los criterios de reparto de la recaudación. Junto con el borrador del convenio, la OCDE publicaba una estimación de la recaudación por este concepto que rondaría, según sus cálculos, los 200.000 millones de dólares.

El organismo internacional también informó de que, según las estimaciones de sus técnicos, la reasignación de los derechos impositivos de las jurisdicciones con impuestos bajos hacia otras con tributos más elevados hará que la recaudación global crezca. Los funcionarios de la OCDE han estimado que, con los datos del año 2021, el aumento de recaudación estará entre los 17.400 y los 31.700 millones de dólares anuales.

Un incremento de la recaudación que sin duda permitirá a los países con sistemas fiscales más débiles completar sus presupuestos. No obstante, tampoco va a suponer un cambio radical, al fin y al cabo, la recaudación total deberá repartirse entre todos los países firmantes del convenio y el volumen que se espera ingresar no es tan elevado. Sirva como ejemplo que solo la deuda de Argentina (400.000 millones de dólares) duplica la cantidad que se recaudará con el Importe A del Pilar 1.

La entrada en vigor

En este proceso de implementación de los criterios acordados en el Marco Inclusivo sobre el impuesto sobre sociedades, el pasado verano un total de 138 países acordaron abstenerse de imponer impuestos digitales o medidas similares –como la tasa Google española– hasta final de 2024 o hasta que el Convenio Multilateral entre en vigor. Para ello será necesario, cuando se dé inicio al proceso de ratificación, que al menos 30 países que representen al menos al 60% de las matrices de las multinacionales afectadas firmen el acuerdo.

Según los cálculos de la OCDE, el número de multinacionales con 20.000 millones de dólares de facturación y beneficios superiores al 10% del volumen de negocio estarían entre 74 y 106.