INFO

13E, Bilbo; importantes referentes llaman a «tomar las llaves de la solución» carcelaria

«Es necesario ir cerrando las puertas que nos perpetúan en el pasado y abriendo las que dan salida a la problemática de los presos/as, refugiados y deportados». Es el mensaje que lanzan personas muy referenciales, de aquí y de allí, con fecha y lugar: sábado 13 de enero, Bilbo.


Personas relevantes de la sociedad vasca que van desde Carlos Garaikoetxea o Juan José Ibarretxe a Itziar Ituño o Pello Reparaz, líderes internacionales como Gerry Adams, víctimas de ETA como Rosa Lluch y Rosa Rodero y de la violencia estatal como Unai Romano y Maider García... Decenas y decenas de firmas se han unido en un manifiesto titulado ‘Konponbiderako giltzak’, que sustenta la movilización del próximo 13 de enero en las calles de Bilbo, y cuyo doble objetivo queda claro en el título: «Cerrar puertas que nos perpetúan en el pasado» y «abrirlas a la solución».

Muchas de ellas han estado en la presentación de la iniciativa, este sábado en Gernika, junto a Sare. El texto –difundido en cuatro idiomas y con un vídeo de apoyo en el que diversos firmantes leen extractos– comienza recordando que «utilizamos la llave para abrir y cerrar: la casa, el coche, la caja fuerte, el candado, la jaula, la cárcel. Guardamos bajo llave lo que nos importa: dinero, joyas, documentos, recuerdos, secretos, nostalgias. La llave nos permite entrar y salir: Avanzamos, o nos quedamos atrás, atrincherados. La llave para qué, esa es la clave».

Su objetivo, detallan a continuación, es «dejar atrás el dolor, los odios y las violencias del pasado, sin olvidar ni minusvalorar el sufrimiento de nadie, pero sí para poder mirar el pasado, como enseñanza para el presente y futuro». Y, en paralelo, «abrir puertas a la solución», y en concreto «dar salida a la problemática de los presos/as, refugiados y deportados vascos y a la búsqueda de un acuerdo de mínimos que posibilite un tratamiento justo e igual para todas las víctimas de las violencias generadas en nuestro país».

‘Konponbiderako giltzak’ constata que «todavía no hemos podido cerrar definitivamente la puerta del pasado, porque aún continúan produciéndose vulneraciones de los derechos de los presos/as vascos» Y lamenta que a medida que esas personas van avanzando por el camino legal, aparecen «nuevas cerraduras que dificultan la implantación de esa misma legislación: la excepción sigue siendo candada, la puerta para volver a casa sigue estando cerrada».

«No estamos pidiendo impunidad, sino abrir las puertas a todas las modalidades del cumplimiento de las penas que la propia ley ofrece, profundizando en un nuevo modelo penitenciario más humanizado y por tanto más justo, reconociendo los derechos que asisten a los presos y presas vascas y también a todas las personas que han sufrido en este país, y de esta forma respetando su dolor», remarcan los firmantes. Y concluyen con un compromiso: «Haremos el esfuerzo para que estas puertas se abran cuanto antes» y se logre «un futuro de convivencia».

Sare: «Legalidad, son derechos»

En esta presentación, para la que se ha escogido una localidad tan emblemática como Gernika, han tomado también la palabra Bego Atxa y Joseba Azkarraga. En nombre de Sare, han reconocido antes que nada que cuando la red empezó a trabajar, hace doce años, «éramos conscientes de que el camino no sería sencillo, pero no esperábamos estar aún sin lograr una solución».

Si bien la evolución de la cuestión carcelaria ha sido «importante en los tres últimos años», con el fin del alejamiento y otras prácticas como el aislamiento, «no tiene justificación alguna que la política de excepcionalidad jurídica se mantenga», han subrayado. Y más aún cuando esto se produce con decisiones judiciales lejanas que anulan el criterio «de las Juntas de Tratamiento de las cárceles y la Administración vasca». Han repetido un dato: se está recurriendo y forzando el reingreso en prisión del 75% de los casos de progresiones de grado, mientras que en otras «tipologías de delito» no alcanza el 25%. Un boicot que tiene «efecto destructivo en la moral de las personas afectadas» y ejecutado por «una jurisdicción especial [la Audiencia Nacional] creada en un momento y contexto superados por la realidad».

«Lo hemos dicho muchas veces, pero no está de más que lo repitamos hoy, ante todos vosotros y vosotras. No estamos pidiendo privilegios para nadie. No. Pedimos legalidad. La misma legalidad que se aplica a cualquier otro preso o presa de los miles existente», han insistido los portavoces de Sare. Recuerdan que algunos llevan más de 30 años entre rejas, que han cumplido más de tres cuartos de su condenas en varios casos, que no ven computados los años pasados en prisión en otros estados, y que ningún precepto legal impide que pisen la calle antes del final de condena.

La «falacia» de presos versus víctimas

Aludiendo ya a la iniciativa hoy presentada, han recalcado que «sí. Tenemos que tener la llave. Las llaves de la solución. Debe ser la propia sociedad vasca, a través de sus instituciones políticas y judiciales, la partícipe principal del diseño de cómo estos presos/as van regresando a sus casas. Hablamos de derechos».

«Hablamos de derechos humanos y es por ello que debemos tener muy en cuenta a las víctimas –han proseguido Atxa y Azkarraga–. Queremos decirles que vemos su dolor, lo sentimos y queremos compartirlo con ellas. Muchas cosas no tendrían que haber sucedido, pero frente a ellas queremos afirmar nuestra defensa de los derechos humanos, y que intenten entender nuestra defensa de todos los derechos humanos. Las personas presas en una democracia tienen un camino de cumplimiento de las penas con derechos que, si se desconocen, se niega la propia democracia. Reconocer y promover sus derechos no va contra las víctimas. Esa contraposición de personas presas y personas víctimas es una falacia que ha conseguido arraigar una visión extrema de la política que ya no cabe en tiempos de convivencia normalizada».