Las montadoras de cine reivindican el valor de su oficio en el festival Zinebi
Aunque, en la actualidad, la presencia de las mujeres montadoras en el cine estatal sigue siendo muy pequeña –apenas supera el 30% del total del colectivo–, las profesionales reivindican la importancia de esta profesión. Montadoras de distintas generaciones han hablado de su sector en Zinebi.
Zinebi, el Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbo, ha acogido la mañana del domingo en la Alhóndiga el encuentro titulado ‘Mesa de montaje’, donde han participado seis de las mejores montadoras del cine estatal del momento: Julia Juániz, Carolina Martínez Urbina, Ana Pfaff, Ariadna Ribas y Diana Toucedo, con la moderación de Virginia García del Pino (directora del documental ‘La estafa del amor’, que se proyectará en Zinebi el martes día 14).
Todas ellas son profesionales pertenecientes a distintas generaciones de montadoras, su trabajo ha estado al servicio de cineastas importantes como Carlos Saura, Víctor Erice, Basilio Martín Patino, Isaki Lacuesta, Alejandro Amenábar, Albert Serra, Neus Ballús o Carla Simón, entre otros.
Durante el encuentro, sus participantes han reivindicado el valor de un oficio que habitualmente se imbrica en los oficios de otros departamentos. Julia Juániz ha demandado que se reconozcan «los derechos de autor para un trabajo que implica un tiempo de escucha». Una opinión que comparte Ana Pfaff, para quien «el montaje es un proceso de escritura y de escucha con el director y con el material. Y también un lugar de búsqueda absoluto».
Por su parte, Ariadna Ribas considera que es «muy difícil separar trabajo de guionista y de montaje» y Diana Toucedo confiesa que «en un documental hago muchos trabajo de guion y de dirección». Además, Ana Plaff apuesta por estrechar la relación «entre montaje y dirección, y con otros departamentos como sonido».
También se han abordado durante esta cita las condiciones y el espacio de trabajo de esta profesión poniendo de manifiesto la necesidad de disponer de ayudante de montaje, de una sala bien ventilada e iluminada, con una silla cómoda y no estar siempre con auriculares. Como ha lamentado Julia Juániz, «el montaje no se valora. Hay que demandar que no se invierta todo el presupuesto en rodaje y se reserve también para la fase de montaje y postproducción».
Además, Virginia García del Pino apunta que «la presencia de las mujeres montadoras en el cine estatal apenas supera el 30% del total del colectivo», y que el montaje es «una forma de arte en sí misma», ya que es a través de él como «se crea una experiencia visual que nos transporta a mundos imaginarios y nos conecta con las emociones más profundas».
La animación a debate y, por la tarde, guionistas contra cineastas
Además de las proyecciones de las distintas secciones, el festival acogerá este lunes 13, a las 16.00 horas, un encuentro abierto a profesionales para dialogar en torno a los modelos de producción más frecuentes en la animación cinematográfica. Acudirán a la cita a la Alhóndiga, entre otros, Iván Miñambres, productor, CEO de la compañía bilbaina Uniko; Aitor Oñederra, cineasta, animador, docente y director del Festival Animadeba; Izibene Oñederra, cineasta y animadora, y Alberto Vázquez, ilustrador, dibujante y director de varias películas de animación ganadoras del Goya.
Por la tarde, a las 19.30, habrá una nueva edición de la Batalla de Vídeos, a modo de performance audiovisual, donde se reproducen piezas de internet de interés, de culto, impagables y juguetonas, en clave de humor. En esta ocasión, la cita incidirá en la dicotomía ‘Guionistas vs. Cineastas’, una desavenencia de actualidad en la industria que se remonta a los primeros pasos del séptimo arte.
En este encuentro, organizado por la Asociación Caostica y Zinebi, y amenizado por el cineasta y gestor cultural Borja Crespo, los guionistas Rubén Ontiveros y Diego San José dirimirán sus rencillas ante los directores Paul Urkijo y Koldo Almandoz. La cita, a las 19,30, en la Sala BBK de la Gran Vía.