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Reclaman veinte años para los imputados en el crimen del pasado enero en Atarrabia

El juicio por la muerte a puñaladas de un hombre el pasado enero en Atarrabia ha quedado visto para sentencia, tras los alegatos definitivos. La Fiscalía ha sostenido su petición de veinte años de cárcel para los dos principales imputados, la acusación particular inlcuye también a la mujer.

Un agente de la Policía Foral en el polígono de Atarrabia en el que sucedieron los hechos. (FORUZAINGOA)

La fiscal Elena Sarasate ha mantenido este lunes su postura presentada en la primera sesión del juicio oral por el crimen que tuvo lugar en Atarrabia el pasado enero y ha solicitado una pena de veinte años de prisión para Yaronknys Miguel J. y Emmanuel F. como autor material y cooperador necesario, respectivamente, mientras que pide un año y nueve meses para Diana S. por encubrimiento. El juicio ha quedado visto para sentencia tras escuchar todas las conclusiones durante la vista de hoy lunes.

Los acusados enfrentan cargos de asesinato con alevosía, ya que se les atribuye la comisión del acto de manera premeditada y con una ventaja significativa sobre la víctima, impidiéndole tener una oportunidad real de defensa o de evitar el ataque.

Según el relato de la fiscal, Diana S. mantenía una relación extramatrimonial con Alfredo Ogando U., y la madrugada del 14 de enero de 2023, el marido de Diana apuñaló a Alfredo hasta en 25 ocasiones. Ambos coincidieron en una discoteca, donde los perpetradores del crimen instalaron un dispositivo para rastrear el vehículo de Diana y confirmar la infidelidad.

Al percibir que el automóvil se movía, los presuntos asesinos decidieron seguirlo, y fue al llegar al hotel Villava cuando Yaronknys apuñaló repetidamente a la víctima, quien no tuvo la oportunidad de defenderse, mientras Diana consultaba la disponibilidad de habitaciones del hotel.

El principal acusado alegó legítima defensa en su declaración, ya que, según su versión, fue la víctima la que salió del coche para amenazarlo, y eso fue lo que provocó una pelea en el exterior.

«De espaldas»

Sin embargo, la fiscal ha asegurado que «Alfredo está sentado de espaldas a la carretera, no tiene por qué ver el coche de Yaronknys ni reconocerlo, está bajo los efectos del alcohol, por lo que es manifiestamente imposible que sea él el que se baja del vehículo para amenazar a su asesino».

«Toda la acción se realiza en 59 segundos, Alfredo estaba sentado y Yaronknys de pie, propinándole las puñaladas», ha continuado Sarasate, trayendo a colación la declaración del testigo, trabajador del hotel que se incorporaba a su turno sobre las 7.00, que vio lo que interpretó como «una paliza en el interior del vehículo».

La inspección ocular de la Policía Foral y el análisis de las lesiones de la víctima realizado por los médicos forenses coincide a la perfección con esta versión.

«Sin lugar a dudas» Alfredo Ogando estaba sentado en el asiento del copiloto cuando se ejecuta el crimen y «llevaba el cinturón de seguridad abrochado».

«Sin mancharse»

Sarasate ha descartado, asimismo, la versión ofrecida por Diana, que «debido a su estatura, es imposible que fuese ella quien le abrochó el cinturón a la víctima después de la agresión», tal y como declaró, al ser una maniobra «difícil» de llevar a cabo, y más, si cabe, sin mancharse de sangre.

En el caso de Emmanuel, su participación fue continua y constante en el tiempo, según la fiscal. «Hablamos de coautoría porque Emmanuel participó en todos los actos preparatorios y en el momento de los hechos no hizo absolutamente nada para impedirlo, ni tenía intención de ello. Los dos actúan juntos desde el primer momento hasta la huida al Aeropuerto de Madrid-Barajas», ha sentenciado Sarasate.

A Diana no la considera cooperadora, al darle a su marido ubicaciones falsas de donde se encontraba, y al verse sorprendida cuando fue informada por la Policía Foral de la geolocalización de su vehículo, que certifica que no era conocedora de que su marido iba a aparecer.

Además, «aparte de los posibles celos, había otros motivos», ha explicado la fiscal: «Alfredo había sido condenado por tráfico de drogas, que se las pasaba a Yaronknys y su padre, que también fueron recientemente condenados».

La acusación particular incluye a la mujer

Para la acusación particular, que representa a la familia de la víctima, Diana S. también formó parte del plan para matar a Alfredo Ogando, por lo que reclama para ella 20 años de cárcel, al igual que para los otros dos acusados.

«Hemos escuchado un compendio de mentiras y falsedades por parte de los acusados. No es un motivo de celos. Ya antes, Yaronknys había intentado quedar con Alfredo el 7 de enero», ha subrayado el abogado, dejando entrever el motivo del tráfico de drogas como móvil.

Según su versión, Diana S. «comenzó a enviar mensajes cariñosos a Alfredo para llevárselo a otro lado» y entró al hotel «para no tener que ver nada, pero acabó viendo al coche de su marido, por eso se sorprende tanto, porque se suponía que mientras preguntaba ya tenía que estar el crimen ejecutado».

Según los testigos, ha asegurado, «Diana grita ‘mátalo, mátalo’ y no intenta detener a su marido, sino le jalea con los brazos para que prosiga».

El abogado de la familia d ella víctima ha indicado que la mujer «asegura estar bajo tratamiento psicológico, siendo mentira, y sube a redes sociales foto de su marido en República Dominicana, después de matar a su amante y huir. Después de estos hechos, Diana y Yaronknys siguen siendo pareja».