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Ander Barrenetxea aprovecha su continuidad y agradece la presión constante de Imanol

Tras un 2022 horrible por la lesión sufrida en el primer partido ante el Alavés, lleva quince como titular esta temporada apoyado en su confianza cuando nunca había pasado de catorce. Su entrenador declaró el domingo que «tiene que mejorar muchísimo más, si se conforma con lo que hace se equivoca».

Barrenetxea es felicitado tras el gol marcado con la colaboración de Dmitrovic. (Gorka RUBIO/FOKU)

Ander Barrenetxea fue junto a Sadiq el protagonista de la victoria de la Real del domingo ante el Sevilla al marcar con la ayuda de Dmitrovic el primer gol en su decimoquinto partido como titular de la temporada, con lo que superaba los catorce que jugó en la 2020-21.

El donostiarra ha conseguido a punto de cumplir los 22 años la continuidad que no había conseguido desde que subió al primer equipo muy joven, con 17, en la temporada 2019-20. En noviembre ya ha superado su récord de titularidades, con once en Liga y cuatro en todos los partidos de Liga de Campeones, pero Imanol no quiere que se relaje.

El oriotarra dijo el domingo que Barrenetxea «tiene que mejorar muchísimo más. Si se conforma con lo que hace se equivoca. Se lo he dicho personalmente porque la semana pasada bajó un poco el pistón y este partido ha reaccionado un poquito mejor, pero si quiere ser jugador Top debe seguir creciendo y aportando muchísimo más. Es una gran noticia que de cara a portería esté siendo más agresivo, pero sigue lejos de ese techo. Debe buscarlo y no se puede relajar porque en Primera si te relajas te pasan por encima».

«Imanol es muy cercano»

Cuando le planteamos estas declaraciones a Barrenetxea respondió que «Imanol es un entrenador muy cercano, que te aprieta, pero también te ayuda mucho, te da muchas herramientas para cada partido. Agradezco la confianza que me está dando y espero seguir devolviéndosela. Aunque aprieta, es muy cariñoso con nosotros y nos lo tomamos muy bien».

Atribuye al oriotarra la aportación goleadora de los dos extremos más utilizados, con cinco goles de Kubo y tres suyos sin contar el provocado ante el Sevilla: «Nos aprieta mucho para tener esos números, quiere que los extremos y delanteros hagamos goles. En cada entrenamiento nos dice que tenemos que meter y que nos debe dar rabia irnos sin marcar. Esa caña que nos mete se nota en los partidos».

Antes de conocer la redacción del acta, en la que Ortiz Arias adjudicó el gol a Dmitrovic en propia puerta, el 2-1 sí se lo dio a En-Nesyry pese a desviar el balón Le Normand, Barrenetxea asumía que el gol no subiría a su cuenta: «Mikel Oyarzabal me ha dicho que es clarísimo que es suyo, que no hay nada que pelear, pero mientras sea para ayudar al equipo estoy muy contento».

«Vi a Dmitrovic fuera»

Sobre su decisión de lanzar la falta lateral directa, explicó que «en un principio iba a sacar Brais, pero le dije que igual era bueno tirar en dirección a la portería para que si no la tocara nadie pudiera entrar. Le he visto a Dmitrovic fuera de la portería y he decidido tirar cerca del poste porque he pensado que podía meterla».

Se alegró por el gol de Sadiq porque «es un compañero muy bueno y cariñoso con nosotros. Siempre está de buen humor. Le ha llegado el premio que merecía y todos estamos contentísimos por él. Siempre intenta ayudar. Cuando un delantero no marca se duda de él, pero nosotros nunca hemos dudado y ojalá siga dándonos alegrías».

Barrenetxea fue uno de los realistas sorprendidos por ese gol: «No me lo creía al principio. No sé cómo se le ocurrió tirar porque estaba muy lejos y cuando marcó le miré a Zubimendi y se echó las manos a la cabeza con su golazo».

Un calvario en 2022

El donostiarra ha superado en 2023 un 2022 horrible porque sufrió una rotura muy grave en el primer partido del año ante el Alavés el 2 de enero en el muslo izquierdo. Fue operado la semana siguiente por el doctor Lasse Lempainen en Finlandia y tuvo una recuperación muy complicada. Por eso volvió a su consulta en septiembre porque no podía entrenar y jugar con normalidad.

En esa revisión el médico finlandés no observó nada raro, pero Barrenetxea volvió a parar tras jugar quince minutos en octubre con el Celta y no fue hasta cumplirse un año de su operación cuando logró tener una continuidad en los entrenamientos y en los partidos. Volvió a jugar de inicio el 21 de enero de este año en Vallecas, con un gol, y fue titular después otros cuatro partidos seguidos hasta que tuvo que volver a parar tras ser sustituido al descanso en Valencia.

Desde marzo ha tenido continuidad y ha quedado superada una lesión que el médico que la trató dijo que era una de las más feas que había visto. En ese proceso reconocía tras su partido contra el Sevilla que «al final le das muchas vueltas a la cabeza, cuando ves que quieres y no puedes. El tema mental es el más importante en el fútbol porque si no estás bien ahí, no te van a salir las cosas. Yo lo he superado, no he necesitado de ayuda externa, pero a cualquier persona le puede venir bien una ayuda».

Un aspecto mental que también atribuye a su buen momento actual: «Yo creo que sobre todo es la confianza. Todos los futbolistas la necesitan para dar un rendimiento. Por muy bueno que uno sea, si no tienes confianza no puedes hacer nada, ni querer tener el balón. Yo quiero la pelota en todo momento, aunque falle lo vuelvo a intentar».

Titular indiscutible

Eso le ha permitido hacerse con la titularidad, ayudado por el paso de Oyarzabal al puesto de delantero centro. Ha jugado de inicio 14 de sus 16 partidos de esta temporada. Solo entró desde el banquillo en el primero contra el Girona y en el descanso ante el Mallorca.

Desde la confianza en sus posibilidades no cree que internamente ha sorprendido su comienzo: «Sobre todo los de fuera de Zubieta son los que más se sorprenden, porque entrenándome he dado un buen nivel. Después de la lesión me costó mucho volver a encontrarme y esta temporada me estoy reafirmando como jugador de la Real».

Y recoge el mensaje de Imanol para sostener que «todavía me queda mucho por dar. Ha sido un claro ejemplo este partido, que no ha sido muy bueno. A seguir mejorando y a ver si puedo dar un plus al equipo. Al final no todos los partidos lo puedes hacer bien. Cuando no tengo el día intento ayudar defensivamente y darlo todo. En estos dos últimos partidos he estado sosete y tengo muchas ganas con el del miércoles para seguir mejorando».

Sin quedar satisfecho con su actuación contra el Sevilla, sí lo está con «una victoria que para nosotros era muy importante porque a la vuelta de un parón cuesta. Hicimos una primera parte buenísima y los fallos que tuvimos en la segunda hay que corregirlos ya porque el miércoles viene una guerra y estamos preparadísimos para salir a ganar».

El Salzburgo, con bajas

El Salzburgo llega a Donostia tras perder los tres últimos partidos de Champions y ganar el sábado con las bajas de Terzic, Kameri, Kjaergaard y Koita al Hartberg (3-2) con un gol de Nene Dorgeles en el minuto 89 que le permite seguir líder de la liga austriaca, empatado a puntos con el Sturm Graz.

La Real tendrá este martes la última sesión preparatoria para el partido a las 12.00 en Zubieta y el Salzburgo se ejercitará a las 19:00 en el Reale Arena. Los austríacos se asegurarían la tercera plaza si logran puntuar en Anoeta este miércoles a las 21.00 y la Real quiere ganar para reforzar sus opciones de alcanzar la primera plaza del grupo.