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Repitiendo candidato o cambiándolo, el PNV ha caído elección tras elección en cuatro años

Hubo un tiempo en el que el PNV ganaba las elecciones antes incluso de saltar al campo, fuera cual fuera la alineación que presentara. Los datos parecen indicar que ahora la sigla arrastra al candidato.

Evolución de los votos del PNV en todo el último ciclo electoral. (NAIZ)

En todo el último ciclo electoral de autonómicas, municipales, forales y al Congreso de los Diputados, el PNV ha perdido votos tanto manteniendo a su anterior cabeza de lista como cambiándolo. El análisis de los datos demuestra que el candidato o candidata puede ser importante pero no parece ser determinante y da la impresión de que hay otros factores que mueven a los votantes.

El PNV ha decido sustituir a Iñigo Urkullu por Imanol Pradales como próximo candidato a Lehendakaritza. Y lo primero que ha llamado la atención han sido las formas que, evidentemente, han desbordado a la dirección jeltzale. Una filtración –que tuvo que salir de quienes conocían el hecho– anunció que el EBB había comunicado a Urkullu que no le iba a proponer, cuando era notorio que él aspiraba a seguir. Sabin Etxea no supo reaccionar porque «no valora informaciones periodísticas» y se remitía a una reunión del lunes. Sin embargo, se supone que sopesando que probablemente no podría guardar el secreto del nombre del sustituto por mucho más tiempo –este medio, por ejemplo, ya lo puso sobre la mesa– decidió acelerar el sábado y desvelar que apostaba por Imanol Pradales.

Pero hay otro dato llamativo. El PNV no ha explicado todavía las razones del cambio. Según los discursos de Andoni Ortuzar, el EBB «valora muy positivamente» los «casi doce años de compromiso y dedicación al Gobierno de Euskadi» de Iñigo Urkullu, «buscando siempre lo mejor para nuestra ciudadanía en momentos complicados». Tan solo ha hecho referencia a la necesidad de «abrir el camino a una nueva generación». Si alguien ha fijado una «más que satisfactoria base» y ansiaba acabar su obra en cuatro años, y si lo está haciendo todo bien, tener 62 años recién cumplidos no parece razón suficiente para tan abrupta prejubilación.

Y no ha habido más explicación sobre lo ocurrido estos últimos días. Andoni Ortuzar solo dijo el domingo en Sukarrieta que «hay quien quiere tensionarnos mediante filtraciones periodísticas que mezclan un poco de verdad con bastante de mentira. Gu, gurera. ‘Batasuna da indarra’».

El antecedente de Gasteiz

Lo que el EBB ha hecho ahora con Iñigo Urkullu se asemeja mucho a lo que el ABB hizo en octubre del año pasado con Gorka Urtaran, que también aspiraba a seguir como alcalde de Gasteiz, pero al que decidió sustituir por la entonces consejera Beatriz Artolazabal. En aquel caso, la dirección jeltzale ni siquiera mencionó a Urtaran en su anuncio, después de semanas de dimes y diretes sobre su continuidad.  

Según encuestas que encargó el PNV, la continuidad de quien había ganado las anteriores elecciones era peor para el partido que su relevo por Beatriz Artolazabal.

Las elecciones del 28 de mayo pusieron a cada cual –al ABB y a quien hizo las encuestas– en su sitio. Las elecciones municipales las ganó Rocío Vitero, de EH Bildu, con 24.845 votos y 7 concejales. Beatriz Artolazabal, con 21.454 papeletas y 6 ediles, quedó cuarta, detrás de la izquierda independentista, el PSE y el PP. Perdió casi la cuarta parte de los votos que tenía su partido cuatro años antes. Después PSE y PNV se aliaron con el PP para hacer alcaldesa a Maider Etxeberria.

Se publicó en su día que el PNV apaciguó el malestar de Gorka Urtaran prometiéndole un nuevo cargo más adelante, algo que ahora no podrán hacer con Iñigo Urkullu, al menos en las instituciones. Urtaran es ahora diputado de Políticas Sociales de Araba. Y Beatriz Artolazabal, que había ocupado ese mismo cargo antes de dar el salto a la Consejería de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno de Urkullu, es en estos momentos concejala en Gasteiz como ya lo fue entre 2000 y 2007.

Otros relevos

En las elecciones forales del 28 de mayo se produjeron relevos también al frente de las diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa, porque Unai Rementeria y Markel Olano habían decidido dar un paso a un lado.
En Bizkaia, Elixabete Etxanobe perdió un 20% de votos, pero mantuvo el primer puesto. Eider Mendoza también se quedó por debajo de los votos de su antecesor (-13,61%) pero tuvo que ver cómo la candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte, con 120.599 votos (15.139 más que el PNV), ganó las elecciones en Gipuzkoa. En todo caso, Mendoza no tuvo empacho en aceptar el apoyo del PP para hacerse diputada general.

En el cuadro que acompaña a estas líneas se puede ver cuál ha sido la evolución de los votos del PNV en todo el último ciclo electoral, comparando la última cita con las mismas urnas con la inmediatamente anterior. Y la caída es evidente en todos los ámbitos institucionales. Lo fue en las elecciones a Lehendakaritza, en las forales, en las capitales de provincia y en las todavía casi recientes elecciones al Congreso de los Diputados.

Quizá por ello el PNV ha puesto en marcha Euskadi Think Next, su enésimo proceso de reflexión. Entzunez Eraiki tal vez no funcionó.