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Elkarrizketa
Igor Otxoa y Mohamed Farajallah
Gernika-Palestina

«Gernika es una referencia especial para denunciar Gaza, puede tener difusión en el mundo»

La iniciativa Gernika-Palestina ya marcó un hito a nivel europeo desde Euskal Herria con la manifestación de Donostia nada más comenzar el ataque a Gaza, y vuelve a atraer la atención de los medios internacionales con el mosaico gigante que conformará este viernes en la villa vizcaina.

Igor Otxoa y Mohamed Farajallah participaron en la presentación de este mosaico gigante, realizada en Bilbo. (Andoni Canellada | Foku)

Gernika fue símbolo del horror en el primer bombardeo aéreo contra población civil en 1937 y ello la convierte en referencia clara de rechazo de lo que hoy día está ocurriendo en Gaza. Medios internacionales se han interesado por la iniciativa de este viernes, con un potente carácter simbólico. El objetivo de Gernika-Palestina, conformar un mosaico gigante que alerte de la masacre y reivindique una solución de fondo al conflicto. De ello han hablado Igor Otxoa y Mohamed Farajallah en NAIZ Irratia.

¿En qué consiste esta iniciativa?

Igor Otxoa: Vista la gravedad de la situación en Gaza, queremos visualizarla y mostrar solidaridad. Creemos necesario utilizar la referencia de Gernika, donde se produjo el primer bombardeo masivo contra la población civil, por lo que tiene una legitimidad especial para denunciar esto. Será una acción muy gráfica y con potencial para tener difusión en el mundo. Tenemos confirmado que estará la agencia Reuters, una agencia turca, Al-Jazzeera ya ha informado de ello...

¿Qué se hará exactamente?

I.O: En primer lugar, conformaremos una imagen gigante, en un lugar muy simbólico, como es el mercado que fue bombardeado en 1937, porque aquel era un día de mercado. Posteriormente habrá un acto de solidaridad, pero no solo hacia Palestina sino protagonizado por gente palestina junto a ciudadanos vascos. Nos hemos apoyado para ello en la implicación de Mohamed Farajallah.

Habrá diferentes actividades, incluyendo ‘Gernikan, Gazan’, la canción de Eñaut Elorrieta que se ha adaptado para la ocasión. En la grabación del pasado fin de semana ya hubo mucha emoción, porque se fueron incorporando los nombres de los ahora fallecidos. Creemos que será un acto muy emotivo, de en torno a una hora, desde las 12.00 a las 13.00.

¿Qué aspira a conseguir la iniciativa?

I.O: Hemos notado que la movilización va en descenso. También que la presentación de esta iniciativa no tuvo demasiado eco pese a su potencial. Pero no podemos dejar que esa masacre se normalice. Todas las acciones son necesarias, sin duda habrá más.

Como suele decir Mohamed Farajallah, hay que pasar a la acción. No puede ser que aún se siga hablando de derecho a defensa de Israel cuando está siendo el verdugo y es el ocupante. Es el mundo al revés. Hemos llegado a un punto en que no hay vergüenza para bombardear a niños, ambulancias y hospitales, trabajadores de la ONU, periodistas... Yo soy padre también y no podemos dejar un mundo así a quienes vienen detrás nuestro.

Mohamed, ¿cuál es tu historia?

Mohamed Farajallah: Nací en la época de la primera Intifada. De 0 a 9 años estuve viviendo una Intifada, piedra contra tanque. De 1996 al 2000 sí tuve algo de tranquilidad, pudimos al menos vivir el día sin medio, aunque sin recursos que pudiéramos disfrutar. En 2000 empezó otra Intifada que ha durado hasta 2007, en mi juventud.

Estuve en peligro a menudo. Nos han pillado en la carretera a mí y mis primos más de una vez. Una vez nos echaron una bomba y pensamos ‘se acabó la historia’. Fueron tres segundos en los que creímos morir. Echamos a correr y afortunadamente solo era una bomba de sonido. Si cuento el resto de historias, no terminamos hoy... De los 37 años que tengo, solo he vivido sin miedo los años de 1996 a 2000 y el tiempo que he pasado aquí.

¿Cuándo se da cuenta un niño palestino de que vive un peligro constante?

M.F: Cuando tienes un año; basta que tengas capacidad de andar y hablar. Porque tu familia siempre te está diciendo ‘no salgas ahí, ten cuidado’. El peligro es la ocupación. Luego año a año vas teniendo más información. Yo tengo un hijo que nació aquí; cuando fuimos allá con tres años lo pasamos fatal, nos hicieron de todo, los vio armados, y su pregunta era siempre ‘por qué, por qué’. Ahora, si le preguntas a mi hijo, te va a contestar igual que yo, porque ya lo ha visto.

Lo que está ocurriendo en Palestina es ‘cero vida’, no tiene los mínimos requeridos. Vivido desde aquí, también es muy duro; hoy llevamos todo el día esperando al juicio a mi tío, que tiene 70 años, estamos muy preocupados.

¿Qué podemos hacer desde aquí?

M.F: Dar voz a la causa palestina. No queremos ser un número de muertos. No somos una tendencia, somos una causa. Necesitamos acciones, ya está, no queremos gente que salga a hablar. Sin acciones, esto no va a parar. Ahora he estado hablando con un amigo de Gaza y me ha dicho ’solo volveremos a vernos si algún día acaba esto’. Y esto solo acabará haciendo cosas: este acto del 8 de diciembre, boicot a Israel, manifestaciones... Si la población va para adelante, puede mover a los que tienen el poder.

A la acción de Gernika le doy un montón de importancia. Esperemos que haya un número grande de personas y trasladen con ello esperanza, luz. Cuando desde Palestina vemos la gente que se moviliza por nosotros, eso es esperanza, aunque sea solo una gota de esperanza.