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Telefónica despedirá a 263 trabajadores en Hego Euskal Herria, casi la mitad de la plantilla

El Expediente de Regulación de Empleo de Telefónica afectará a 263 de los 541 trabajadores que la compañía tiene en Hego Euskal Herria, esto es, casi a la mitad de la plantilla, según ha informado LAB, que ha iniciado movilizaciones.

Representantes de LAB se han movilizado ante la sede de Telefónica en Artxanda. (LAB)

El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que anunció Telefónica España a principios de mes, que plantea un procedimiento de despido colectivo, afectará a un total de 263 trabajadores de los 541 que componen la plantilla de la compañía en Hego Euskal Herria, el 48,61%, según ha anunciado LAB en un comunicado.

El sindicato abertzale se ha movilizado este miércoles en Bilbo, ante la sede de la empresa en Artxanda, para expresar su «absoluto rechazo» al ERE.

LAB ha censurado la «destrucción masiva de empleo» que conlleva el ERE, «más si hablamos de una empresa que en los últimos tres años ha generado 11.782 millones de euros de beneficio, y si tenemos en cuenta que es la plantilla que ahora quiere despedir la que ha generado las ganancias mencionadas».

Telefónica justifica los despidos porque ve necesario establecer «una serie de programas e iniciativas implementadas de manera progresiva que buscan la digitalización, la automatización y la eficiencia de las distintas áreas que componen la compañía, y con estas sinergias contribuir a la mejora de sus servicios». 

Para LAB, sin embargo, existen medidas alternativas que «permiten la adecuación del servicio de Telefónica a las necesidades actuales, como por ejemplo, la reducción de jornada o la adecuada formación de la plantilla para que la empresa pueda hacer frente a nuevos retos». No obstante, lamenta, «Telefónica tiene un deseo insaciable de seguir acumulando beneficios».

Para poder trabajar dichas medidas alternativas «garantizando defender de manera efectiva a la plantilla afectada», LAB exige la apertura de una mesa negociadora en Hego Euskal Herria, «puesto que aquí tenemos una realidad socio-económica y sindical propia. Si aquí vivimos, es aquí donde tenemos que negociar», ha concluido.