Cientos de «llaves para la resolución» completan una marcha desde la cárcel de Basauri
Una movilización convocada por Sare ha unido el acceso a la prisión de Basauri con la plaza Arizgoiti, en el centro de esta localidad. «Estamos abriendo puertas para que otras puertas puedan cerrarse para siempre», han destacado.
Una marcha convocada por Sare ha unido este sábado la entrada de la cárcel de Basauri con el centro de esta localidad vizcaina para reclamar que se abran «las puertas de la resolución» a la situación de los presos y presas.
Durante el recorrido, que abrían un grupo de trikitilaris y unos zancudos, se han coreado consignas como ‘Denok batera presoak kalera’ o ’Euskal presoak, etxera’.
Ya en la plaza Arizgoiti se han recitado unos bertsos y ha tenido lugar una sencilla performance con unas puertas antes de dar lectura a un texto en el que se destacaba que dos meses después de que el manifiesto ‘Llaves para la resolución’’ se presentase en Gernika siguen sumándose adhesiones y aportaciones. «Estamos abriendo puertas para que otras puertas puedan cerrarse para siempre», han destacado las sarekides que han intervenido, de ahí la importancia de la implicación de cada persona.
«Pese a que tras el fin de la política de alejamiento estamos logrando que se den cambios en la política penitenciaria, nos sigue tocando denunciar, una y otra vez, que los presos vascos siguen encontrándose cerrado su camino de vuelta a casa», han denunciado, citando las trabas que están poniendo Fiscalía y Audiencia Nacional a la aplicación de la legislación ordinaria.
«Las medidas de excepción y los juzgados de excepción siguen siendo candados, pero estamos dispuestas a seguir avanzando en el camino, es el momento de adoptar compromisos para la resolución y la paz real», han asegurado.
«Mientras la excepcionalidad siga siendo ley, todavía, deberemos agitar muchas llaves dando continuidad a los pasos ya emprendidos, para abrir el camino a la vuelta a casa. Es el momento –han enfatizado– de abrir el candado de la excepcionalidad».
Han incidido en que la palabra «esperanza» está presente en las conversaciones y gracias a la colaboración de todos el camino a casa de las y los presos, refugiados y deportados pueden estar más cerca.
«Continuamos avanzando»
La de Basauri ha sido una de las movilizaciones que se suceden en distintas localidades del país en estas fechas tan señaladas, reflejo de un sentir social mayoritario.
A modo de balance de 2023, desde Sare y Etxerat han querido felicitar a la sociedad «porque continuamos avanzando, no tan rápido como quisiéramos, pero avanzando al fin y al cabo, y manteniendo el compromiso por el avance de la convivencia y la defensa de los derechos de las y los presos, refugiados y deportados vascos».
Han recordado al respecto que el pasado año, por estas mismas fechas, casi dos decenas de presos se encontraban aún en prisiones del Estado español, en lo que fue el final de la dispersión y, además, 13 de ellos estaban en cárceles francesas. En 2021, eran todavía casi un centenar las y los presos que permanecían en prisiones españolas y más de 20 en las francesas. En la actualidad, salvo 9 que están en el Estado francés, todos están en prisiones de Hego Euskal Herria.
«Continuamos, sin embargo, cautivos de las decisiones arbitrarias que toma un tribunal de excepción español respecto del futuro de las y los presos vascos, lejano de la realidad que vive en la actualidad Euskal Herria y empeñado en reiterar conceptos anquilosados en un tiempo pasado al objeto de bloquear el camino de vuelta a casa«, han lamentado.
En ese escenario, Sare y Etxerat ha insistido en la importancia del compromiso colectivo para que «abramos definitivamente la puerta de los derechos». Tras el cumplimiento de largas condenas, han apuntado a que se debe poner fin a la legislación de excepción y la aplicación de la ley ordinaria, «lo que significaría su vuelta a casa». «No podemos esperar más. Es lo que la mayoría de la sociedad vasca pide y anhela», han subrayado.
Por tanto, estiman que 2024 debe ser un año decisivo para desmontar definitivamente la excepcionalidad y conseguir que «por fin se respeten sus derechos». Para ello, consideran fundamental seguir trabajando y mantener la movilización, como las que tienen lugar estos días, y que la prevista para el 13 de enero en las calles de Bilbo sea un éxito.