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Mueren un transportista en Bilbo y un trabajador atrapado en Trapagaran

El conductor del camión cisterna cargado de gasolina que se ha incendiado este martes en la N-644, antes de los túneles de Mamariga, en Santurtzi, ha fallecido en el siniestro. Horas después ha perdido la vida también un trabajador atrapado en Trapagaran

Imagen de cómo ha quedado el camión tras el siniestro. (BOMBEROS DE BIZKAIA)

Este martes ha traído dos nuevas víctimas mortales de la siniestralidad laboral, ambos en Bizkaia.

Un camionero ha fallecido este martes después de que chocara contra la bionda de la carretera de acceso al puerto de Bilbo y se incendiara su vehículo, del que no ha podido salir.

Según ha informado la Ertzaintza, el accidente se ha producido a las 8:50 horas de la mañana en la carretera N-644, a la altura de los túneles de Mamariga, en Santurtzi, cuando un camión cisterna cargado de gasolina ha chocado con la bionda y la cabina se ha incendiado.

El conductor ha fallecido dentro de su vehículo y los bomberos ya han sofocado el incendio, aunque continúan refrescando el camión.

Además, un trabajador ha fallecido en la tarde de este martes, al parecer atrapado por una puerta corredera, en una empresa situada en el número 11 del polígono industrial Ugarte, en el municipio vizcaíno de Trapagaran.

Según ha informado el Departamento de Seguridad de Lakua a Europa Press, el accidente laboral ha ocurrido sobre las siete y veinte de esta tarde, y los sanitarios desplazados al lugar solo han podido confirmar la muerte del operario.

Concentración de denuncia

Tras conocerse lo sucedido en Bilbo, el sindicato ELA ha convocado una concentración de denuncia para este miércoles, 10 de enero, a las 16.00 horas en la rotonda de Aparcavisa de Santurtzi, a la entrada de Ferrira.

En un comunicado, ha recordado que «se trata de la primera muerte laboral de este nuevo año 2024» y que el año pasado, «al menos 50 trabajadores han muerto por un accidente laboral».

En el caso concreto de los transportistas, ha puesto el acento en que «los accidentes laborales que sufren se registran en la mayoría de los casos como accidentes de tráfico, dejando de lado los riesgos laborales que sufren estos trabajadores: ritmos de trabajo violentos, horas de trabajo inacabables, aislamiento, etcétera».

Y ha destacado que «la incorporación de empresas de ámbito estatal que incumplen el Convenio de Transporte de Mercancías de Bizkaia reduce los márgenes de beneficio y las empresas tratan de recuperar esos márgenes obligando a jornadas penosas y, en resumen, precarizando las condiciones laborales en el sector del transporte de mercancías. La precariedad golpea también en este ámbito, empeorando las condiciones laborales y la salud de los transportistas».

Condiciones «muy precarias»

En el mismo sentido se ha manifestado el sindicato LAB, que, a través de una nota, ha alertado de que la tasa de mortalidad en este sector «es muy alta. En 2023 murieron 10 transportistas mientras trabajaban, mientras que en el 2022 fueron 9».

En relación al suceso de este martes, señala que, en vista de las circunstancias del siniestro, «no se puede descartar que se haya tratado de un accidente no traumático que haya provocado el accidente que se ha producido a continuación. La incidencia de este tipo de accidentes es especialmente alta entre las y los transportistas».

En cualquier caso, «las condiciones cada vez más duras del sector se han convertido en un riesgo laboral cuyo impacto se refleja en los datos». En este sentido, denuncia que son «muy precarias: largas jornadas de trabajo, estrés, presiones, bajo precio que pagan por el transporte, dificultades para tener una vida y alimentación sana, etcétera».

Teniendo en cuenta estas circunstancias, LAB señala «claro que la mayoría de los accidentes laborales que se producen en el sector del transporte son totalmente evitables, y que para ello solo hace falta voluntad política, así como la implicación de todas las instituciones públicas y empresas para adoptar medidas que garanticen y respeten los derechos laborales de los transportistas».

Concluye que «hay que acabar con la precariedad. Hay que acabar con la impunidad patronal. Las instituciones no pueden seguir mirando hacia otro lado, ya que, de lo contrario, serán cómplices de lo ocurrido y de los accidentes que puedan pasar en el futuro. LAB no admitirá más accidentes laborales, ni en el sector del transporte, ni en ningún otro».