Europa aporta medidas para revisar las tarifas de la industria musical en streaming
La muy notable las disparidades en la distribución de ingresos dentro de la industria de la música en streaming parece que contará con algunas medidas muy concretas. Al menos eso es lo que pretende la Unión Europea mediante una revisión de unas tarifas que coaccionan a los artistas.
La Unión Europea ha tomado medidas concretas para abordar las disparidades en la distribución de ingresos dentro de la industria de la música en streaming, marcando algo novedoso al establecer un nuevo marco legal para un sector que, hasta ahora, carecía de regulaciones de la UE.
La resolución adoptada propone una revisión de las ‘tarifas de derechos de autor pre-digitales’, cuestionando los modelos de negocio que, según señala, «coaccionan a los creadores a aceptar compensaciones más bajas o incluso nulas a cambio de una mayor exposición».
Asimismo, plantea la posibilidad de tomar medidas contra la «abrumadora cantidad de música presente en las plataformas de streaming».
Un estudio reciente reveló que aproximadamente una cuarta parte de la música disponible en estos servicios no tuvo reproducciones durante el año 2023.
Prevenir la manipulación de cifras de streaming
En un esfuerzo por garantizar una mayor transparencia, la UE aboga por una supervisión más rigurosa de las herramientas algorítmicas y de inteligencia artificial, con el objetivo de prevenir la manipulación de cifras de streaming que, según se argumenta, a menudo resulta en una disminución de las tarifas para los artistas.
Además, se demanda que las canciones generadas por inteligencia artificial sean debidamente identificadas como tales, y se busca abordar el problema de las falsificaciones musicales, instando a las plataformas a identificar de manera precisa a los titulares de derechos mediante la «correcta asignación de metadatos» para destacar sus obras. Finalmente, se resalta la necesidad de diversificar los ingresos generados por el streaming, señalando que actualmente predominan las grandes discográficas y los artistas más populares, mientras que estilos o idiomas menos conocidos quedan en segundo plano.
La legislación busca incorporar una amplia variedad de géneros e idiomas, así como brindar reconocimiento a los creadores independientes en un intento por «lograr la equidad en la distribución de ingresos en la industria musical».