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LAB reclama ante las Juntas de Gipuzkoa el fin de la privatización de los cuidados

El sindicato LAB ha denunciado que las cargas de trabajo resultan «excesivas e insostenibles», lo que redunda tanto en la salud de las trabajadoras como en la calidad del servicio que se ofrece en residencias y ayuda domiciliaria.

Concentración de LAB ante las Juntas de Gipuzkoa. (Jon URBE | FOKU)

LAB se ha concentrado esta mañana ante las Juntas Generales de Gipuzkoa para insistir en la necesidad de publificar los servicios de cuidados –residencias de ancianos, intervención social, ayuda a domicilio y servicios para personas con diversidad funcional–, garantizando unas subidas salariales acordes al IPC y mejorando los ratios para reducir las «excesivas e insostenibles» cargas de trabajo.

Una veintena de personas se ha dado cita ante la sede foral de Miramon, donde han desplegado una pancarta con estas reivindicaciones que en los últimos meses se han puesto en el centro del debate político.

Representantes del sindicato han apuntado a la Diputación como responsable de esta situación. «Hace años que nuestros gobernantes, de la mano de la patronal, emprendieron la privatización de los puestos de trabajo relacionados con las tareas de cuidado», lo que ha llevado a «priorizar los beneficios de las empresas por encima del derecho a unas condiciones de trabajo dignas y unos servicios públicos de calidad».

Respecto a los salarios, han señalado que «no hay garantía del IPC» porque «la negociación colectiva está totalmente condicionada por la Diputación de Gipuzkoa, que siendo la principal titular y financiadora de la mayoría de los servicios es la que limita la capacidad económica de negociación de la mayoría de las asociaciones empresariales».

En cuanto a los ratios, han denunciado que la Diputación que lidera Eider Mendoza establece unas «cargas de trabajo excesivas e insostenibles» que «ni siquiera se cumplen», porque van más allá. «La mejora de los ratios es una cuestión de urgencia porque el exceso de carga de trabajo está causando graves daños en la salud física y social de las trabajadoras», a lo que cabe sumar «el impacto innegable en la calidad del servicio».

Por estos motivos, este sindicato reclama «un cambio de modelo» para «acabar con la privatización» y «dignificar las condiciones» en un ámbito que está ampliamente feminizado.