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Elevan a 10 años la pena por intentar matar a un hombre en Bilbo tras contactar por una app

El TSJPV ha elevado a 10 años de prisión la pena de 7 años y medio impuesta inicialmente por la Audiencia de Bizkaia a un hombre por intentar matar a otro en Bilbo con el que había contactado a través de una aplicación de citas para personas homosexuales.

Imagen de archivo del juicio contra el hombre finalmente condenado por intentar matar a otro en Bilbo. (EUROPA PRESS)

El hombre que intentó a matar a otro en Bilbo tras contactar con él a través de una aplicación de citas para personas homosexuales ha visto elevada a 10 años la pena de cárcel por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco al apreciar la agravante de alevosía.

En la sentencia, el TSJPV ha estimado parcialmente el recurso interpuesto por la asociación de gais, lesbianas, bisexuales, trans e intersexuales Gehitu y ha considerado que el encausado fue autor de un delito de tentativa de asesinato, al considerar que hubo alevosía en su ataque, ya que la víctima no tuvo posibilidad de defenderse y no un intento de homicidio, como recogía la sentencia inicial.

Además, la Sala de lo Civil y Penal ha rechazado la aplicación de la atenuante analógica de anomalía psíquica que observó la Audiencia de Bizkaia en N.D.M.B., cuando en diciembre de 2021 trató de matar a un hombre en un piso del Casco Viejo de Bilbo con el que había quedado a través de una red de citas para personas homosexuales.

El joven de 25 años es, además, sospechoso de otras muertes similares. En el juicio, la víctima declaró que logró zafarse del atacante y aunque sufrió golpes y heridas, consiguió salir de la vivienda para pedir ayuda.

La Audiencia de Bizkaia consideró probado que el acusado contactó con la víctima a través de una aplicación de contactos y que tuvieron una primera cita el 15 de diciembre de 2021 y una segunda dos días después, cuando volvieron a quedar en la casa de la víctima.

Mientras estaban en el sofá, el acusado «de forma inesperada y guiado con el ánimo de acabar con la vida» del otro varón trató de asfixiarle.

Imposibilidad de defenderse

La primera sentencia recogía la agravante de «aprovechamiento en la ejecución del hecho de las circunstancias de lugar y tiempo» y ahora la resolución del TSJPV ha considerado probada también la alevosía para calificar el hecho de intento de asesinato, porque «la víctima no tuvo imposibilidad de defenderse».

El TSJPV reconoce, al igual que la Audiencia de Bizkaia, que «existió una conducta de autoprotección de la víctima que consiguió introducir sus dedos entre el brazo y su cuello, tomando algo de aire e incorporándose».

Sin embargo, incide en que «esa conducta es propia de un reflejo instintivo de supervivencia» y no elimina la «alevosía y traición inicial» del procesado, quien se valió del «clima de familiaridad» y «confianza» que había entre ambos para, de «forma inesperada», presionar el cuello de su víctima cuando estaba en una postura en la que se neutralizaba «toda posible defensa».

El TSJV ha rechazado la agravante solicitada por Gehitu de haber cometido el hecho con motivación discriminatoria por la orientación o identidad sexual de la víctima.

Por todo ello, ha revocado parcialmente la sentencia de 13 de noviembre de 2023 de la Audiencia de Bizkaia y ha condenado al acusado como autor de un delito de tentativa de asesinato a 10 años de cárcel.

También establece una prohibición de comunicarse por cualquier medio y acercarse a la víctima a una distancia inferior a los 500 metros durante 11 años frente a los 8 años y medio que fijó el tribunal de instancia.

Esta sentencia no es firme y cabe recurso ante el Tribunal Supremo español.

Otra causa

La Audiencia de Bizkaia reabrió en enero otra causa contra el mismo joven, tras estimar un recurso de la asociación LGTB Gehitu, lo que supuso continuar la investigación sobre su posible participación en otra muerte.

El tribunal constató que había indicios que apuntaban a que el investigado «estuvo en el domicilio de la víctima» y que se llevó un ordenador portátil y sus tarjetas del banco, y de que un ciudadano latinoamericano llamó a la entidad bancaria para intentar cambiar las contraseñas el día de los hechos y logró sacar dinero de la cuenta en los días siguientes.

Además, los forenses concluyeron la posibilidad de que la víctima sufriera una muerte violenta por estrangulamiento, similar a la que el investigado usó cuando intentó matar a otro hombre en el Casco Viejo de Bilbo en diciembre de 2021.