INFO

Madrid y Dublín piden a Bruselas que revise los acuerdos con Israel

Los Gobiernos español e irlandés han pedido a la Comisión Europea que revise el acuerdo de asociación con Israel si confirma que «está incumpliendo sus compromisos de respetar los derechos humanos». Mientras tanto, la negociación apenas avanza en El Cairo y el Ejército israelí sigue las matanzas.

Soldados israelíes contemplan varios edificios destruidos en Gaza. (AFP)

En un contexto en el que la comunidad internacional arrastra los pies para reaccionar ante las masacres en las que Israel mata cada día en Gaza a más de un centenar de personas, muchas de ellas niños, el paso del Estado español e Irlanda parecía ayer singular.

Pero en un tono diplomático alejado de la gravedad de la devastación de Gaza, los Gobiernos español e irlandés pidieron a la Comisión Europea que investigue urgentemente «si Israel está cumpliendo sus compromisos de respetar los derechos humanos» en Gaza.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, firmó una carta junto al primer ministro irlandés, Leo Varadkar, en la que, además, piden a la Comisión «una evaluación urgente del acuerdo de asociación UE-Israel» ante «la insoportable situación en Gaza y el riesgo de una catástrofe humanitaria aún mayor debido a la intensificación de la operación militar israelí contra Rafah». Madrid y Dublín piden que el Consejo de la UE tome las medidas adecuadas si Israel no está respetando los compromisos que ha suscrito.

La Comisión confirmó que estudiará la petición, pero no mostró mucha intención de actuar al afirmar que ignora cómo encaja este tema con el acuerdo de asociación UE-Israel.

Incapaz de acordar una postura común, la UE asiste paralizada a las masacres diarias de Gaza. La mayor parte de los socios se sitúa entre la pasividad y el apoyo decidido a la ofensiva, que ya ha matado a más de 36.000 personas en cuatro meses en un territorio cercado. Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, también expresó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, su «firme oposición» a una ofensiva sobre Rafah que puede provocar «un desastre humanitario de una magnitud desconocida».

Igualmente, el secretario de Estado del papa, el cardenal Pietro Parolin, criticó que la reacción israelí en Gaza no es proporcional y no se justifica con el «derecho a la defensa», lo que provocó que la legación israelí en Roma tildara de «deplorables» sus palabras, a pesar de que, al igual que los Ejecutivos europeos, prologa la denuncia con la condena del ataque del 7 de octubre.

Negociación

Mientras tanto, las conversaciones para intentar negociar una nueva tregua continúan en El Cairo, donde se esperaba que una delegación de Hamas se reuniera con representantes de Egipto y Qatar, después del encuentro de la víspera entre los representantes de los servicios secretos de Israel, EEUU y Qatar.

La delegación israelí abandonó ayer El Cairo, a la vez que su primer ministro, Benjamin Netanyahu, aseguraba que las negociaciones no avanzarán si Hamas no cambia sus demandas. El movimiento islamista propone un alto el fuego en tres fases que incluye una retirada de las tropas israelíes de Gaza y sentar las bases para un acuerdo definitivo.

Uno de los principales escollos sigue siendo el número de prisioneros que Hamas pide que Israel libere de sus cárceles, en principio más de mil, a cambio de unos 130 rehenes, al menos una treintena de ellos muertos. Representantes de los familiares de los cautivos israelíes denunciaron frente al Ministerio de Defensa en Tel Aviv la falta de cooperación israelí como un «sentencia de muerte» para sus seres queridos. Analistas locales estiman que Netanyahu preferiría recuperarlos muertos, como «mártires», por sus propios intereses políticos.

Por su parte, el desacreditado presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, pidió a Hamas que concluya «rápidamente» un acuerdo de tregua, «para evitar a nuestro pueblo palestino otra catástrofe, no menos peligrosa que la Nakba de 1948».

Mientras la UE especula y la negociación se traba, los bombardeos israelíes mataron ayer a otras 103 personas.

Especialmente crítica es la situación del hospital Nasser en Jan Yunis, desbordado, sitiado hace semanas, sin agua potable y con las aguas residuales filtrándose en urgencias. Mohammed al-Astal, enfermero de esa unidad, describió una noche con «una avalancha de ataques y explosiones». «Los tanques abrieron fuego intenso y los francotiradores dispararon desde los tejados de los edificios vecinos, matando a tres personas desplazadas», añadió.

Miles de civiles que habían buscado refugio en el recinto del hospital, incluidos pacientes, habían empezado a abandonarlo ante el terror de una situación catastrófica, pero ya ni siquiera es posible llevar los cadáveres a la morgue por los disparos.

Líbano
La aviación israelí bombardeó el sur de Líbano, matando a una mujer siria y a sus hijos de 2 y 13 años. También mató a un miembro de Hizbulah e hirió a otras diez personas en un intenso bombardeo a la localidad de Adchit. Israel señaló que era la respuesta a los cohetes que lanzó previamente esta milicia y que causaron la muerte de una soldado en una base militar en la ciudad israelí de Safed.