El funeral del obispo Juan María Uriarte congrega en Begoña a cientos de fieles y políticos
El funeral por el obispo emérito de Donostia Juan María Uriarte, fallecido el sábado a los 90 años, ha congregado este lunes en la basílica de Begoña, en Bilbo, a cientos de fieles y numerosas autoridades religiosas y políticas.
La basílica de Begoña ha acogido este lunes a la tarde el funeral del obispo emérito de Donostia Juan María Uriarte, presidido por el prelado de Bilbo, Joseba Segura, en un acto en el que cientos de feligreses que han llenado el templo han dado su último adiós al fallecido el pasado sábado en el hospital de Basurto, a los 90 años de edad, tras haber sido hospitalizado hace unos días por sufrir un ictus.
La ceremonia ha sido oficiada por el obispo de Bilbo, Joseba Segura, y los prelados de Donostia, Fernando Prado, y de Zamora, Fernando Valera, diócesis donde Uriarte ejerció el episcopado, además de en Bilbo, donde fue obispo auxiliar.
Junto a ellos, una decena de prelados encabezados por el cardenal Ricardo Blázquez, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta (ambos fueron obispos de Bilbo); el arzobispo emérito de Iruñea y Tutera, Francisco Pérez González; el obispo de Orihuela-Alicante y antes de Donostia, José Ignacio Munilla; el obispo de Urgell y coprincipe de Andorra, Joan-Enric Vives Sicilia, y el obispo de Palencia, Mikel Garciandia.
Entre las autoridades políticas, los consejeros Josu Erkoreka y Gotzone Sagardui, la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe; la alcaldesa de Bilbo en funciones, Amaia Arregi; el presidente del PNV, Andoni Ortuzar; el secretario general del PSE de Bizkaia, Mikel Torres; y Ricardo Martí Fluxá, secretario de Estado de Seguridad de 1996 a 2000 en los gobiernos de José María Aznar, entre otros.
En la homilía, Segura ha recordado las últimas horas de Uriarte en la UCI de Basurto y su serenidad al recibir la unción y ha destacado que siempre escuchó a los que piensan distinto y buscó la unión.
Buscó la unión
Según ha subrayado, esto es «solo el último ejemplo de una larga historia de búsqueda, escuchando a quienes piensan distinto, intentando construir sobre lo que nos puede unir». En este punto, ha indicado que personas así «no sobran nunca, porque hoy todos somos conscientes de que resultan imprescindibles».
Segura ha señalado que los más cercanos a Uriarte le llamaban el «divino impaciente» por «la intensidad que ponía en algunos empeños y a veces por algunas peticiones que hacía que no eran fáciles de implementar».
Previamente al oficio religioso, el domingo y este lunes cientos de personas han pasado por la capilla ardiente instalada en la Casa de Espiritualidad de Begoña, situada junto a la basílica, entre ellos el lehendakari, Iñigo Urkullu; el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi.