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Cientos de personas se manifiestan en Bilbo contra los nuevos recortes en prestaciones sociales

Cientos de personas se han manifestado en Bilbo en denuncia de los nuevos recortes a las prestaciones sociales para el acceso a la vivienda. Han incidido en que la normativa en vigor excluye y criminaliza a los sectores más vulnerables y empobrecidos.

Cabeza de la manifestación al iniciar la marcha por la Gran Vía. (Aritz Loiola | FOKU)

Cientos de personas se han manifestado este sábado al mediodía en Bilbo para denunciar los nuevos recortes a las prestaciones sociales, que van a afectar, según las decenas de organizaciones convocantes, a los sectores más precarizados, empobrecidos y vulnerables.

A la conclusión de la movilización, que ha partido de la plaza Elíptica y ha finalizado en la del Arriaga, los colectivos organizadores han incidido en que la nueva RGI y la Prestación Económica a Vivienda va a excluir a las personas que no estén inscritas con tres años de antelación en Etxebide, quienes viven en subarrendamientos y no disponen de un aseo propio por habitación, las que no tienen un contrato de alquiler regular o las que viven ocupando viviendas vacías.

Los afectados, han destacado, son personas migrantes, familias con más dificultades para llegar a fin de mes, las trabajadoras con empleos precarios, los y las jóvenes trabajadoras o las familias monoparentales.

Han remarcado que «todos los partidos políticos han decidido aprobar estos recortes sociales», citando que PNV, PSE y Elkarrekin Podemos unieron sus votos para aprobar la nueva Ley de Renta de Garantía de Ingresos, «sumada la abstención cómplice de EH Bildu». En cuanto a la Ley de Vivienda, han apuntado, fue refrendada por PSE y EH Bildu.

«Vuelta de tuerca»

«Estas prestaciones ya eran unas prestaciones de miseria, pero con toda la letra pequeña introducida, se da una vuelta de tuerca más en el empobrecimiento de los sectores más vulnerables», han advertido.

«No solo se excluye a ciertas capas de la población del acceso a los recursos, sino que se genera un contexto cultural, político y social que legitime y profundice en la exclusión. Muestra de ello –han apuntado desde las decenas de organizaciones sociales que convocaban la manifestación– es que el no cumplimiento de los criterios burocráticos impuestos sea considerado como una situación irregular o directamente ilegal. Es decir, si eres demasiado pobre y no dispones de un contrato de vivienda, la responsabilidad caerá sobre ti, se asumirá que vives en situación irregular y se te retirará el acceso a la prestación».