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Huelva, la Copa más difícil de localizar y la más bonita para ganarla

A pesar de que el emplazamiento dificulta el desembarco de los aficionados, IDK Euskotren y Lointek Gernika Bizkaia afrontan con ilusión una edición en la que no hay una favorita clara. La donostiarra Lara González y la gernikarra Rosó Buch recuerdan con sus palabras que en la Copa todo es posible.

La plantilla de Lointek Gernika Bizkaia luce su nuevo uniforme copero. (@LOINTEK GERNIKA)

En Huelva está el puerto de Palos de la Frontera, donde partió la primera expedición de Cristóbal Colón buscando una ruta comercial distinta con las «Indias Orientales», al punto de que cuando, el 12 de octubre de 1492, Rodrigo de Triana avistó tierra desde la cofa de la ‘Pinta’, Colón creyó haber llegado a Japón –Zipango, como era conocido por aquellas fechas– y sin haberlo sospechado, se había dado de bruces con todo un continente como el americano.

Entre lo que nos atañe, América inventó, creó y desarrolló el precioso juego del baloncesto, con el profesor James Naismith como padre fundador allá por 1891. Y 133 años después, esta «circunnavegación temporal» nos devuelve a Huelva, porque es ahí donde se juega la Copa Femenina de Baloncesto, desde este jueves día 21 hasta el domingo 24.

«Jugar la Copa en Huelva no parece la decisión más sabia», admite, en todo caso, Rosó Buch, jugadora de Lointek Gernika Bizkaia y ganadora de la Copa en 2016, una Copa celebrada en el Josean Gasca de Donostia y en el que se impuso el conjunto onubense Conquero. «En Huelva fui muy feliz y aquella Copa en la que solo nos clasificamos cuatro y ganamos contra pronóstico a Perfumerías Avenida no lo olvidaré nunca. Pero respecto a la Copa del año pasado en Zaragoza, es sin duda un paso atrás. No ya porque la cancha de Zaragoza es más grande, sino porque llegar a Zaragoza es más fácil para los equipos, la mayoría del tercio norte de la península, y para los aficionados. El año pasado las gradas estaban llenas desde el partido del jueves, con lo difícil que es eso. Y llegar a Huelva es mucho más difícil: primero hay que llegar hasta Sevilla y luego tomar un autobús o un tren a Huelva. Con todo el respeto, creo que equivocan», indica la escolta de Mataró.

Gerardo Candina, por su parte, se muestra sorprendido con la respuesta de sus aficionados pese a lo difícil de la conexión. «Hemos asegurado no menos de 80-100 abonos, y de verdad que no esperábamos una respuesta así, pero eso habla de la lealtad de nuestra marea granate», indica el máximo mandatario de Lointek Gernika Bizkaia.

Un inicio algo rebuscado que continúa aún peor, ya que conviene recordar los antiguos manuales de teoría del deporte de hace más de 70 años, en los que se decía que el baloncesto, «dada la naturaleza de su juego» –sin patadas ni al balón o al rival en forma de agresión evidente, donde el uso de las manos para defender está penado con falta– «es un deporte ideal para señoritas». Señoritas finas y recatadas, se entiende. Pues bien, ocho equipos de «señoritas finas y recatadas» se van a dar cita en el Palacio de Deportes Carolina Marín para ver qué equipo retoma el testigo en el palmarés de Basket Zaragoza, presente en la cita onubense como una candidata más que seria ganar el título que, de forma sorprendente, se llevaba el año pasado en su propia ciudad.

Una final dirimida por un resultado de 55-51 sobre Perfumerías Avenida, después de un duelo con excesivo protagonismo arbitral, en parte porque su listón de las faltas varió tanto que las «señoritas finas y recatadas» se arremangaron de tal forma que no perdonaron una.

Parece que este año todo se ha ido disponiendo para que no se repitan tales sorpresas. Si los partidos de cuartos de final van a ser a las 18.00 y a las 20.30 tanto el jueves como el viernes, las semifinales se disputarán el sábado a las 12.00 y a las 15.00, para jugarse la finalísima el domingo a las 12.30. Un calendario comprimido a más no poder que por definición beneficia a los grandes favoritos –Valencia Basket, Perfumerías Avenida, Girona y Basket Zaragoza– en perjuicio de IDK Euskotren y Lointek Gernika Bizkaia, tanto como de Ferrol y Estudiantes, al parecer encaminadas por la propia organización a que caigan en cuartos y no molesten a los grandes cuando se jueguen el primer gran título de la temporada.

Memorias de una campeona

«Soy campeona de Copa y eso ya no me lo quita nadie. Cuando veía de pequeña por televisión este torneo me preguntaba cuándo iba a poder ser yo campeona. Y mira, pues el año pasado se nos dio el caso y es, sin duda, una de las experiencias más bonitas de mi vida», afirma Lara González, miembro el año pasado en la plantilla de Basket Zaragoza campeona del Torneo del KO y que, de regreso a IDK Euskotren donde creció, acude a la cita andaluza con ganas de vivir otra experiencia tan positiva como la de 2023.

La base donostiarra coincidió con la bilbaina Gracia Alonso de Armiño en el conjunto maño en la experiencia de aquel título. De hecho, la alero bilbaina llegó a principios de temporada a Ibaeta Basket pero mediado el curso decidía volver a Estudiantes, club con el que la vizcaina defenderá su titulo del año pasado. Lara González tiene razón en que es vigente campeona de Copa, pero para su desgracia, una lesión de rodilla sufrida una semana antes del torneo mermó sobremanera su aportación en la cancha, aunque llegó a disputar las semifinales ante Valencia Basket y la final ante Perfumerías Avenida.

En cambio, Gracia Alonso, que tras aquel torneo se ganó el apelativo de «Ministra de Defensa», fue un puntal inesperado en el triunfo aragonés, sobre todo por su aportación después de la expulsión en medio de la final de Vega Gimeno, por acumulación de una falta antideportiva y una técnica. «Cuando han expulsado a Vega, se ha encendido algo en mí para ayudar a mi equipo. No sabría explicar qué es, pero no podía fallarles», dijo la bilbaina al final de aquel partido para la historia.

«La clave es que todas creíamos en nosotras», recuerda Lara González con un año de distancia. «Fuimos pensando solo en el primer partido –frente a Kutxabank Araski– y se nos dio todo de cara. Y ahí empezamos a pensar que ‘este año es el nuestro’ y se empezaba a ver que creíamos de verdad. Y el hecho de estar en casa ayudó, porque en realidad tampoco nosotras dábamos mucho crédito a lo que estaba pasando –derrotaron por 59-74 a Valencia Basket en semifinales– y una vez en la final, ya pensábamos que ‘ya que estamos aquí, ¿cómo no vamos a conseguir el triunfo?’. Por eso, es que lo dimos todo para poder conseguir el título, y lo logramos», añade.

Porque la clave fundamental era y es «no dejarse ir», tanto la propia Lara González y su equipo, sea Zaragoza o IDK Euskotren. «Si queremos intentar ganar algo, tenemos que ir a por ello. Tenemos rivales complicados, como los tuvimos el año pasado, porque un Valencia Basket es el equipo a batir por plantilla o Perfumerías Avenida el que más títulos de Copa ha ganado. Pero esta es una competición diferente que tiene una motivación extra, y además nosotras no tenemos ninguna presión. Y a un partido, y después de haber competido los dos partidos de Fase Regular ante Valencia Basket, pero tenemos que creer en nosotras y hacer nuestro trabajo. Y al final, nos vaya bien o mal, lo importante es acabar el partido con buenas sensaciones», añade la jugadora guipuzcoana.

«Ropa para cuatro días»

IDK Euskotren será la más madrugadora en jugar, ya que disputa la primera eliminatoria, el jueves a las 18.00 ante Valencia Basket. Iris Mbulito y Becky Massey, compañeras de Lara González en IDK Euskotren, también tienen experiencia en la Copa, aunque en el caso de la jugadora grancanaria, esa experiencia data de sus años de adolescencia, mucho antes de su experiencia en la NCAA, su retirada temporal por culpa de la depresión y su retorno a las canchas.

«Preparamos un partido, pero llevaremos ropa para cuatro días», anuncia Iris Mbulito, que confiesa «sentirse cada vez mejor» en Donostia. «Al final es otro equipo, otra forma de jugar distinta, otro entrenador con otros sistemas. al principio fue un poco durillo pero cada vez me siento muy cómoda, y el equipo está preparado para jugar ante Valencia Basket», añade la jugadora grancanaria.

«¿Si no vas a competir, para qué vas hasta allá?», se pregunta por su parte Becky Massey. La flamante campeona de Europa con la selección belga sonríe pícaramente cuando le preguntan por sus posibilidades. «¡Claro que los tenemos! De otro modo, te quedas en casa y ni preparas la mochila. Además, si apretamos en defensa claro que tenemos opciones. Tenemos muchísima energía en nuestro equipo, y si apretamos ahí podremos correr y lograr canastas sencillas. Cuanto más agresivas seamos y con más agresividad juguemos, más opciones vamos a tener», indica la ex de Estudiantes, que podría pelear por un puesto en la final ante su exequipo si aparte del triunfo de las donostiarras a la Valencia Basket de Maria Eraunzetamurgil, Estudiantes supera al Girona de Roberto Iñiguez e Irati Etxarri.

«Jugar el año pasado con una lesión de rodilla fue una putada, por lo que la sensación en el juego fue algo agridulce», añade Lara González, engarzando sus recuerdos del año pasado con el duelo del jueves. «Pero sé que aporté desde el banquillo y hombre, las lesiones son algo que no puedes controlar, pero poder vivir una Copa, el ambiente que se vive, es un orgullo. Y por eso, no hay que dar nada por sentado. Puede ser que Valencia Basket se nos vaya de 15 puntos en un momento, pero tienes que seguir compitiendo para ver si les puedes buscar las cosquillas, porque lo importante es estar siempre, competir siempre; esa garra y esa ambición te lleva a verte, tal vez, en el último minuto con opciones de ganar», subraya.

Soñar con la Copa

Lointek Gernika viajará de noche en autobús para ir hasta Huelva y vérselas con Perfumerías Avenida el viernes a las 18.00. «Viajaremos de noche, por lo que vamos a soñar con la Copa, e intentaremos hacer realidad nuestros sueños», indica Marta Alberdi.

«El año pasado nos faltó creérnoslo desde el principio», reflexiona por su parte Rosó Buch. «Estuvimos a punto de liarla, pero empezamos mal, por lo que hay que aprender de ese error. hay que salir a jugar de tú a tú desde el salto inicial. Además, nosotras no tenemos ninguna presión y ellas sí. Y además, si nosotras jugamos bien tenemos opciones de ganar a cualquier equipo», indica la escolta de Mataró, convertida más que nunca este año en una referente absoluta de la escuadra gernikarra.

«A veces parece que los equipos grandes salen de los vestuarios ganando, pero yo he estado en equipo grandes como Girona y al principio de estos partidos, sobre todo en cuartos de final, hay mucha presión. Si un equipo grande pierde su primer partido, se considera un fracaso y ahí, los nervios juegan mucho. Obviamente, si tú saltas a la cancha con miedo ante un equipo de los llamados grandes, a la mínima te van a castigar tus errores. Entonces la clave está en jugar con confianza y apretarles para, si se llega a un final de partido igualado, se les pueda ganar», añade la número 66 de Lointek Gernika Bizkaia.

En el camino de Lointek Gernika Bizkaia en su andadura copera, hay que tener en cuenta que ha sido capaz esta temporada de superar a los tres rivales de su cuadro, incluyendo Perfumerías Avenida, a pesar de los numerosos cambios que ha habido en las dos plantillas, especialmente la salmantina, con la llegada de Arica Carter y la gigante Hatar. Pero el 80-73 de diciembre ahí está, como el reciente triunfo sobre Basket Zaragoza, por no hablar del 63-64 en la pista de Ferrol en la segunda jornada.

«Los favoritos están perdiendo más que nunca y se ve también cómo se están dando cuando se enfrentan entre ellos», reflexiona una Rosó Buch protagonista en esos partidos, erigida en una de las referentes de las de Lucas Fernández. «Cuando gané la Copa con Conquero era mi primera vez, pero ahora estoy en una situación de mayor madurez y siento que el equipo confía en mí y yo siento que puedo responder a esa confianza a la hora de sumar puntos y en otras facetas», indica la jugadoras catalana.

Por su parte, Lucas Fernández admira de su equipo la capacidad de «levantarse» después de caerse. «Al final el baloncesto es esto: caerse y levantarse; caerse y levantarse... Nos hubiera gustado caernos menos, pero ante equipos como Perfumerías Avenida, aparte de jugar concentradas los 40 minutos, lo importante es que, si te caes, el hoyo no sea tan profundo que no te permita volver. No soy muy de poner frases motivacionales, pero sí del trabajo diario y veo que este equipo es capaz de levantarse siempre, incluso ante rivales como estos que castigan mucho tus momentos malos», recalca el técnico de Lointek Gernika Bizkaia.

Pero también recalca que «los equipos grandes enfocan su preparación para estar bien en la Copa, mientras que nosotras la enfocamos para estar bien en cada partido. Representando a nuestros patrocinadores, nuestro pueblo y a toda Bizkaia, eso nos tiene que dar un plus de energía para competir los 40 minutos, a sabiendas de que nos la jugamos todo ahí».

«Ni los cabezas de serie ni los que no lo somos, estamos valorando que va a ser un tránsito fácil en una competición de tres días. Hay que luchar 40 minutos y más, como dice Jaume –Ponsarnau–. Vamos hoy y después, ya veremos», termina Lucas Fernández, a lo que Rosó Buch y Lara González, en calidad de jugadoras que saben lo que es ganar la Copa, le añaden el punto de vivir la Copa más allá de la competición deportiva.

«Es la mayor fiesta del baloncesto y la idea es vivirla, gozarla y disfrutarla», recalca la escolta de Lointek Gernika Bizkaia, mientras que la base de IDK Euskotren remacha diciendo que «estar en la Copa y poder vivir la experiencia de ese ambiente es un orgullo. Y por soñar por cosas como un derbi vasco en la final... nunca está de más. Una siempre piensa en ‘y si...’ y hay jugadoras que nunca han tenido el premio de vivir esta experiencia. Por tanto, vivir esto y, si hacemos bien las cosas los 40 minutos, ¿por qué no llegar más lejos?»