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Un estudio concluye que imitar a la ultraderecha en migración no dará votos en las europeas

Los partidos tradicionales en Europa cometerían un grave error si de cara a las elecciones europeas del próximo mes de junio apostaran por imitar a la ultraderecha asumiendo sus posturas, según un estudio del think-tank European Council on Foreign Relations (ECFR).

Valla fronteriza en Melilla entre Marruecos y la Unión Europea. (Óscar DEL POZO | FOKU)

Ante la perspectiva de que los partidos de extrema derecha ganen terreno en la Eurocámara, muchos de los partidos tradicionales –conservadores, socialdemócratas y liberales– «parecen haber adoptado una doble estrategia», que consiste en «imitar las políticas sobre inmigración de la extrema derecha y promover una narrativa centrada en los éxitos de la UE» frente a eventos como la pandemia, el cambio climático o la guerra en Ucrania, señala este think-tank.

Sin embargo, esta estrategia estaría equivocada, a la luz de los resultados obtenidos en el sondeo que ha realizado entre más de 17.000 personas en 12 de los 27 estados de la UE –Austria, Estado francés, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía, Estado español y Suecia– para entender cuáles son las tendencias de cara a las elecciones al Parlamento Europeo del 6 al 9 de junio.

«La inmigración no es tan central como piensan muchos políticos» y «centrarse en la agenda positiva de la Comisión Europea también podría beneficiar de forma contraproducente a los partidos anti europeos, porque los europeos tienen una percepción negativa del historial de la UE en la respuesta a crisis», advierten en el informe titulado ‘Un nuevo mapa político: entendiendo bien las elecciones al Parlamento Europeo’, elaborado por Ivan Krastev y Mark Leonard.

Los autores sostienen que «los partidos pro europeos tienen una oportunidad de terminar en una posición mucho mejor de la que esperan y con una mayoría operativa en el Parlamento Europeo».

«Abandonar mitos»

Para que esto ocurra, añaden, «los líderes europeos tienen que abandonar algunos de los mitos en los que viven actualmente y tienen que recuperar la iniciativa a la hora de fijar los términos del debate» de cara a las próximas elecciones.

A su juicio, «no deberían hacer de esta una elección sobre inmigración o sobre los éxitos de la última Comisión Europea», sino que deberían «adoptar toda una serie de estrategias diferenciadas a nivel nacional» con el objetivo de «movilizar a sus partidarios sin provocar a los votantes de extrema derecha».

El ECFR llama la atención sobre el hecho de que los partidos de ultraderecha no constituye un «frente unificado» y han mostrado «niveles muy bajos de cohesión y una capacidad limitada para cooperar». Por tanto, inciden, los partidos tradicionales «no pueden depender de una estrategia común para repeler a la extrema derecha».

Copiar las políticas de mano dura de la extrema derecha respecto a la inmigración no es la solución, según el ECFR, puesto que «la mayoría de los europeos no consideran la migración el mayor desafío al que se enfrenta la UE». El sondeo pone además de manifiesto que un gran número de votantes percibe que, pese a lo que digan o hagan en público, lo que quieren los líderes de los partidos pro europeos es «abrir su país a inmigrantes y refugiados. Cuesta imaginar que ningún votante de ultraderecha pueda verse atraído por un partido tradicional solo porque este intente imitar a la extrema derecha en materia migratoria».