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‘Pulp Fiction’, el filme que cambió la Industria cumple 30 años

El reparto original de ‘Pulp Fiction’ desfiló por la alfombra roja del TCL Chinese Theatre de Los Ángeles para celebrar el 30º aniversario del estreno de este clásico moderno que, gracias al talento de un joven director llamado Quentin Tarantino, cambió por completo la perspectiva de la Industria.

Mia Wallace (Uma Thurman) y Vincent Vega (John Travolta) en el Jack Rabbit Slim's. (MIRAMAX)

Coincidiendo con el 30 aniversario del estreno de ‘Pulp Fiction’, se celebró un evento especial en Hollywood, como parte del TCM Classic Film Festival, en el TCL Chinese Theatre de Los Ángeles.

Uma Thurman, John Travolta, Samuel L. Jackson y Harvey Keitel, junto a otros actores y actrices del icónico filme de los 90, se reunieron en la alfombra roja para conmemorar su trabajo en la película. Entre los presentes también se encontraba Tallulah Willis, representando a su padre Bruce Willis, cuya enfermedad neurodegenerativa no le permitió acudir a la gala.

La meteórica carrera de ‘Pulp Fiction’ arrancó en el Festival de Cannes del 94, donde se alzó con la Palma de Oro. El jurado, presidido por Clint Eastwood, la había considerado como la mejor película a competición, por delante de los trabajos de cineastas como Nanni Moretti, Krzysztof Kieslowski, Nikita Mikhalkov, Patrice Chéreau, Atom Egoyan, Abbas Kiarostami o Zhang Yimou, típicos directores del gusto de Cannes.

Y por si hubiera pocos motivos para desear verla, los críticos desplazados a esta ciudad costera del Estado francés hablaban maravillas de la película, y, lo que era aún más estimulante, la definían como una estupenda cinta de gángsters, que homenajeaba a las viejas historietas publicadas en aquella revistas baratas y de sencillas pretensiones de evasión.

John Travolta y Samuel L. Jackson con sus icónicos trajes negros. MIRAMAX
John Travolta y Samuel L. Jackson con sus icónicos trajes negros. MIRAMAX

Un antes y un después

Aquel galardón marcó un antes y un después en la historia del cine. Ya nada sería igual, ni para el director, que se convirtió en profeta del cine moderno, ni para los actores que hasta entonces, o no habían recibido su merecido reconocimiento (Uma Thurman) o atravesaban horas bajas (Bruce Willis, John Travolta).

Ni mucho menos para el hombre que se sentaba al lado de Tarantino en el auditorio de Cannes, el hoy defenestrado Harvey Weinstein, aquel productor que hizo trizas las reglas del juego al convertir una película independiente de 8 millones de dólares en un taquillazo de más de 200 millones.

‘Pulp Fiction’ rompió moldes y etiquetas. Las que separaban el cine de culto del popular, lo minoritario de lo masivo, lo exquisito de lo escabroso. Y al hacerlo, dejó noqueados tanto al público como a la crítica.

Con un ritmo trepidante, un inusual montaje fragmentado y escenas –y sobre todo diálogos– para la posteridad como el twist compartido por Mia Wallace (Uma Thurman) y Vincent Vega (Travolta) en el Jack Rabbit Slim's, cimentaron una leyenda asentada en un asombroso manejo de referencias cinematográficas que iban desde westerns como ‘Río Bravo’, pasando por un muestrario de películas de serie B y la obligada referencia a Jean Luc Godard y su ‘Bande à part’. 

Harvey Keitel y Quentin Tarantino comparten escena en 'Pulp Fiction'. MIRAMAX
Harvey Keitel y Quentin Tarantino comparten escena en 'Pulp Fiction'. MIRAMAX

Y llegó a Zinemaldia

Tras su paso por Cannes, la película recaló en el Zinemaldia lo que propició una secuencia un tanto singular que añadió una gran dosis de morbo al estreno de ‘Pulp Fiction’.

En aquella edición del certamen donostiarra, también se citó Oliver Stone, quien acudió con ‘Asesinos natos’, un filme basado en un guion primerizo de un Tarantino que no dudaba en despotricar contra lo que Stone había plasmado en imágenes y la organización tuvo que diseñar recorridos paralelos por las calles de Donostia para que ambos cineastas no se cruzaran.

Diego Galán recogió en estos términos el paso de Tarantino por Donostia en su obligatorio libro ‘Jack Lemmon nunca cenó aquí’: «La proverbial informalidad de Quentin estuvo a punto de dar al traste con su presentación formal de ‘Pulp Fiction’. No quería ir. Prefería enrollarse con Christopher Lee, a quien esos días estaba proponiendo una nueva versión de ‘Drácula’. Cuando Tarantino decidió acudir a la proyección era ya tan tarde que los acomodadores no encontraban asientos libres, salvo un palco demasiado ceremonioso para él. Sin dudarlo, se sentó en el suelo. Y allí se le pudo ver divertirse con su propia película y celebrar con sonoras carcajadas y aplausos encendidos la reacción entregada del público».

‘Pulp Fiction’ recaudó 9,3 millones de dólares el primer fin de semana de su estreno comercial. Al final de la temporada había alcanzado los 107,9 millones en Estados Unidos y 212,9 en todo el mundo.

Nadie esperaba eso. Nunca una película indie había superado los cien millones. Pero a partir de entonces, todas las grandes distribuidoras de Hollywood se lanzaron a producir proyectos de bajo presupuesto, cuando no a comprar pequeñas productoras, confiadas en poder repetir el milagro.

El cine independiente había triunfado pero, curiosamente, certificó su propia crisis de identidad.