Rememorando el pasado
LA CASA
Estado español, 2024. 83'. Dtor.: Álex Montoya. Guion: Joana M. Ortueta, Álex Montoya. Prod.: Joana M. Ortueta, Iván Martínez-Rufat, Álex Montoya. Int.: David Verdaguer, Luis Callejo, Olivia Molina, Marta Belenguer, Óscar de la Fuente, Lorena López, María Romanillos.
La adaptación de la sobresaliente novela gráfica homónima del prestigioso ilustrador valenciano Paco Roca, publicada por la editorial vasca Astiberri, narra la historia de José y su familia.
Un emotivo viaje de nostalgia, amor y reconciliación en el que el propio Roca plasmó sus propias vivencias personales.
Cuando José y su compañera sentimental, Silvia, regresan a la residencia de playa donde pasaron sus últimos días con su padre fallecido, no esperan verse envueltos en un torbellino de emociones y recuerdos que despiertan viejas heridas y afectos enterrados.
La película no solo nos sumerge en las complejas relaciones entre hermanos, marcadas por envidias, discrepancias y arrepentimientos, sino que también aborda la sensación de culpa que acompaña a muchos hijos adultos por no haber dedicado suficiente tiempo a sus padres ancianos mientras estaban vivos.
El reparto, encabezado por el versátil David Verdaguer, da vida a los personajes de manera magistral, mientras que los secundarios, como Lorena López y Óscar de la Fuente, brindan actuaciones memorables que elevan aún más la historia.
Nostalgia y emoción
Montoya logra capturar la esencia de la nostalgia a través del uso del formato Super 8 para las imágenes del padre fallecido, despertando una sensación de añoranza en el espectador.
Aunque la película aborda temas dramáticos, como el duelo y la pérdida, también deja espacio para momentos de humor y ternura, equilibrando las emociones y ofreciendo una experiencia cinematográfica rica y conmovedora.
‘La casa’ incluye entre sus intenciones la importancia de la familia, el perdón y la aceptación, recordándonos que, aunque el pasado pueda ser doloroso, también es parte de lo que nos hace quienes somos.
Una obra que consigue cautivar y conmover mediante un trazo sencillo pero muy eficaz y alejado de los subrayados emocionales.