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La OCDE mejora sus perspectivas económicas pero Europa sigue en el furgón de cola

En su informe semestral de Perspectivas publicado este jueves, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calcula que la economía mundial crecerá un 3,1% este año, como en 2023. EEUU se mantiene a la cabeza y estiman que su PIB crecerá un 2,6%

Presentación del informe de perspectivas económicas de la OCDE. (OCDE)

La OCDE mejora las perspectivas económicas globales para este año gracias a EEUU y a varios de los grandes países emergentes, mientras que Europa sigue en el furgón de cola, lastrada por el casi estancamiento de los cuatro grandes países del continente, Alemania, Estado francés, Italia y Reino Unido.

En su informe semestral de Perspectivas publicado este jueves, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calcula que la economía mundial crecerá un 3,1% este año, como en 2023, lo que significa dos décimas más de lo que había anticipado en febrero y cuatro más que en noviembre.

«Un optimismo prudente ha comenzado a dominar en la economía mundial, pese a un crecimiento modesto y a la sombra persistente de los riesgos geopolíticos», resume la economista jefe, Clare Lomardelli, que señala las evoluciones marcadamente diferentes en distintas regiones.

EEUU vuelve a ser punta de lanza. Los autores del informe creen ahora que su Producto Interior Bruto (PIB) subirá un 2,6% este año, cinco décimas más de lo que anticipaban hace seis meses e incluso una más que a comienzos de febrero. En 2025, estiman que el crecimiento será de un 1,8%.

También hay un cierto número de grandes emergentes que tiran del carro, como India (6,6% en 2023 y en 2024), China (4,9% en 2024 y 4,5% en 2025), Indonesia (5,1% en 2024 y 5,2% en 2025) o Turquía (3,4% y 3,2%).

Rusia vuelve a sorprender

Incluso Rusia, inmersa en su guerra contra Ucrania, sorprende una vez más a los expertos en coyuntura por la resistencia de su economía, que ha conseguido puentear la mayor parte de las sanciones occidentales.

En su enésima revisión al alza de las perspectivas desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, la OCDE calcula que, después de un incremento del PIB del 3,6% en 2023, este año el ascenso será del 2,6% (ocho décimas más de lo que había previsto en febrero).

La otra cara de la moneda es Europa, que una vez más pone en evidencia que está resistiendo a la casi parálisis de sus principales socios.

Sin embargo, el PIB en el Estado español, que fue el que más aumentó el pasado año en la zona euro (2,5%), tendrá un crecimiento en 2024 del 1,8%, lo que significa cuatro décimas más de lo estimado en noviembre y una más que en febrero. Para 2025, ese ascenso será del 2%. En el Estado francés la subida se limitará al 0,7% este año y apenas superará el 1% en 2025.

En contraste, la OCDE ha reducido sus expectativas para Alemania, que con un crecimiento del 0,3% en 2024 apenas saldrá de la ligera recesión en la que cayó en 2023 (-0,1%) y tendrá que esperar a 2025 para alcanzar una progresión pírrica del 1,1%. La situación no será mucho mejor para Reino Unido e Italia, para los que las subidas del PIB este año se limitarán al 0,4% y el 0,7%

La brecha EEUU-eurozona sigue aumentando

La zona euro, en su conjunto, únicamente crecerá un 0,7% este año y un 1,5% el próximo, de forma que se continuará ampliando la brecha cada vez más amplia con EEUU.

Si bien los autores de estudio destacan las diferentes señales positivas en la economía mundial (la inflación está bajando más rápido de lo que se esperaba, el paro está en niveles históricamente bajos, la confianza de las empresas y los consumidores mejora), también hacen notar que los riesgos no han desaparecido.

El principal que perciben es el geopolítico y en particular por el conflicto en Oriente Medio, que por la vía de una escalada de los precios de la energía y del endurecimiento de las condiciones financieras en caso de una escalada podría reducir en cuatro décimas las expectativas de crecimiento del PIB mundial en un año.