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El Sadar tributa un sentido homenaje a Arrasate tras hacer historia en el club rojillo

Jagoba Arrasate ha recibido un sentido homenaje después de dirigir su último partido con Osasuna. El de Berriatua, con el micrófono en mano, ha querido agradecer a la familia rojilla por los seis años inolvidables y ha recalcado que hay que cuidar «el tesoro de Tajonar».

Jagoba Arrasate ha sido manteado por los jugadores. (Idoia ZABALETA | FOKU)

Antes del partido ya han comenzado las muestras de reconocimiento al técnico de Berriatua. Un gran tifo desplegado en Grada Lateral ha agradecido los servicios prestados durante estos seis años, a la par que todo el estadio ha coreado su nombre cuando su imagen ha salido en el marcador electrónico y por megafonía.

Además, también en otras partes se han colgado más pancartas con muestras de apoyo, como en Graderío Sur con el lema «Lehen mailakoak gara, zuekin batera!» y en otra parte del estadio con «Jagoba eta Bittor betirako zuekin».

No solo han recibido el homenaje los dos primeros espadas del cuerpo técnico, también el preparador físico, Sergi Pérez, se ha llevado el cariño de la plantilla –lesionados incluidos– en la ronda de calentamiento previa al envite.

Y asimismo, tal y como viene sucediendo desde que el míster vizcaino anunciase su salida, desde parte de la grada se ha pedido en varias ocasiones la dimisión de la actual junta directiva por adjudicarle la responsabilidad de dicha marcha.

Una vez finalizado el choque, toda la plantilla, junto a chavales de la cantera ondeando banderas de Osasuna, han aguardado en medio campo a la salida de Arrasate, que ha tenido que atender en primera instancia a la operadora propietaria de los derechos televisivos, mientras el estadio ha atronado el nombre del de Berriatua.

Por fin, el protagonista de la despedida se ha dirigido al círculo central entre la ovación cerrada de El Sadar, que ha correspondido él también con aplausos y levantando los puños hacia la afición, que ha seguido coreando su nombre.

«Nos has hecho muy felices, capitaneando este barco, subiéndonos a Primera, llevándonos a una final copera y de nuevo a Europa, pero por encima de los éxitos deportivos, estamos orgullosos por la forma en la que nos ha representado», ha explicado el speaker del estadio iruindarra, Eduardo Días.

Un video con los mejores momentos del equipo en estos seis años, junto a imágenes del entrenador dando una charla en el vestuario rojillo o en el balcón consistorial de iruñea, le ha dado continuidad al homenaje, entre un gran aplauso continuado de la grada.

Momentos emotivos en los que Arrasate no ha podido reprimir las lágrimas recordando todo lo vivido durante este largo proyecto en el que ha estado sentado en el banquillo osasunista. El llanto también se ha contagiado a un buen número de aficionados en la grada.

Vuelta de honor

A renglón seguido, Díaz ha dado pie a la entrada de los dos técnicos en los que el vizcaino se ha apoyado en su trayectoria en Iruñea, su segundo, Bittor Alkiza, y el preparador físico, Sergi Pérez, ambos también sensiblemente emocionados.

La banda de txistularis de Nafarroa ha interpretado, en primer lugar, el “Agur jaunak” en honor de los tres, seguido de otras canciones populares, como el “Txori, txoria”, cantado también desde el graderío del estadio iruindarra.

A su finalización, algunos de los componentes de la banda les han colocado varios pañuelicos rojos a Arrasate, Alkiza y Pérez, que también han sido homenajeados con el tradicional y muy merecido aurresku de honor.

«Jagoba Arrasate, lo, lo, lo, lo...», una vez más, para dar paso al presidente Luis Sabalza –pitado por la grada–, acompañado del entrenador con más partidos en el banco rojillo, Pedro Mari Zabalza.

Ambos han entregado sendas estatuillas “Sentimentua”, que representa la defensa de la cantera, a Alkiza y Pérez –ya lo había hecho con antelación a Arrasate–, además de a este último del libro donde los aficionados han recogido mensajes para el técnico.

A continuación, los capitanes, Unai y David García, le han entregado una camiseta conmemorativa de los 256 encuentros en los que el de Berriatua ha dirigido al equipo y también Sabalza le ha impuesto la insignia de oro del club.

Primero en euskara y después en castellano, Arrasate se ha dirigido a El Sadar, agradeciendo «estos seis años fantásticos, en los que mi familia y yo hemos sido muy felices, y os lo transmitimos de mi parte y de la de Bittor y Sergi».

«No tengo la pena de marcharme, sino la felicidad de haber conocido este sentimiento rojillo –ha sentenciado–. Gracias a los estamentos del club, pero también a vosotros (refiriéndose a la plantilla), que os adoro y os quiero. Tenemos un tesoro, Tajonar, y debemos cuidarlo entre todos», ha sido su mensaje.

Y, como no podía faltar para la ocasión, ha entonado su último bertso:

Eskerrik asko guztioi
hau da txalo zaparrada
Sadarrek beti izan du
Nolabaiteko zirrara

Sei urte pasatu dira
Konturatzerako jada
Zorionekuak gu geu
Zorionik baldin bada

Saiatu naiz defendatzen
Osasuna ta euskara
Gorritxo guztientzako
Doa gure besarkada

Agur gu bagoaz baina
Laster bueltatuko gara
Agur gu bagoaz baina
Laster bueltatuko gara

Manteado por sus jugadores, después ha realizado una vuelta de honor a El Sadar, junto a Alkiza y Pérez, además de estar acompañado de su familia, con parada especial en Graderío Sur.

«Una persona normal»

Ya en sala de prensa, Arrasate ha admitido que se ha tratado de una despedida «muy especial» y también acertada. «Me han tocado la fibra con el Agur jaunak, el aurresku y Txori txoriak, quería algo normal, sencillo y familiar», ha señalado.

Ha añadido, además, que de estos seis años «me quedo con el cariño de la gente desde el primer día, hoy ha sido el colofón. Los números pueden ser más o menos tangibles, pero me considero antes persona que entrenador».

También ha explicado que le ha hecho ilusión estar junto a Pedro Mari Zabalza, pues «de él tengo las primeras referencias de Osasuna» y se ha autodefinido como «una persona normal que ha intentado llevar a Osasuna lo más lejos posible. Estoy en paz y sigo pensando lo mismo».

«Me he roto con el video y al ver a familiares, amigos y conocidos, esos momentos se quedan para siempre –ha continuado–, no tiene precio estar en mitad del campo y sentir todo eso».

Del mismo modo, ha querido hacer partícipes de todo este homenaje a sus más cercanos en tareas técnicas, Bittor Alkiza y Sergi Pérez. «No entiendo mi trayectoria sin ellos, sé que les cuesta estar ante los focos, pero se han emocionado y también han podido disfrutar», ha comentado.

Arrasate, que ha desvelado que ha tenido un momento muy íntimo en el vestuario con sus jugadores, ha resaltado precisamente de la plantilla que «es una grandísima familia, son grandes profesionales y mejores personas».

En este sentido, ha revelado que quería que en su último partido «jugase Unai y portase el brazalete de capitán», además de que entre semana había hablado con Raúl y Budimir para que este último «recobrase sensaciones partiendo de inicio y de cara a la Eurocopa».

Interpelado sobre con qué se ha quedado de estos seis años, ha destacado el que muchos de sus futbolistas anteriores le hayan felicitado y ha rememorado el triunfo sobre el Málaga, «que iba líder y al que remontamos con un gol de Roberto (Torres), como un punto de inflexión deportiva en su trayectoria.

Precisamente, ha querido elogiar al de Arre, a Oier y a Miguel Flaño, como tres pilares sobre los que se apoyó en sus primeros meses en Osasuna. «Pese a los malos resultados iniciales, ellos me convencieron de que estábamos trabajando bien y les estoy eternamente agradecido», ha dicho.

Como ha hecho sobre el césped, ante los medios también ha puesto de manifiesto la importancia de Tajonar. «Es nuestra cocina, un activo del club, se está trabajando muy bien y se están recogiendo los frutos, ahí tenemos un tesoro», ha reseñado.

Y también se ha referido a cuál es el secreto para mantener la identidad de Osasuna a futuro. «Dar continuidad a lo que se está haciendo, creer en Tajonar, asentar jugadores de futuro y conectar con la gente, ese binomio es indestructible», ha explicado.

Igualmente también ha concedido que ha evolucionado como técnico estos seis años. «Me costó implantar la idea de juego, luego fue rodado, pero ha habido momentos en los que hay darle una vuelta a tu modelo. Con rachas mejores o peores, la afición se ha identificado con el equipo», ha manifestado.

Del mismo modo, ha refrendado el hecho de que ha tomado la decisión correcta. «Coincidimos en ello mi mujer y yo, la decisión fue muy meditada y, visto lo de hoy, creo que acertamos de pleno», ha indicado.

También que uno de los argumentos de peso para irse ha sido un posible regreso más adelante. «Si me marcho ahora, creo que podré volver y hacerlo a un sitio donde mi familia ha sido muy feliz es muy importante», ha insistido.

En cuanto a su futuro personal, ha apuntado que lo tiene que tratar y analizar con su familia, pero que le gustaría ir a un equipo «en el que hubiese una plantilla similar, con un sentimiento de pertenencia».

Finalmente, ha tenido palabras de agradecimiento hacia los medios de comunicación, después de contabilizarse medio millar de comparecencias durante su etapa como técnico rojillo. «Me he sentido muy cómodo y ha sido un placer, os voy a echar de menos», ha asegurado.

Por último, y como no podía ser menos por parte de una persona con su corazoncito solidario, ha utilizado sus últimas palabras para referirse a la Asociación Navarra de Esclerosis Lateral Amiotrófica (Anela). «Juan Carlos (Unzué), Montxo y Txapela, especialmente este último con su lema “Rendirse no es una opción, han sido muy inspiradores y han dado visibilidad a una enfermedad muy jodida», ha concluido.

La guinda del empate (1-1)

Aunque lo han intentado con ahínco –mejor en la primera parte que en la segunda–, sus jugadores no le han podido brindar una victoria en su marcha, pero han ido por delante durante gran parte del encuentro.

Así, los rojillos se han adelantado por mediación de Budimir apenas superada la primera media hora de juego, después de una colada de Rubén Peña y un gran toque de zurda y con el exterior del ariete croata.

El Vilarreal, que ha perdido por lesión a su goleador y que optaba al pichichi, Sorloth, ha empatado de manera definitiva en el 57 gracias a una diana de su sustituto, Morales, el más activo en ataque por parte de los amarillos.