INFO

Detenido por traer a Gipuzkoa a jóvenes futbolistas «engañados», tras denuncia de SOS Racismo

La Policía española ha detenido a un hombre e investiga a su mujer por traer «engañados» a Gipuzkoa a 25 jóvenes colombianos que querían venir a jugar a fútbol. SOS Racismo ha confirmado que fue esta entidad quien interpuso la denuncia y subraya la gravedad de que se trate de menores.

El proyecto ‘La casa de los sueños’ se difunde en redes sociales. (NAIZ)

Un hombre ha sido detenido y su mujer está investigada bajo la acusación de traer ilegalmente a 25 jóvenes colombianos que querían hacer carrera como futbolistas en Euskal Herria. De momento ha quedado en libertad tras negarse a declarar.

Según ha informado la Delegación del Gobierno español en la CAV, «la investigación se inició el pasado mes de abril, cuando dos jóvenes de nacionalidad colombiana denunciaron la situación que estaban sufriendo en España».

Los jóvenes explicaron que se habían trasladado aquí al recibir en su país de origen la promesa de poder realizar una prueba para jugar en diferentes equipos de fútbol vascos.

En este sentido, explicaron que «las falsas promesas se las había hecho un compatriota suyo que dice ser representante de talentos». Con esa información, los investigadores descubrieron que el «cazatalentos» era un colombiano residente en Arrasate que tenía un proyecto denominado ‘La casa de los sueños', donde jugaban diversos chicos procedentes, principalmente, de Colombia y México.

Al parecer este proyecto era publicitado de forma muy activa en una conocida red social donde se presentaba como una agencia que trabaja para «cumplir el sueño a muchos futbolistas de jugar en España» y él se autodenominaba «representante de talentos».

Los investigadores pudieron averiguar que este hombre actuaba en colaboración con su pareja sentimental, también residente en Arrasate, y con otro varón que trabajaba como entrenador en Colombia y les servía para captar a chicos «deseosos de labrarse un futuro próspero en el fútbol profesional».

Con estos hallazgos y tras las pesquisas oportunas, los investigadores del Grupo Operativo de Extranjeros II de Donostia, en colaboración con la Policía Local de Arrasate, localizaron la existencia de 25 jóvenes colombianos, tanto mayores como menores de edad, que se habían desplazado desde su país de origen persiguiendo las mismas promesas y por las que habían desembolsado importantes cantidades de dinero.

Paralelamente, detectaron que tres clubes de fútbol vascos también habían sido víctimas de este engaño. La Policía cita a Arrasate, Sporting de Lutxana y Aretxabaleta.

Ofrecía tres meses de prueba

Las mismas fuentes han explicado que «el 'modus operandi' del detenido y su pareja consistía en «dar instrucciones a los jóvenes referentes a pagos, requisitos de entrada y condiciones para venir a España, cobrándoles ciertas cantidades de dinero como concepto de gastos de representación, manutención y alojamiento, así como por la emisión de las cartas de invitación».

Por lo que se refiere a las citadas cartas de invitación, el investigado «solicitaba a los jóvenes entre 200 o 300 euros para que uno de los clubes de fútbol antes citados les expidiera un documento donde invitaba a los chicos a entrenar y jugar en el equipo durante tres meses, es decir, el período máximo que permite la situación de estancia en España».

El investigado «solicitaba a los jóvenes entre 200-300 euros para que uno de los clubes les expidiera un documento donde les invitaba a entrenar y jugar con el equipo durante tres meses»

 

Con estos documentos los jóvenes podían llegar a creer que realmente existía un club vasco que estaba interesado en ellos y que finalmente tomaran la decisión de trasladarse

Una vez que los jóvenes se encontraban en Euskal Herria, les aconsejaban empadronarse para burlar la legislación vigente, ya que encontrándose en periodo de estancia (su finalidad no es residir en el país) no hay necesidad de inscribirse en el padrón de ninguna localidad y les alojaban en pisos alquilados por ellos.

En este sentido, los agentes constataron que el investigado tenía, al menos, cuatro contratos de arrendamiento de distintos domicilios en el municipio de Arrasate. Cada domicilio, lo alquilaban por un precio de entre 750 y 1.100 euros, y posteriormente subarrendaban las habitaciones, llegando a alojar a 10 y 12 chicos por vivienda, «lo que demuestra el potencial lucrativo del negocio, teniendo en cuenta que cada joven debía pagar entre 400 y 500 euros mensuales por gastos de alojamiento y manutención», afirma la Policía.

Por todo lo expuesto, el pasado 12 de junio se procedió a la detención del sospechoso y a la imputación de su pareja, por la presunta comisión de varios delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y falsedad documental. Atiende la causa el Juzgado de Instrucción de guardia de Bergara y no se descartan nuevas detenciones relacionadas con la trama.

SOS Racismo

SOS Racismo ha destacado este viernes el «plus de gravedad» que la presencia de menores de edad entre los posibles afectados en esta trama torga a este asunto.

Una tesitura ante la que SOS Racismo, que fue la que puso sobre la pista de estos hechos a la Policía española, ha decidido ahora personarse como acusación en la causa judicial abierta tras el arresto del sospechoso.

El abogado de esta asociación, Mikel Mazkiaran, ha explicado en declaraciones a EFE, que de esta manera SOS Racismo podrá acceder a las diligencias y conocer a fondo más detalles de lo ocurrido.

«Todo apunta además a que afecta a un grupo amplio de personas y hace de este asunto un tema de especial trascendencia que es por lo que SOS Racismo lo asume como un caso a litigar» en caso de que las diligencias abiertas continúen su recorrido judicial, ha explicado el letrado, quien considera que tras este tema se encuentra la «vulnerabilidad» de las personas extranjeras que quieren venir a Europa y muchas de las cuales «son objeto de engaños y estafas».

SOS Racismo recuerda la raíz del problema: «Es extramadamente complicado acceder y a partir de ahí cada uno busca sus estrategias»

 

Unas situaciones que, a su entender, se producen porque a los migrantes les resulta «extremadamente complicado poder acceder a España o a otros países de la Unión Europea».

«A partir de ahí, cada uno busca sus estrategias y siempre va a haber por desgracia alguien sin escrúpulos que pueda poner en marcha este tipo de montajes», ha descrito el letrado.

Mazkiaran ha recordado por otra parte que en el mundo del fútbol «existe una problemática específica», que no se corresponde con el caso investigado en Gipuzkoa, y que está vinculada a «ojeadores que acuden a los países de origen de los que son estos chicos y les ofrecen condiciones que luego no se cumplen».

El abogado ha explicado que el «control» de la FIFA sobre este tipo de actuaciones es «total», si bien ha lamentado que en algunos casos concretos esté «generando serios problemas» para que una serie de jóvenes extranjeros, «perfectamente integrados» y residentes ya en países de acogida, «puedan jugar en niveles superiores» de fútbol debido a las prohibiciones implantadas.

Por su parte, el presidente de la Federación Guipuzcoana de Fútbol, Manu Diaz, ha expresado su «preocupación» por la situación generada y ha dicho que han comenzado a «recabar información» entre los clubes afectados.