Netanyahu desautoriza el anuncio de una «pausa táctica humanitaria» parcial en Rafah
La Oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, clarificó este domingo que los combates en Rafah, sur de Gaza, continuarán «según lo planeado», tras el anuncio castrense de una «pausa táctica» de la actividad militar, que duraría once horas al día, en el sur de Gaza.
«Cuando el primer ministro (Benjamín Netanyahu) escuchó el domingo por la mañana los informes sobre una pausa humanitaria en el combate durante 11 horas al día, le dijo a su secretario militar que eso es inaceptable», detalla un comunicado de su Oficina, desautorizando el anuncio de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de una «pausa táctica con fines humanitarios», de carácter diario y de once horas de duración, a lo largo de una ruta por el sur de Gaza.
«Para aumentar el volumen de ayuda humanitaria que entra en Gaza y después de discusiones adicionales al respecto con la ONU y organizaciones internacionales, se llevará a cabo una pausa táctica local de la actividad militar con fines humanitarios desde las 08.00 hasta las 19.00 horas, todos los días hasta nuevo aviso», informaba el Ejército israelí en una publicación en su cuenta de la red social X.
Detallaba que esta «pausa» afectaría a una ruta que comienza en el paso de Kerem Shalom, en la frontera con Egipto, y proseguiría en dirección norte por la carretera de Saladino, rodeando la ciudad de Rafá hasta el hospital Europeo, cerca de la ciudad de Jan Yunis, según anunciaba a primera hora el Ejército israelí.
El portavoz del Ejército, Daniel Hagari, avisaba de que esta decisión no implica «el cese de los combates en el sur de la Franja de Gaza y los combates en Rafá continúan».Y, posteriormente, matizaba que la ruta desmilitarizada solo podrá ser usada para el transporte de ayuda humanitaria, no por civiles.
El anuncio se hacía el día que comienza el Aid al-Adha, la celebración del ‘Día del Sacrificio’ o ‘Día del Cordero’, que podría compararse a la Navidad cristiana o al día de Acción de Gracias estadounidense, en la que se ofrece comida especial a amigos y familiares, se hacen regalos y se reparten dulces a los niños, día que este año es una fecha de luto, dolor y hambre para los palestinos.
Medida «táctica» sin conocimiento del Gobierno
Tras el comunicado del Ejército, la Oficina del primer ministro protestaba por no haber sido informado y calificaba la decisión de «inaceptable», detallando que «una vez que se aclaró la situación, se transmitió al primer ministro que no hay cambios en la política de las Fuerzas de Defensa de Israel y que los combates en Rafah continuarán según lo planeado», añadía.
El medio ‘Times of Israel’ explicaba que las decisiones de declarar «pausas humanitarias» en Gaza suelen ser potestad del Ejército y realmente no está obligado a informar al Gobierno israelí o al gabinete de guerra en este caso, al tratarse de medidas puramente tácticas.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, también denunciaba que el Consejo de Ministros no tenía conocimiento de este anuncio y opinaba que el que haya tomado semejante decisión «es un auténtico idiota que no debería permanecer en el cargo».
Por su parte, Ben Gvir, ultranacionalista declarado y contrario a cualquier tipo de ayuda para Gaza, añadía que «es hora de eliminar este anticuado concepto de seguridad, esta aproximación delirante y lunática que solo provoca más muertos y caídos en combate».
El también ministro ‘ultra’ de Finanzas, Bezalel Smotrich, protestaba igualmente contra esta «pausa táctica» al entender que esta decisión «prioriza la legimitidad internacional de Israel por encima de la victoria en Gaza» y «capacita a Hamás para prolongar la guerra». Smotrich, además, acusó al Estado Mayor del Ejército de vivir «completamente desconectado» de la realidad que atraviesan las fuerzas de combate en Gaza, al anunciar esta decisión un día después de la muerte de ocho militares en combate.
Smotrich llamaba a la ocupación total de Gaza y a la imposición de un gobierno temporal como únicas soluciones para terminar con el conflicto. «Algo que el primer ministro Netanyahu o no es capaz de imponer, o no quiere hacerlo», remachaba.