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Netanyahu presiona a EEUU con el envío de armas: «La mayor parte se ha quedado atrás»

Benjamin Netanyahu ha criticado el retraso en el envío de armas desde la Casa Blanca, afirmando que la mayor parte del material «se quedó atrás» pese a sus múltiples llamamientos. Las declaraciones del primer ministro llegan tras una de las jornadas más letales en Gaza, con casi 150 muertos.

Netanyahu ha asegurado «hacer todo lo posible» para que los soldados israelíes tengan los «mejores medios de combate». (Shaul GOLAN | AFP)

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha aludido de nuevo este domingo al impacto que el supuesto envío ralentizado de armamento desde EEUU está teniendo en el Ejército y en la masacre que este está perpetrando en Gaza, y ha señalado que «la situación básica no ha cambiado».

«Hace unos cuatro meses hubo una caída espectacular en el suministro de armamento que llegaba de Estados Unidos a Israel. Durante muchas semanas hicimos un llamamiento a nuestros amigos estadounidenses para que aceleraran los envíos», ha afirmado Netanyahu al principio de la reunión con su Gabinete en Jerusalén.

«Lo hicimos en (conversaciones con) los rangos superiores y todos los rangos, y quiero enfatizar: lo hicimos en las habitaciones de invitados», ha señalado el mandatario en una clara alusión a conversaciones a puerta cerrada. «Recibimos todo tipo de explicaciones, menos una cosa: la situación básica no ha cambiado. Algunos artículos llegaron poco a poco, pero la gran masa de armamento quedó atrás», ha agregado.

Por eso, ha explicado Netanyahu, decidió hacer un llamamiento público el pasado 18 de junio, cuando grabó en inglés un video mensaje en el que calificó de «inconcebible» que la Casa Blanca haya retenido armamento a Israel.

Por su parte, EEUU dijo no saber a qué retenciones se estaba refiriendo y aclaró que el único envío que se frenó fue el de 3.500 bombas en mayo, por su posible uso en áreas densamente pobladas como la ciudad de Rafah, la zona más meridional de Gaza.

Así, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha afirmado este domingo que Washington no ha cambiado su posición de revisar el envío de bombas por temor a que fuesen utilizadas en una ofensiva a gran escala sobre Rafah.

«Tenemos un caso del que ha hablado públicamente el presidente (Joe Biden) sobre las bombas de 900 kilogramos y las preocupaciones que tenemos sobre su uso en zonas densamente pobladas. Eso sigue pendiente. Seguimos trabajando en ello», ha afirmado Blinken en rueda de prensa desde Washington acompañado del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en el marco de su visita a EEUU.

Netanyahu, sin embargo, ha reiterado estar dispuesto a sufrir ataques personales por su insistencia pública, pero ha remarcado que, como primer ministro, su trabajo consiste en «hacer todo lo posible» para que los soldados israelíes tengan los «mejores medios de combate».

Visita de Gallant

En ese sentido, su ministro de Defensa, Yoav Gallant, se dirige este domingo hacia Washington con la misión de desbloquear esa partida de armamento pesado congelada por las autoridades estadounidenses.

Gallant parte, según los medios israelíes, con la intención de explicar esta postura a su homólogo Lloyd Austin, a Blinken, y al director de la CIA, William Burns, siempre teniendo en cuenta que «la relación con EEUU es más importante que nunca», según las palabras del ministro en un vídeo publicado antes de su partida, esta pasada noche.

Gallant, en el vídeo, tacha de los próximos encuentros como «críticos para el futuro de la guerra de Gaza» y promete que tratará también la situación en Líbano, donde los enfrentamientos contra Hizbulah se han recrudecido todavía más durante los últimos días

Una de las jornadas más letales

Los llamamientos a acelerar las exportaciones de armas se producen en una jornada en la que al menos 47 personas han muerto y otras 121 han resultado heridas en Gaza a causa de los ataques de Israel, según el boletín diario del Ministerio de Sanidad gazatí.

A ello hay que añadir que este sábado el enclave palestino registró una de sus jornadas más letales en semanas, con 101 muertos, fruto de una serie de bombardeos de especial intensidad en los barrios de Al-Shati, Al-Tuffah y Al-Zeitun, en ciudad de Gaza, al norte.

Con estas cifras, ya son 37.598 los palestinos que han sido asesinados y 86.032 los heridos desde que comenzó la masacre israelí y la mayoría –en torno al 70%– son mujeres y niños, según el ministerio. Además, alrededor de 10.000 cuerpos continúan bajo los escombros y a los que ni las ambulancias ni los equipos de rescate han podido acceder aún.

A estos balances de víctimas mortales se suman más de 550 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este a manos de las fuerzas israelíes o en ataques por parte de colonos.

En Gaza capital han continuado los bombardeos a lo largo de este domingo, donde al menos 13 personas han perdido la vida desde la madrugada. «Aviones de combate de la ocupación (israelí) atacaron una casa en el barrio de Al-Sabra, al sur de la ciudad de Gaza», causando ocho muertes y dejando decenas de heridos, ha informado la agencia palestina de noticias Wafa.

Por la noche, además, un ataque aéreo en una residencia próxima a la céntrica Torre de Al-Jawhara, los restos de un emblemático edificio de oficinas –bombardeado en 2014–, han matado a otras tres personas. También en Ciudad de Gaza, dos personas más han muerto en el ataque contra una vivienda en Al-Shati, zona en la que un bombardeo ya mató el sábado a otros 24 gazatíes.

El Ejército israelí, por su parte, ha asegurado continuar con sus operaciones en la sureña Rafah, donde ha asegurado haber hallado «armas, túneles e infraestructuras terroristas bajo tierra, así como haber eliminado una célula terrorista que operaba cerca de sus tropas».

Según Wafa, los ataques de las fuerzas armadas se han concentrado en el centro y sur de la ciudad, fronteriza con Egipto, así como en el norte, donde una casa fue bombardeada.