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Joe Biden se retira de la carrera presidencial y apoya a Kamala Harris como candidata demócrata

El presidente de EEUU, Joe Biden, ha decidido abandonar la carrera a la reelección «por el interés de su partido y del país» y ha apoyado a Kamala Harris como candidata demócrata. El mandatario se retira de la contienda después de enfrentar semanas de presión para abandonar su campaña.

Biden y Harris, en una imagen de archivo, en la Casa Blanca. (Saul LOEB | AFP)

El presidente de EEUU, Joe Biden, ha renunciado este domingo a competir contra Donald Trump en las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre, según ha anunciado él mismo en un escrito difundido este domingo en la red social X en el que también ha mostrado su apoyo a Kamala Harris como candidata demócrata.

«Ha sido el mayor honor de mi vida ser su presidente. Y si bien mi intención ha sido buscar la reelección, creo que lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato», ha apuntado el mandatario de 81 años.

Biden ha cedido así a las presiones de su propio partido después de su mediocre actuación en el primer debate de la carrera a la Casa Blanca contra Donald Trump, catapultado tras el reciente ataque que sufrió Pensilvania. Decenas de legisladores y senadores le habían pedido en los últimos días que abandonara el testigo por su avanzada edad.

El presidente, que está aislado en su domicilio de Delaware recuperándose del covid, ha explicado que en los próximos días se dirigirá a la nación para explicar su decisión.

Además, Biden ha mostrado su apoyo a Kamala Harris, actual vicepresidenta de EEUU, como candidata demócrata a la Casa Blanca. «Hoy quiero ofrecer mi pleno apoyo y respaldo a Kamala para que sea la candidata de nuestro partido este año», ha señalado.

El mensaje destaca que su primera decisión como candidato en 2020 fue elegir a Harris como candidata a vicepresidenta «y ha sido la mejor decisión que he tomado».

El mensaje comienza recordando su decisión de retirarse de la carrera presidencial. «Compañeros demócratas. He decidido no aceptar la nominación y concentrar todas mis energías en mis funciones como presidente durante lo que queda de mandato», ha explicado en referencia al comunicado oficial previo en el que anunciaba su renuncia.

También Hillary y Bill Clinton se han apresurado a manifestar su respaldo a Harris como aspirante demócrata.

Harris quiere ganarse la nominación

En sus primeras palabras tras desvelar Biden su decisión, Kamala Harris ha agradecido al mandatario su apoyo para ser la candidata, pero ha defendido la necesidad de «ganarse» esta nominación.

«Me honra contar con el apoyo del presidente y mi intención es ganarme y vencer en esta nominación», ha apuntado Harris en un mensaje difundido en redes sociales.

«Durante el último año he viajado por todo el país hablando con los estadounidenses sobre la clara elección que tendrán que hacer en estas trascendentales elecciones y es lo que voy a seguir haciendo en los próximos días y semanas», ha adelantado.

Harris ha prometido que hará «todo lo que esté en mi poder» para «unir al Partido Demócrata y unir a nuestra nación para derrotar a Donald Trump y su extremista Proyecto 2025». «Tenemos 107 días hasta las elecciones. Juntos vamos a luchar. Y juntos vamos a vencer», ha remachado.

El mensaje incluye además un agradecimiento a Biden «en nombre del pueblo estadounidense» por sus «décadas de servicio a nuestro país». También destaca su «extraordinario legado sin igual en la historia estadounidense», «por encima del de presidentes que han tenido dos mandatos». «Es un profundo honor haber sido su vicepresidenta y estoy profundamente agradecida al presidente Biden y a toda la familia Biden», ha resaltado.

En particular, ha puesto en valor la «honestidad» y la «integridad» de Biden, así como «su amor por nuestro país y por el pueblo estadounidense». «Con este acto altruista y patriótico el presidente Biden está haciendo lo que ha hecho a lo largo de toda su vida de servicio: poner al pueblo estadounidense y a nuestro país por encima de todo lo demás», ha recalcado.

Semanas de presiones

Durante casi un mes, se han cuestionado sus capacidades físicas y mentales para seguir en la Casa Blanca por cuatro años más. De esta manera, Biden ha enfrentado crecientes presiones públicas y privadas de donantes, medios de comunicación, senadores y congresistas, además de figuras prominentes del Partido Demócrata, incluyendo a Nancy Pelosi y el expresidente Barack Obama.

Ejecutivos de Hollywood, importantes donantes y políticos clave de California, bastión demócrata por excelencia, han sido a su vez artífices de la revuelta contra Biden, actuando entre bambalinas para que ponga fin a su campaña para las elecciones de noviembre.

En las elecciones de 2016, cuando Donald Trump resultó ganador, era casi imposible encontrar aliados republicanos entre los empresarios de Silicon Valley, epicentro tecnológico. Sin embargo, en 2024 la situación ha cambiado.

Este mismo domingo, otra encuesta reflejaba que el candidato republicano mantiene tres puntos porcentuales de ventaja sobre Biden, en línea con la distancia adquirida tras el debate entre ambos de finales del mes pasado.

Cambio radical en tres meses

Biden proclamó su candidatura para las elecciones del 5 de noviembre el pasado 25 de abril. Lo hizo con la idea de que uno debe terminar lo que empieza y con la convicción de la amenaza que supondría el retorno de los republicanos al poder.

Un día después de su desastroso cara a cara televisado con Trump, el primero de este nuevo ciclo electoral, intentó aplacar el temor que su comparecencia había provocado en sus propias filas y en la ciudadanía, para regocijo de los conservadores.

«No me presentaría de nuevo si no creyera con todo mi corazón y mi alma que puedo hacer el trabajo. Hay demasiado en juego», dijo entonces en un mitin.

Le dieron su apoyo público posteriormente los expresidentes demócratas Bill Clinton (1993-2001) y Barack Obama (2009-2017), así como la ex secretaria de Estado y candidata presidencial Hillary Clinton, que en 2016 se le adelantó como eventual sucesora de Obama frenando las aspiraciones del hasta entonces vicepresidente.

Pero ese respaldo no tardó en resquebrajarse. El congresista Lloyd Doggett, representante de Texas, fue el pasado 2 de julio el primer legislador demócrata en pedir en voz alta que pusiera fin a su campaña.

Joe Biden, en un reciente acto político. (Kent NISHIMURA | AFP)

Le siguieron constantes filtraciones en los medios sobre el frenesí del partido al respecto, con convocatorias de reuniones telefónicas, encuentros de Biden con su círculo más cercano y reproches a quienes le asesoraron en su enfrentamiento dialéctico contra Trump.

Finalmente, este 21 de julio el político demócrata ha cedido a la presión y ha anunciado su retirada.

Un nuevo comienzo

Ahora el reloj vuelve a contar de cara a una nueva fecha crucial para el Partido Demócrata como es la Convención Nacional que comienza el 19 de agosto en Chicago (Illinois), el lugar donde debe aparecer el nominado definitivo de la formación política –con Harris ya encabezando todos los pronósticos– e incluso el nombre de la persona vaya a acompañarlo como candidato a la Vicepresidencia.

Con las reglas en la mano es un escenario que dista de ser ideal, porque Biden ha ganado todas las elecciones primarias de los últimos meses sin rival alguno y el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, uno de los responsables más poderosos del partido, no descarta apelar la posibilidad de que los demócratas designen directamente un nuevo candidato que no ha recabado en las urnas el número necesario de delegados para ratificar su nombre.

Sin embargo, expertos políticos de los medios estadounidenses coinciden en señalar que, visto el enorme interés de Trump en que Biden siguiera en carrera, la aparición de un nuevo candidato amenaza con dar otro giro de guion en un momento en que el magnate atraviesa el mejor momento en los sondeos desde el comienzo de la carrera electoral.

Petición de dimisión

Precisamente, nada más tener conocimiento del anuncio de Biden, Mike Johnson le ha instado a dimitir de su cargo de presidente.

«Si Joe Biden no es apto para ser candidato a presidente, no es apto para ser presidente. Debe dimitir de inmediato del cargo. El 5 de noviembre no está lo bastante cerca», ha afirmado el presidente de la Cámara de Representantes en un mensaje publicado en X.

Johnson ha dicho que se trata de una situación «sin precedentes en la historia de Estados Unidos», aunque en realidad Biden es el octavo presidente del país que no ha optado a la reelección pese ser elegible: Lyndon B. Johnson (1963-1969), Harry S. Truman (1945-1953), Calvin Coolidge (1923-1929), Theodore Roosevelt (1901-1909), James Polk (1845-1849), James Buchanan (1857-1861) y Rutherford Hayes (1877-1881), y sólo uno, Richard Nixon (1969-1974), presentó su renuncia durante su mandato.

Sí que no hay ningún precedente de que un candidato presidencial abandone su cargo a pocas semanas de una convención. Aquellos que optaron por esta decisión lo hicieron mucho tiempo antes y nunca por sus aptitudes físicas.