EEUU ha perdido el rastro de 32.000 niños migrantes no acompañados
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos desvela que las autoridades migratorias del país no han podido asegurar el bienestar de miles de menores migrantes desde hace cinco años. Los niños sin seguimiento podrían ser víctimas de trata, explotación o trabajo forzado.
A lo largo de los últimos cinco años, 32.000 niños inmigrantes no acompañados han entrado en Estados Unidos sin seguimiento ni condiciones que confirmen su seguridad. Así lo demuestra un informe del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos redactado por la oficina del Inspector General.
En el documento se analizan datos recogidos en el período que comprende los años entre 2019 y 2023, durante dos administraciones gubernamentales diferentes: la del expresidente Donald Trump (2017-2021) y la del presidente actual, Joe Biden.
Según los datos, alrededor de 448.000 niños ingresaron al país norteamericano sin acompañamiento de un familiar o tutor legal. Estados Unidos tiene un protocolo establecido para gestionar este tipo de situaciones cada vez más frecuentes y proporcionar a los menores la atención y cuidados necesarios durante su estancia.
Sin embargo, los resultados del informe ponen en duda la eficacia de este proceso y la seguridad de los niños que viajan en condiciones tan precarias.
De acuerdo con el informe, los niños que inmigraron durante estos cinco años fueron transferidos de la custodia de Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
A su vez, pasaron a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), responsable del programa que los colocaría en hogares de acogida o con un proveedor de atención.
Una vez pasaron por todas estas instituciones y fueron entregados para su asentamiento, el ICE no pudo determinar la ubicación de todos estos niños, puesto que más de 32.000 no se presentaron a sus audiencias en las cortes de inmigración.
Víctimas, no delincuentes
Los investigadores del caso han querido resaltar la gravedad de esta situación y han alertado de que los niños que no comparecen ante el tribunal de inmigración están en riesgo de convertirse en víctimas.
«Sin la capacidad de monitorear la ubicación y el estado de los niños migrantes no acompañados, ICE no tiene garantía de que estén a salvo del tráfico, la explotación o el trabajo forzado», ha señalado en el informe el inspector Joseph Cuffari.
El reporte explica que a menudo la única oportunidad que tiene el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas «para observar y evaluar la situación de los niños migrantes e identificar si están sufriendo abusos u otros problemas de seguridad, es la presentación de los menores ante el tribunal».
Ante los preocupantes resultados obtenidos en la investigación, el Departamento de Seguridad Nacional ha realizado una serie de propuestas que sirvan para solucionar este problema. Entre ellas, insta al ICE a implementar un sistema automatizado para documentar las comparecencias ante el tribunal y mantener la información de la dirección de los niños migrantes.
Por su parte, el ICE responde que ha tomado pasos para identificar a los menores que no se presentaron a las audiencias de inmigración y que notificará al Departamento de Salud y Servicios Humanos sobre ello.
Respuesta de Donald Trump
Como parte de su campaña para las próximas elecciones, el expresidente y candidato republicano, Donald Trump, se ha hecho eco de los datos obtenidos de la investigación y ha acusado a la administración del Gobierno de Biden de perder el rastro de «más de 300.000 niños» inmigrantes. No parece haber reparado en el detalle de que el informe incluye datos de al menos dos años de su administración (2019 y 2020), que supuestamente había reforzado al ICE.
Cabe mencionar que los niños inmigrantes no acompañados que figuran en el informe están separados de los que fueron apartados involuntariamente de sus familias mientras inmigraban a Estados Unidos, durante la política fronteriza de ‘tolerancia cero’ que aplicó la Administración Trump.
A finales del año pasado, todavía eran 365 niños los que permanecían separados de sus familiares a consecuencia de esta anterior iniciativa impuesta por Trump.