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Biarritz Olympique, año uno para un club que se mira en el espejo de sus años de gloria

Tras conseguir la permanencia la pasada primavera, primero en el verde y luego en los despachos, un BO remozado de pies a cabeza estrena este viernes una nueva campaña de la ProD2. La primera piedra de toque será el Valences, en Aguilera a partir de las 19.30. 

Biarritz y Baiona se vieron las caras el pasado fin de semana en un amistoso disputado en Aguilera. (Guillaume FAVEAU )

Arranca una nueva época. Un Biarritz Olympique remozado en todos los aspectos afronta desde este viernes una nueva temporada en ProD2, la segunda categoría del rugby francés. Y gracias, porque buena parte del pasado curso estuvo coqueteando con el play off de descenso, que finalmente consiguió esquivar. Eso es, en teoría, agua pasada, aunque habrá que demostrarlo sobre el verde.

Terminó una era nefasta bajo la propiedad de Louis-Vincent Gave y la dirección de Jean-Baptiste Aldigé, cuyas rencillas personales con tirios y troyanos arrastraron al club a las puertas del infierno. El exjugador Shaun Hegarty es el rostro visible de este proceso de resurrección, con James Coughlan como director deportivo.

El primer paso fue conseguir el visto bueno de la Autoridad Reguladora del Rugby (A2R), que lograron con la colaboración de un Ayuntamiento con el que los anteriores rectores estaban enfrentados y que movió sus hilos para conseguir una inversión de cuatro millones de euros del empresario Pierre-Édouard Stérin, cercano a la ultraderecha francesa.

El primer reto es «limpiar el club», para lo cual se han dado un plazo de tres años. El presupuesto para esta campaña ronda los 9 millones de euros, en la parte media de los dieciséis equipos de la categoría, lejos de los 17 millones de Brive, los 14,5 de Provence y los 14 de Oyonnax. Partiendo de un principio de realismo, el objetivo deportivo para esta campaña es «ser competitivos en ProD2».

Para ello se han dado las riendas del banquillo a Boris Bouhraoua, antiguo medio melé que viene de trabajar con la cantera del Stade Français. «Podemos trabajar muy bien deportivamente con nuestro presupuesto, formando a los jóvenes y manteniéndolos en el club», dijo Coughlan el pasado junio. 

Harinordoquy, Yachvili y compañía

Romper con el pasado más cercano y fijar la vista, como referente, en la época gloriosa, la primera década de este siglo, cuando Biarritz era uno de los equipos a temer no solo en el Top 14, sino también en Europa. En ese camino, un gesto lleno de simbolismo como la nueva camiseta, con un diseño que recuerda a los Harinordoquy, Yachvili y compañía.

Hay más señales, como la organización de un Día de Derbis Vascos en Aguilera, con el amistoso ante Aviron Bayonnais como plato fuerte y con los visitantes –el Top 14 empieza la semana que viene–  haciendo valer la diferencia de categoría (5-42). Lo peor fue la lesión del segunda línea Johnny Dyer, que se perderá todo el curso por una rotura del tendón de Aquiles.

La primera jornada se estrena mañana con un duelo entre gallitos (Brive-Oyonnax), pero el resto de la jornada se juega el viernes. El reto inaugural para los rojiblancos será superar en Aguilera al Valences (19.30), un equipo que terminó undécimo el curso pasado, con dos victorias más que Biarritz, que fue décimocuarto.