Pradales abre curso apelando con palabras y un decálogo a «hacer política sin puño de hierro»
Salud y vivienda serán las prioridades del Gobierno Pradales en este curso, según ha manifestado el lehendakari en la primera reunión del curso, en Donostia, hoy muy poco veraniega. Pero por encima de ello ha marcado el objetivo de «otra forma de hacer política» que en la práctica sea menos crítica.
La primera iniciativa del Gobierno Pradales en este curso ha sido difundir un decálogo que derive en un compromiso general de hacer política de otro modo, «más ejemplarizante» según su expresión y menos crítico a tenor de lo que se entiende. La segunda está a la vuelta de la esquina: abordar los problemas de Osakidetza en una mesa que arrancará la próxima semana tras las reuniones con agentes durante este verano.
Imanol Pradales ha confirmado en la rueda de prensa posterior a este tradicional arranque de curso que el día 5 se celebrará la primera reunión del llamado pacto vasco por la salud. «Será una reunión en la que queremos plantear no solo una metodología de trabajo, que ya he compartido en la ronda de contactos, sino un primer documento con una reflexión general sobre el sistema vasco de salud y los retos a los que se enfrenta», ha avanzado.
«Tengo la esperanza de que lo abordemos de modo constructivo. El día 5 se inicia un camino en el que todos tienen que contribuir para lograr un acuerdo lo más amplio posible», ha agregado el lehendakari. Ha recordado que se ha puesto un plazo de seis meses para trabajar en el acuerdo, por lo que el primer documento del consejero Salud «estará abierto a mejoras». «Quiero esperar a ver cómo lo vamos abordando», ha apostillado.
«La salud es la prioridad de este gobierno, junto con la vivienda», ha asegurado Imanol Pradales. «Tenemos que tomar decisiones para tener el mejor sistema de salud de todo el Estado y, si es posible, de todo el sur europeo», plantea.
Se le ha preguntado en este punto por la denuncia del fallecimiento de una persona en Laudio hace una semana. Y aunque no ha querido referirse concretamente a ello ni dar su versión, ha hecho una declaración significativa recogiendo la alusión de una pregunta, que planteaba que EH Bildu ha roto la tregua política con esta cuestión al reclamar la comparecencia del consejero de Salud: «Yo no he pedido tregua, no he hablado de cien días de cortesía como han hecho otros [en alusión a la coalición soberanista], pero me ha recordado a una forma de hacer política del pasado, a puño de acero en guante de seda. Y creo que estamos en otros tiempos».
«Pacto ético»: «No busco limitar a la oposición»
Otro de los puntos que el lehendakari de la CAV quiere poner sobre la mesa en este inicio de curso, de hecho ha sido casi el único de su discurso público, es el llamado en las filtraciones previas a prensa «pacto ético» (Pradales ha preferido llamarlo ‘Pacto por una actividad política ejemplar’). Ha pintado aquí un panorama que parece corresponder más a la situación política estatal que a la vasca: «La sociedad está harta de tanta crispación, de tantas discusiones de patio de colegio... Tenemos que desterrar el mal tono y los insultos», ha dicho.
Ha trasladado ya una propuesta a los partidos que aspiraría a «fortalecer las instituciones» frente a «populismos». Cabe recordar aquí que en actos de campaña del PNV se situó como populista a EH Bildu, por lo que habrá que ver qué objetivos reales tiene este nuevo eje, aunque en la rueda de prensa de este jueves ha precisado que el populismo trasciende a la ultraderecha.
Pradales ha citado entre otros puntos del pacto la «búsqueda del bien común» y acabar con «la demagogia». Se le ha preguntado directamente si con esto no se intenta limar el perfil de las críticas a su gobierno y el lehendakari ha dicho que solo pretende «reforzar la cultura democrática en este país, no limitar la acción política de la oposición».
¿Es este pacto una versión actualizada del «suelo ético» que Iñigo Urkullu utilizó contra EH Bildu? También se le ha trasladado este interrogante a Pradales. Ha diferenciado ambos señalando que la toma de posición sobre lo que fue la violencia de ETA «es algo anterior y superior», pero también ha dejado caer que «no podemos obviar aquello» en esta nueva fórmula actual. «El punto tercero es claro y diáfano sobre el respeto a los derechos humanos», ha añadido más tarde.
Prioridad, cerrar la carpeta estatutaria
En lo que se refiere al autogobierno, Pradales ha informado que tratará de «promover un clima que permita ir avanzando en un nuevo pacto estatutario». Ha afirmado que «casi 45 años después de la aprobación del Estatuto de Gernika», la sociedad vasca está preparada para abordar un pacto político, pero ha pedido tiempo para «comenzar el debate y negociar unos elementos básicos» con las demás fuerzas políticas. «Démosle tiempo a esto y veremos que frutos puede dar», ha dicho.
Tiempo que no concede al «cumplimiento del Estatuto de Gernika» y a negociar nuevas competencias, pues ha dejado claro que esta será «la prioridad» de su Ejecutivo en materia de autogobierno.
Factor estatal
Otra de las incertidumbres del nuevo curso es la inestabilidad estatal. Imanol Pradales no ha querido valorar la posición de Junts, cada vez más alejada del Gobierno español, pero sí ha mostrado cierta tranquilidad: «[Pedro] Sánchez no va a condicionar la continuidad de la legislatura a la aprobación de los presupuestos, es lo que percibo», ha dicho. Hay que recordar que ambos se reunieron el 26 de julio, sin hacer declaraciones.
Sobre la cuestión de la migración, candente en ese ámbito, Pradales ha mostrado cierta «sorpresa» por las manifestaciones de Sánchez la víspera reivindicando la devolución a sus países de inmigrantes sin papeles. «Pero no tengo más información sobre si hay un cambio de posición o no», ha admitido. Desde Euskal Herria ha esgrimido el «pacto social por la inmigración» renovado el año pasado y ha considerado que la migración «es un fenómeno estructural, que ha venido para quedarse, por lo que hay que trabajar con planificación y ser rigurosos».
A nivel anecdótico, este Consejo de Gobierno se programa hace décadas en el Palacio Miramar donostiarra para escenificar el retorno al trabajo todavía en periodo veraniego y aprovechar el espectacular escenario que ofrece la bahía. Sin embargo, la imagen ha quedado esta vez totalmente aguada, en sentido literal. A las 10.00, cuando estaba previsto el saludo y posado con instituciones guipuzcoanas y donostiarras, ha caído un fuerte chaparrón con algo de granizo.