La madera y dos penaltis dejan sin premio a una Real que recupera la autoestima

Una Real muy mejorada ha caído este sábado en Anoeta ante el Real Madrid, que se ha impuesto con sendos goles de penalti de Vinicius y Mbappé. Con empate a cero en el marcador los donostiarras han estrellado tres remates contra la portería de Courtois (0-2).

Dame pan y llámame tonto, reza el refrán. En el fútbol lo más importante son los puntos, pero... ¿deja mejor sabor el empate de Getafe o la derrota de esta noche contra el Real Madrid? Se dice que frente a los grandes hay que aprovechar las que se tienen y no regalar en el área propia.

Hasta tres veces se ha topado la Real con la madera de la portería de Courtois, y con 0-0 un acto reflejo de Sergio Gómez al levantar las manos ha permitido al campeón de Europa ponerse por delante. La puntilla la ha puesto el árbitro con otra pena máxima ante las protestas de Vinicius.

Pese a la derrota, la Real ha dado mucha mejor sensación que en las cuatro jornadas iniciales. Decía el legendario John Benjamin Toshack que la temporada empezaba después de las regatas de La Concha.

Debut de Aguerd y Sucic titular

En el once inicial, Aramburu y Sucic han ocupado la plaza de los lesionados Traoré y Brais. Aguerd ha debutado en el eje de la zaga y en punta ha repetido Sadiq.

Enfrente, Ancelotti ha dado entrada al elegante Modric para llevar el timón, mientras que Brahim ha sentado a Rodrygo, aunque mediada la primera parte el segundo ha entrado por lesión del primero.

Tras el homenaje a Eduardo Chillida en los prolegómenos del encuentro, la Real ha salido enchufada desde el pitido inicial, botando tres córners en los ocho primeros minutos. El plan de Imanol pasaba por apretar arriba para robar, y solo la madera ha impedido que se marchara al descanso con un buen botín.

Primero Sucic se ha topado con la escuadra con un pontentísimo zurdazo y más tarde ha sido Becker quien ha golpeado en el travesaño con Courtois vencido. También ha podido marcar la Real en una doble ocasión para Sergio Gómez y Kubo, pero sus disparos se han encontrado con defensores vestidos de naranja.

Pero obviamente el campeón de Europa tiene dinamita arriba, y cuando lograba correr con metros por delante o asentarse en campo rival hacía sufrir a los donostiarras. Mbappé en dos ocasiones y sobre todo Rudiger, en un cabezazo al saque de una falta –espectacular la respuesta de Remiro–, han podido adelantar a los visitantes. Martínez Munuera ha puesto su granito de arena con una faltita de chiste al borde del área, pero Modric no ha estado fino.  

Otra vez al poste
 
La segunda mitad ha comenzado con otra gran oportunidad para los blanquiazules, Sadiq ha asistido ha Sucic, y el croata ha tratado de ajustar tanto ante Courtois que se disparo raso ha sido escupido por la base del poste.  

Y al final, en el intercambio, ha sido el Madrid el que ha golpeado. Arda Guller ha cazado un balón en el área y Sergio Gómez ha levantado las manos instintivamente para cubrirse la cara. Penalti que Vinicius no ha perdonado, aunque Remiro lo ha rozado con los dedos (0-1, 58).

Imanol ha metido piernas frescas en ataque, con Barrene y Oskarsson por Becker y Sadiq. El nigeriano ha hecho un trabajo ímprobo en la presión, aunque con el balón ha vuelto a mostrar problemas en controles y conducciones.

Martínez Munuera, que ya llevaba un arbitraje sibilino con diferente rasero a la hora de medir faltas y tarjetas, se ha encargado de rematar la faena con un penalti que realmente ha pitado Vinicius con sus protestas, un gran jugador con una actitud repelente con rivales, público e incluso sus compañeros.

Mbappé tampoco ha fallado (0-2, 75). La próxima semana seguro que Real Madrid Televisión no le dedica ningún vídeo con sus ‘fallos’ al trencilla alicantino, tal y como ha hecho estos días.

El partido estaba finiquitado, pero ni los blanquiazules ni su parroquía han bajado los brazos, y los aplausos han sido la tónica en la retirada. El camino está marcado.

Ancelotti: «No merecíamos ganar»

El técnico madridista, Carlo Ancelotti, ha comentado en rueda de prensa que «ha sido un partido complicado, no merecíamos ganar, la Real ha jugado muy bien. Pero hemos sabido sufrir y hemos tenido compromiso ante un equipo con mucha calidad. Ellos nos han presionado bien en nuestro campo y no siempre hemos sido capaces de encontrar al jugador libre».

No se ha querido mojar sobre la jugada del segundo penalti, aunque ha destacado que el árbitro «lo ha visto muy claro», y y tampoco ha opinado cuando le han preguntado por la celebración de Vinicus, mandando callar al público de Anoeta.

Imanol: «Solo ha habido un penalti»

Imanol ha concidido en que la Real ha hecho «un gran partido, sobre todo teniendo en cuenta el rival. Pero hemos vuelto a perder, el año pasado sucedió lo mismo».

El de Orio ha indicado que pese al resultado se marcha a casa con «buen sabor, este es el equipo que yo quiero, aunque hayamos perdido lo hemos intentado hasta el final, jugando bien, eficientes en defensa… No está siendo un arranque fácil, pero creo que los aficionados se han marchado con la cabeza alta».

Preguntado por los penaltis, Imanol ha respondido que «solo ha habido un penalti –el de las manos de Sergio Gómez–. Es una pena, nos estamos cargando el fútbol de verdad, si vamos a pitar esos penaltis, esas faltitas, si nos sacan esas tarjeats que para mi no lo eran... a mi no me gusta».

Respecto a la primera titularidad de Sucic y Aguerd, ha recordado que «ya dije que tenían gran calidad, nos darán mucho. Ya dije que Sucic necesitaba un poco más de tiempo para saber lo que quería de él y para conocer a los otros jugadores, pero tiene muchísimo talento. A Nayef, en su primer entrenamiento, le escuché más que a algunos jugadores que llevan cinco años conmigo, eso habla de su personalidad».

A pesar de los 4 puntos de 15, el técnico txuriurdin ha querido trasladar un mensaje de optimismo. «El equipo va a ir a más, va a crecer una barbaridad, todavía no estamos al 100%, sobre todo para jugar cada tres días, pero ha habido mucha mejoría. De nada sirve lo de hoy si no le damos continuidad, hay que trabajar mucho».