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Sunsundegui anuncia ERTE para casi toda la plantilla (300 trabajadores) por falta de liquidez

La deuda acumulada de casi 50 millones de euros y la falta de liquidez han desembocado en la presentación de un ERTE para casi toda la plantilla por parte de Sunsundegui, una de las empresas vascas con más historia. La duración inicial prevista es de tres meses.

Nubes negras amenazan el futuro de Sunsundegui, la histórica empresa nacida en Irun y radicada en Sakana. (Aitor Karasatorre | Foku)

Sunsundegui, la histórica empresa de fabricación de autobuses y carrocería de Sakana, atraviesa serias dificultades económicas. A la entrada en preconcurso le ha sucedido este viernes el anuncio de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que en principio alcanzará a casi toda la plantilla: unas 300 personas.

Su duración será de tres meses, al menos en principio, según lo comunicado a la parte sindical. La empresa asegura que tratará de pactar el ERTE con el comité de empresa, que de momento está valorando la situación.

La falta de liquidez de estos últimos meses se ha traducido en acuciantes problemas para garantizar suministros y con ello afrontar la construcción. Los tres meses serían el plazo que se ha dado a sí misma la empresa para tratar de renegociar la deuda acumulada, que asciende a casi 50 millones de euros. Con ello trata de que el preconcurso de acreedores en que ha entrado no desemboque en un concurso con carácter irreversible.

Sunsundegui es una de las empresas vascas con más historia; la factoría de Irun empezó su producción allá por 1944 y se trasladó a Altsasu doce años después.

La extensión de la crisis quedó clara en la comparecencia este martes en el Parlamento navarro del consejero de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial de Nafarroa, Mikel Irujo, quien aludió a la «sobredimensión» de la plantilla y habló de la necesidad de recortarla.

Apoyado en un informe elaborado por la empresa de auditoría KPMG, el consejero compareció a petición del PP y UPN para informar sobre la situación de la empresa y la afección del cambio en el acuerdo de la empresa con Volvo.

Este informe concluye que «la obtención de la rentabilidad pasa por ajustar la plantilla». Irujo hizo hincapié en que a finales del 2023 se contrató a 150 personas necesarias para la producción de los coches de Volvo y en 2024 se amplió con nueva plantilla adicional para resolver incidencias.

La empresa, subrayó Irujo, se enfrenta a un importante problema de liquidez y es que las estimaciones de tesorería asumen que «ya no tendría caja positiva para seguir asumiendo sus obligaciones más inmediatas».

Esto, ha señalado, se suma al importante endeudamiento de la compañía que asciende ya a los 48,8 millones de euros y a la tensión existente con los proveedores, con quien existen 8,8 millones de euros vencidos, si bien esperan acordar un plan de pagos este mes.

La evolución de los coches que se fabrican al día, ha explicado, es una variable muy importante y desde abril han comenzado a tomarse medidas correctoras pasándose de los 1,1 coches al día en el último semestre de 2023 a los casi 1,5 a finales de abril que se espera seguir aumentando hasta llegar a casi 2 coches al día a final de año.

Irujo ve oportunidades

A pesar de los problemas existentes el consejero ha puesto en valor que el informe muestra una clara línea ascendente con «pedidos encima de la mesa que superan los 500 coches al año, la capacidad actual que tiene la propia empresa de producir», números que supondrían una facturación de más de 80 millones de euros el próximo año.

Se perciben también oportunidades para la factoría navarra por el cambio de negocio de su principal competidos, que ya no quiere fabricar sobre chasis, y una perspectiva «impresionante» del sector que, tras tres años «prácticamente de parón», tiene una «expectativa de matriculaciones enorme».

En referencia al acuerdo con Volvo el consejero ha aclarado que la compañía «no rescinde el contrato» y «mantiene la cartera de pedidos pero con los modelos actuales» en vez de con los dos nuevos modelos que se habían planteado porque «a pesar de los esfuerzos de ambas partes el proyecto ha resultado ser demasiado complejo».