Osasuna asalta Anoeta por segunda vez en lo que va de año (0-2)
El equipo rojillo superó a la Real en el derbi vasco disputado en Anoeta correspondiente a la undécima jornada de liga gracias a sendos goles de Torró y Budimir. Los de Vicente Moreno, con un juego vertical, solventaron de manera magistral el empuje inicial del conjunto txuri-urdin.
Juego vertical y eficacia han sido los ingredientes con los que Osasuna ha conseguido en Anoeta su segunda victoria consecutiva por primera vez en la historia del club rojillo para colocarse en puestos europeos después de la disputa de once jornadas ligueras. Torró y Ante Budimir, en la primera mitad, han sido los goleadores del equipo rojillo.
El equipo iruindarra llevaba casí dos décadas sin poder sumar tres puntos en el estadio donostiarra hasta que el 10 de febrero, con Arrasate en el banquillo, consiguió cortar esa mala racha en un estadio maldito.
El estadio maldito o la bestia negra que era la Real ante Osasuna, sin embargo, está venida a menos pues los txuri-urdin han conseguido una sola victoria en los siete enfrentamientos –entre liga y Europa League– disputados como local. Hoy se ha vuelto a repetir el guion de los últimos meses y ni la buena entrada al partido le ha permitido hacer sangre ante un rival al que le había sometido en los primeros diez minutos del partido. Peligro sí, pero ningún remate ante Sergio Herrera, por lo que Osasuna ha ido poco a poco liberando ese sometimiento a través de la velocidad de Bryan, que ha dado el primer aviso en el minuto 10 después de que Oyarzabal no midiera bien el tempo en el pase al hueco y ello provocara la salida en tromba de los rojillos que demostraron tener las ideas claras para atacarle a la Real.
En tres pases, Bryan Zaragoza se ha metido en el área pero un pequeño toque para controlar el balón ha permitido a Jon Mikel Aramburu rebañar el esférico antes de que el extremo andaluz preparase el disparo con su pierna buena. Fue una acción que ha amainado el empuje inicial de una Real a la que cada vez se le hacía más complicado crear peligro ante la portería defendida por Sergio Herrera, que a la postre ha sido protagonista con sendas paradas a Aguerd –en la primera mitad– y a Kubo –en la segunda–, ambas con el marcador en contra.
Torró ha abierto el luminoso de Anoeta en el minuto 23 al coger desprevenida a la defensa de la Real a la salida de un córner. Byan Zaragoza ha conectado en corto con Moncayola sin que ningún jugador de la Real saliera a defender esa acción. El navarro ha devuelto el esférico al andaluz y con un centro medido que no ha medido bien la defensa txuri-urdin ha encontrado en Torró el mejor aliado para convertir el 0-1. Un gol que ha dado alas a los de Vicente Moreno y ha bloqueado todas las ideas de los de Imanol Alguacil que muestran sus debilidades cuando se ven por detrás en el marcador.
La Real, aturdida
El técnico de Orio ha vuelto a apostar por su once de gala o el más reconocible en las últimas jornadas, con Aguerd en el centro de la zaga, Sucic en la sala de máquinas y Oyarzabal, Barrenetxea y Óskarsson en ataque, realizando así hasta seis cambios respecto al enfrentamiento ante Maccabi de Tel Aviv de la segunda jornada de la Europa League. El triunfo de Belgrado, junto a una racha de tres victorias, un empate y una sola derrota en los últimos seis partidos, impregnó un aura de esperanza en el seno donostiarra, convencidos de que el equipo había empezado a despegar.
El inicio del derbi frente a Osasuna ratificaba esas sensaciones pero el gol de Torró ha trastocado todos los esquemas de la Real, demostrando ser un equipo frágil. Ha tratado de poner ritmo al partido en busca de reaccionar lo antes posible al 0-1 pero lo que ha encontrado fue otro zarpazo de los rojillos, esta vez con una delicatessen de Budimir, que ha definido de forma magistral un buen contragolpe dirigido por Bryan Zaragoza –quién, si no, el MVP del derbi–. El extremo ha zafado su par y ha enviado un buen balón raso a Budimir, que desde la frontal del área, ha controlado, ha preparado su zurda y ha colocado el balón en ese hueco al que a Remiro le era prácticamente imposible de llegar. Todo ello en milésimas de segundo, definición de un ariete top.
Vicente Moreno, que no estaba del todo contento con el correcalles que había provocado el 0-1, ha encontrado una brizna de tranquilidad con el gol del cisne de Zenica –el quinto en lo que va de temporada–.
Osasuna puede aspirar a más
La Real, aturdida aún más por el segundo golpe, ha estado a punto de encajar el tercer golpe en una acción de Aramburu sobre Boyomo que a primera vista Pulido Santana no ha dudado en señalar como pena máxima. El VAR ha entrado en escena y el árbitro ha decidido echar para atrás su decisión –en el 89 ha ocurrido lo mismo con el penalti señalado a Brais Méndez– para tranquilidad de un conjunto txuri-urdin que encontró en el descanso su vía de oxígeno.
Kubo ha entrado en escena nada más comenzar la segunda mitad y a pesar de su insistencia, no ha sido suficiente para encarrilar el despertar de una Real que estaba grogui. Sergio Herrera ha aparecido dos veces para salvar a su equipo y Osasuna ha tenido sus opciones para decantar aún más una balanza que ya estaba de lado de los rojillos que están en condiciones de aspirar a objetivos muy atractivos –sin dejar de tener los pies en la tierra– como la lucha por las competiciones europeas. Con solo una derrota en las últimas siete jornadas –contra el Betis hace una semana–, Osasuna es sexto en la tabla con 18 puntos, a dos puntos de la Champions League.