Las pérdidas y los contragolpes complican el futuro de la Real en la Europa League
La Real ha salido derrotada de Plzen en el partido correspondiente a la cuarta jornada de la Europa League. Los txuri-urdin, que no terminan de carburar, han igualado el gol inicial de Adu antes del descanso pero los locales han conseguido el gol de la sentencia en el minuto 89 (2-1).
Con cuatro puntos en cuatro jornadas de la Europa League, con la mitad de partidos de la fase de grupos disputado, la Real se complica su continuidad en la competición europea. Ha perdido su segundo partido ante un Plzen que llegaba a la cita sin ganar –también sin perder, con tres empates– y que ha aprovechado la debilidad en el repliegue defensivo para llevarse la victoria.
Oskarsson había logrado igualar el gol inicial de Prince Adu –compañero de Iñaki Williams en la selección ghanesa y que ha hecho diabluras ante la Real– y aunque los txuri-urdin han hecho méritos para remontar la contienda, su falta de acierto en los últimos metros y su falta de contundencia defensiva le ha condenado a una derrota dolorosísima sentenciado en el 89 con un gol de Vasulin.
Se puede escudarse en la injusticia para tratar de explicar la derrota de la Real en Plzen o encabronarse porque la trayectoria de los txuri-urdin deja mucho que desear en demasiados partidos. Lo cierto es que este jueves los de Imanol Alguacil han dominado el partido no solo con una posesión mayor que el rival, sino con una superioridad que también se trasladó a las oportunidades, aunque para llegar a esa situación tuviese que remar a contracorriente desde el inicio. Una pérdida de balón a mitad de campo, una debilidad defensiva incomprensible, un repliegue flojísimo y gol del rival.
Tras la última victoria liguera en Sevilla que fue una auténtica bombona de oxígeno –en el que Take Kubo se reivindició y Oyarzabal confirmó porqué debe ser titular– hoy, la Real ha dado un paso atrás. El nipón ha estado desaparecido y, aunque el eibartarra ha vuelto a erigirse de capitán, no ha sido suficiente. Ya para el minuto 12 los donostiarras iban por detrás en el marcador y el mantra de esta temporada es que los txuri-urdin no remontan ni un partido después de verse por detrás en el luminoso. Partiendo de esa base y tras media hora de juego con una posesión a favor del 80% es como para plantearse seriamente que algo serio falla en los últimos compases de las jugadas ofensivas.
Oyarzabal, líder total
Adu ha abierto la lata antes del cuarto de hora después de una jugada rápida entre Cadu –que luchó para recuperar el balón con un débil Aramburu– y Jirka que el delantero ghanés –compañero de Iñaki Williams en el combinado africano– ha solventado con un disparo al palo corto de Remiro. Primera llegada y primer gol del rival.
A la Real le ha costado despertarse del golpe y replicar. No lograba transformar en oportunidades esa superioridad en el juego hasta que Oyarzabal ha sacado de la chistera un buen centro medido para que Oskarsson, de cabeza, lograra empatar la contienda antes del descanso.
El gol del empate ha cambiado el guion del partido y, aunque cada tanto el Plzen asustaba con salidas rápidas a través de un Adu inspiradísimo, la Real ha hecho méritos para remontar y sumar tres puntos que le hubieran permitido asentarse en mitad de la tabla. Oyarzabal, líder total en cada ataque realista, no ha estado atinado y cuando el punto tampoco parecía tan malo, ha llegado el jarro de agua fría con el gol de Vasulin en el 89 que deja muy tocada moralmente a la Real que, llegados al ecuador de la fase de grupos, está entre los últimos 12 equipos de la clasificación.