La ruta de jabalís que cruza de la Bardena al Ebro deja 67 accidentes en la recta de Arguedas
La recta de Arguedas es un tramo de nueve kilómetros que discurre en paralelo a la autopista AP-15 y que utilizan los vecinos de localidades como Arguedas, Milagro o Valtierra para ir a Tutera. La proliferación de jabalíes la ha vuelto particularmente peligrosa de noche.
Cinco ayuntamientos han firmado un comunicado reclamando una solución a la siniestralidad que registra la conocida como recta de Arguedas por el paso de jabalíes, que han causado 67 accidentes en un año. Vecinos de la zona aseguran que ha habido más, dado que algunos de esos siniestros no se declaran.
El alcalde de Arguedas, José Luis Sanz, afirma que las manadas de jabalíes cruzan la recta desde su refugio en las Bardenas en busca de comida en el Ebro. Junto al río hay numerosas hectáreas de regadío y, sobre todo, arrozales.
El escrito reclama un mayor control cinegético de la población de jabalíes. Que los cazadores maten más, pues la única forma discrecional de acabar con estos animales es disparando con un rifle. El uso de trampas es demasiado peligroso para otras especies o el ser humano.
Actualmente, según relata el alcalde, solo se realiza una batida al año en la finca donde se resguardan los jabalíes que cruzan por la recta. Y los ayuntamientos afectados (Arguedas, Valtierra, Cadreita, Villafranca y Tudela) demandan que se realice una mayor cantidad de estas cacerías.
Según Sanz, ningún grupo de cazadores quiere quedarse con el coto, dado que esto les haría corresponsables de los accidentes que provocan las manadas de jabalís a ojos de las aseguradoras. Datos de asociaciones de caza locales hablan de un aumento del 300% en pocos años.
En 2022, NAIZ publicó con datos de la Sección de Caza del Gobierno de Nafarroa que el aumento de la población del jabalí en el conjunto del territorio era del 48% desde el año 2001. Si bien, en ese trabajo ya aparecía la zona de Arguedas como una de las más problemáticas.
Como otra solución (compatible con el control poblacional) los alcaldes apuntan a la construcción de un paso de fauna. Esto implicaría vallar parte del trazado de la recta y levantar –u horadar– un paso para que los animales se acostumbren a pasar por ahí, sin entorpecer el tráfico de vehículos.
Mientras, los vecinos tienen que adaptarse viajando por la noche (cuando los jabalíes son más activos y es más probable toparse con ellos) a menor velocidad de la indicada o utilizando otras estrategias.
«Si ves un camión, te colocas detrás de él, porque vas más seguro», comenta el alcalde, que asegura haberse chocado con estos animales hasta en tres ocasiones.
Al mismo tiempo, adelantar de noche se ha vuelto una maniobra demasiado peligrosa.
En Nafarroa, hasta la fecha, no se ha producido ninguna muerte por una colisión directa entre un vehículo y un jabalí o cualquier otro animal salvaje. Por contra, sí que murió un conductor al intentar dar un volantazo por esta causa y chocar con un árbol.
De ahí que los responsables de Policía Foral recomienden frenar y minimizar la potencia del golpe, pero no tratar de esquivar a un jabalí en caso de encontrarse en esta situación.