«Por dignidad democrática y respeto», es por ello por lo que el portavoz parlamentario de Bildu, Maiorga Ramírez, ha pedido dimitir a la presidenta navarra, Yolanda Barcina. Según ha afirmado, la ciudadanía navarra «no merece una presidenta imputada».

El portavoz de Aralar-NaBai, Patxi Zabaleta, ha señalado que no ve probable que «a corto plazo» dimita Barcina. «No es un verbo que conjugue la derecha con habitualidad», se ha reafirmado.

Desde el PSN, Roberto Jiménez le ha instado también a que dimita al entender que la situación económica y social de Nafarroa es «insostenible» y puede verse agravada si finalmente el Tribunal Supremo decide imputarla por el caso Caja Navarra.

Izquierda-Ezkerra se ha mostrado partidario de que sea el propio Parlamento quien fuerce la dimisión de la presidenta. Considera que los hechos son «gravísimos» y hace que este gobierno en minoría «no se pueda mantener ni un minuto más en estas condiciones».

Por su parte, el portavoz del PPN, Eloy Villanueva, ha considerado que la imputación de Barcina «añade incertidumbre a la estabilidad institucional y política de la comunidad» y se ha mostrado a favor de que «se aclare cuanto antes y se asuman las responsabilidades que procedan».

La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Iruñea, María Paz Benito, hizo público ayer un auto en el que aprecia indicios de «cohecho impropio» y emplaza a las partes para que informen si debe elevar la causa al Supremo al ser ya «indispensable» que declare como imputada Yolanda Barcina, aforada por su cargo.