En declaraciones a los periodistas, Fernández Díaz ha afirmado que «evidentemente» tiene «pleno conocimiento de la huelga» que un grupo de presos vascos está llevando a cabo en la cárcel sevillana, pero ha añadido que no quería valorar este asunto «porque no quería contribuir a darles publicidad».
Según denunció Etxerat, esta lucha está motivada por la situación de «gran tensión» y «duras condiciones de vida: siempre les mantienen en el módulo de aislamiento, no les dejan realizar actividades, cuando salen al patio primero pasan por un detector de metales y después les hacen un cacheo de palpación por todo el cuerpo». A ello se suma la agresión a Arkaitz Bellon, los cacheos integrales con obligación de desnudarse por completo tras vis a vises, los registros a los familiares...
En esa cárcel ayunan desde el 28 de octubre 11 de los 13 presos vascos: Iker Agirre, Gurutz Agirresarobe, Koldo Aparicio, Asier Arzalluz, Juan Mari Etxebarria, Garikoitz Etxeberria, Jesús Goikoetxea, Manuel González, Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, Roberto Lebrero y Urtzi Paul. Javi Agirre e Iñaki Arakama realizan chapeos.