Manuel Valls ha tomado posesión de su cargo de primer ministro en el palacete de Matignon, sede del Ejecutivo francés, donde ha sido recibido por su predecesor, Jean-Marc Ayrault, con el que ha estado reunido durante unos 20 minutos antes de que ambos salieran al patio y se dirigieran a los numerosos medios de comunicación presentes con dos breves discursos.
El nuevo jefe del Gobierno francés ha rendido homenaje a Ayrault, de quien ha dicho estar «orgulloso» tras «el enorme trabajo que ha llevado a cabo en 22 meses».
Ha señalado, asimismo, que al elegirlo ayer como primer ministro, el presidente, François Hollande, le ha trazado «una hoja de ruta para ir más lejos, más rápido», y en particular «para responder a la demanda de justicia, y de justicia social que las elecciones municipales han revelado con más fuerza todavía».
«Continuaré con el trabajo que usted empezó» para «la recuperación de nuestro país, de nuestra economía, de nuestra industria», ha afirmado Valls dirigiéndose a Ayrault, para añadir que «puede estar orgulloso de lo que ha hecho aquí».
El primer ministro saliente, con la voz marcada por la emoción, ha indicado que «servir a Francia y a los franceses» es la única preocupación que le ha animado en su acción política.
Una acción, según las directrices que le había marcado Hollande con el objetivo de que el Estado francés «ocupara su lugar en Europa y en el mundo, no solo como líder político, sino como líder económico», mediante la recuperación económica y la salvaguarda de su «modelo social».
Ayrault ha abandonado Matignon en coche, acompañado de su mujer, mientras Valls ha entrado en su nueva residencia para continuar los contactos con vistas a la composición de su Gobierno, que se espera que se haga pública mañana.
Quienes no estarán en el futuro gabinete serán los dos actuales ministros ecologistas, Cécile Duflot y Pascal Canfin, que ayer ya adelantaron que no formarían parte del equipo de Valls. Este martes, Canfin ha revelado en France Inter que a Duflot le han ofrecido ser la número dos del Ejecutivo pero lo ha rechazado.