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París

Hollande confirma la elección de Manuel Valls para que forme «un Gobierno de combate»

El presidente francés, François Hollande, ha confirmado el nombramiento del hasta ahora ministro de Interior, Manuel Valls, como nuevo primer ministro en sustitución de Jean Marc Ayrault.

Valls y Hollande, el pasado 19 de marzo, en una imagen captada en París. (Alain JOCARD/AFP)
Valls y Hollande, el pasado 19 de marzo, en una imagen captada en París. (Alain JOCARD/AFP)

Hollande ha comparecido ante los medios para anunciar que ha encargado a Valls la formación de «un Gobierno de combate» que lleve a la práctica el «mensaje» expresado por la ciudadanía francesa en las elecciones municipales, en las que el Partido Socialista (PS) ha sufrido un importante varapalo.

El presidente ha agradecido al saliente Jean Marc Ayrault haber tomado las riendas del Gobierno en momento difícil, con una situación «muy deteriorada» a consecuencia de «la herencia» dejada por la UMP de Nicolas Sarkozy.

Sin embargo, ha apostado por «abrir una nueva etapa» con Valls al frente de «un equipo estrecho, coherente y unido» que tenga como objetivos «devolver la fuerza» a la economía, mejorar la justicia social y garantizar el poder adquisitivo de la ciudadanía. Hollande ha propuesto rebajar las cargas impositivas a las empresas, «en particular sobre los salarios bajos», y medidas para fomentar la contratación y la inversión.

«He captado el mensaje», ha dicho Hollande respecto al «descontento» de la población, que a su juicio considera que hay «demasiados impuestos y demasiado paro. No ignoro que muchos de vosotros tenéis problemas para llegar a fin de mes», ha añadido.

Para pilotar esta nueva fase ha elegido a Manuel Valls, hijo del pintor catalán exiliado en 1940 Xavier Valls y de Luisangela Galfetti, natural de la Suiza italoparlante. Entre otros cargos ha sido responsable de prensa del gabinete de Lionel Jospin, alcalde de Évry, y candidato a las primarias del PS que ganó François Hollande, quien le ofreció el ministerio de Interior cuando llegó al Elíseo.

Una política migratoria basada en expulsiones y estrechos lazos con sus homólogos españoles

Su política de inmigración y sus polémicas acciones en este ámbito han llevado a Manuel Valls (Barcelona, 1962) a acaparar los titulares en varias ocasiones. Solo en los primeros ocho meses del pasado año ejecutó la expulsión de más de 18.100 gitanos, de Rumanía y Bulgaria en su mayoría. Estas cifras encajan perfectamente con lo declarado recientemente, al afirmar que «las soluciones pasan en particular por las expulsiones».

Uno de los casos más sonados fue el de la menor de 15 años Leonarda Dibrani, natural de Kosovo, cuando estaba en una excursión escolar. «Que cada uno mantenga la sangre fría», declaró el entonces ministro del Interior ante el alubión de críticas. Unas críticas que, sin embargo, parecen diluirse en las encuestas, que reflejan que un 77% de los franceses apoyan esta política. Es, además, uno de los políticos más populares (53%).

Representante del ala más conservadora del PS, y más popular en la derecha que en la izquierda, en Euskal Herria también ha dejado titulares. Mantiene una buena relación con Alfredo Pérez Rubalcaba, y es pública y notoria su sintonía con el ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz. Él se encargó de condecorar a Valls en diciembre pasado.

En ese acto, el ya primer ministro francés corroboró la estrecha relación que une a los dos estados en la cooperación contra ETA. «La agenda de España es la agenda de Francia», declaró.

En su día también se mostró favorable a la detención y posterior extradición de la militante de Batasuna Aurore Martin, a pesar de que un centenar de electos de Ipar Euskal Herria de todas las sensibilidades pidieron al Gobierno francés explicaciones sobre el arresto. «España no es una dictadura, es un Estado soberano y democrático. No estamos en el marco de un delito de opinión», dijo.