Los miembros de la CIV se han visto sorprendidos por la presentación desde el Gobierno de Lakua de una propuesta que contradice e incluso critica la labor que están realizando para avanzar hacia el desarme de ETA. No obstante, como no podía ser de otra forma, están dispuestos a analizarla y a contrastar su propio diagnóstico con el de otros agentes implicados en la cuestión.
Esta es la toma de posición formulada en privado por miembros de la Comisión, según ha podido saber GARA. Y supone la confirmación de que el lehendakari, Iñigo Urkullu, no había contrastado esta iniciativa con la CIV antes de hacerla pública, Algo que ocurrió inmediatamente después al comunicado de los verificadores del domingo dando cuenta de la recepción de informes de ETA sobre nuevos avances en el sellado e inventariado de armamento.
La irrupción de Urkullu en la cuestión no ha sido apoyada por ningún partido salvo el PNV, aunque obviamente las críticas a su propuesta han sido muy diferentes en función de la perspectiva de cada cual. EH Bildu incide en la falta de responsabilidad mostrada por el lehendakari y considera que ha perdido cualquier credibilidad.
Jonan Fernández, secretario general de Paz y Convivencia y copartícipe de esta acción junto a Urkullu, ha admitido también que no informaron a nadie, ni siquiera a agentes emplazados para participar en una futura Comisión de Desarme.